Es común ver a los perros lamerse las patas ocasionalmente, ya sea después de una caminata o como parte de su rutina de higiene. Sin embargo, cuando este comportamiento se vuelve frecuente o excesivo, puede ser una señal de que algo no está del todo bien. Entender las causas detrás de este hábito es clave para garantizar el bienestar de tu mascota.Una de las causas más comunes es la presencia de alergias. Estas pueden ser provocadas por ciertos ingredientes en la comida o por factores ambientales como el polen, el polvo o productos de limpieza. Cuando el perro desarrolla sensibilidad, sus patas pueden inflamarse o picarle la piel, llevándolo a lamerse para aliviar la molestia.Caminar sobre superficies calientes, el uso de productos químicos en el suelo, o incluso la sal utilizada en climas fríos para derretir hielo, puede irritar las almohadillas de las patas. En estos casos, el lamido funciona como una forma instintiva de aliviar el escozor.El lamido compulsivo también puede tener un origen emocional. Algunos perros desarrollan este hábito como una conducta repetitiva cuando se sienten ansiosos, aburridos o estresados. Puede compararse con las personas que se muerden las uñas: es una forma de calmarse ante una situación incómoda.Una espina, cortadura, uña encarnada o alguna otra lesión puede provocar molestias que el perro intenta aliviar lamiéndose. También podría tratarse de un problema interno, como artritis o dolor en las articulaciones, especialmente si se lame una pata en particular de manera persistente.Pulgas, garrapatas u hongos pueden alojarse entre los dedos del perro, causando picazón e incomodidad. En algunos casos, un lamido constante puede provocar heridas que, si no se tratan, podrían infectarse y empeorar la situación.Lo primero es observar la frecuencia y el contexto en el que ocurre este comportamiento. Si el lamido es constante, parece provocar enrojecimiento, hinchazón o heridas visibles, lo más recomendable es acudir al veterinario. El especialista podrá determinar si se trata de una reacción alérgica, un problema dermatológico, dolor físico o una alteración conductual.Además, se pueden tomar algunas medidas en casa:El lamido excesivo de las patas en los perros no debe tomarse a la ligera. Aunque en algunos casos puede ser simplemente una rutina de aseo, también podría indicar incomodidad física, emocional o un problema de salud más serio. Prestar atención a este comportamiento y consultar con un veterinario cuando sea necesario es fundamental para cuidar la salud y calidad de vida de tu compañero de cuatro patas.BB