En el mundo del cuidado de la piel, uno de los trucos más populares en redes sociales y rutinas caseras es pasar hielo por el rostro para reducir arrugas, ojeras, hinchazón y signos de envejecimiento. Pero ¿qué tan cierto es que el hielo puede ayudar a quitar las arrugas? ¿Es un mito o hay evidencia detrás de este hábito?A continuación, te explicamos lo que realmente hace el hielo en la piel y si puede considerarse una solución antiarrugas efectiva.Aplicar hielo directamente sobre el rostro provoca una vasoconstricción, es decir, un estrechamiento temporal de los vasos sanguíneos. Esto tiene varios efectos inmediatos:No elimina arrugas de forma permanente, pero sí puede ayudar a que la piel luzca más tersa y con menos líneas de expresión de manera temporal. Esto se debe a:Sin embargo, el hielo no puede revertir el daño profundo en la piel ni reemplazar tratamientos dermatológicos más avanzados, como el retinol, la vitamina C, el ácido hialurónico o procedimientos como el láser y el botox.No apliques el hielo directamente sobre la piel durante mucho tiempo. Envuélvelo en un paño limpio para evitar quemaduras por frío. Evita su uso si tienes rosácea, piel muy sensible o capilares rotos. No lo uses como único tratamiento antiarrugas: es solo un complemento.El hielo no elimina arrugas de forma permanente, pero puede mejorar temporalmente la apariencia de la piel, haciéndola lucir más firme y fresca. Es un truco casero útil como complemento en tu rutina, pero no sustituye a tratamientos dermatológicos especializados.Si buscas resultados visibles y duraderos contra el envejecimiento, lo ideal es combinar hábitos saludables, cosmética adecuada y orientación profesional.BB