Es una mueca que se ha vuelto casi automática frente al espejo. Cada vez que te aplicas el rímel en las pestañas, la boca se abre sola. No es algo que planees, pero te ayuda a sentirte más precisa y concentrada en tu tarea. Como los artistas que sacan la lengua o giran un mechón de pelo mientras pintan, tú formas una “O” con los labios mientras practicas el delicado arte de maquillar tus pestañas. Pero, ¿de dónde viene este curioso reflejo que parece tan universal?No importa si eres fanática del maquillaje o lo usas solo en ocasiones especiales: cuando te pones rímel, la boca se abre. Y si intentas mantenerla cerrada… probablemente termines manchándote. Esa mueca que se dibuja en tu cara no es particularmente fotogénica, pero es, sobre todo, mecánica.Resulta que los músculos que controlan los párpados y los que mueven la boca están conectados por nervios muy cercanos entre sí. Así que, cuando realizas una acción que requiere precisión extrema, como aplicar rímel, abrir la boca se convierte en un movimiento reflejo. Maquillar los ojos requiere una concentración casi quirúrgica. Para evitar parecer un oso panda o una estrella del rock estilo Kiss, necesitas mantenerte muy firme frente al espejo. Abrir la boca, aunque suene extraño, ayuda a inmovilizar el rostro. Al reducir los micromovimientos, mejora la precisión. Es como un pequeño truco que el cuerpo adopta sin que lo notes.Otra teoría interesante dice que abrir la boca reduce el reflejo de parpadeo. Al hacerlo, puedes mantener la mirada fija por más tiempo, lo cual es clave para evitar accidentes como un pincel en el ojo. Esta mueca, en el fondo, puede ser tu aliada para evitar ese tipo de desastres.Aunque la mueca es totalmente normal y no molesta a nadie (más que a tus potenciales espectadores curiosos), aquí tienes algunos consejos si quieres perfeccionar tu técnica:BB