Navidalia volvió a encender sus luces y, con ellas, la imaginación de miles de visitantes que año con año buscan reencontrarse con el asombro. A seis años de su primera edición, el parque navideño se ha consolidado como uno de los escenarios decembrinos más espectaculares de México: un universo donde la fantasía, la memoria y la tradición conviven bajo la misma noche iluminada. Más de medio millón de personas han recorrido ya sus senderos mágicos, confirmando que esta celebración ha dejado de ser un simple paseo temático para convertirse en un ritual emocional que se repite cada diciembre.Del 5 al 30 de diciembre, el Parque Ávila Camacho vuelve a transformarse por completo. Entre aromas a ponche, destellos dorados y melodías que parecen flotar desde tiempos antiguos, Navidalia abre sus puertas como un punto de encuentro entre México y el mundo. Sus cuatro mundos temáticos-cada uno con su propio carácter, su propio pulso-invitan a viajar a través de la historia, la geografía y el mito, mientras Canticorum, su espectáculo principal, envuelve al público en una atmósfera solemne y poderosa que recuerda la esencia espiritual de estas fechas.El recorrido inicia en la Posada Mexicana, un pequeño pueblo pintado con los colores más festivos del país. Entre buñuelos recién hechos, tamales humeantes y el abrazo cálido del ponche, las familias se reúnen para participar en la tradicional Gran Posada. Más de mil voces entonan las letanías que muchos recuerdan desde la infancia, creando un coro masivo que, por un instante, vuelve a todos parte de la misma tradición compartida. Aquí, los espacios no solo recrean un imaginario popular: lo celebran. Cada detalle, desde los pequeños faroles hasta los altares improvisados, hace que este mundo sea una ofrenda viva a la cultura mexicana.El viaje continúa hacia el Mundo Nórdico, donde los pinos nevados y las figuras fantásticas parecen sacadas de un relato antiguo. Ninfas, seres míticos y enormes trolls animatrónicos de más de dos metros acompañan a los visitantes en una travesía invernal que culmina en el Camino de Hielo, donde patinar se convierte en uno de los encuentros más queridos por los visitantes. La ambientación sonora, que mezcla susurros fríos y melodías cristalinas, termina por envolver al público en una atmósfera que hace olvidar por un momento que se está en el corazón de Jalisco.En el Mundo Europeo, la iluminación cálida y las cabañas tradicionales evocan un pueblo navideño que podría estar en los Alpes o a la sombra de alguna catedral gótica. El gran árbol dorado domina el paisaje: para ver su copa hay que inclinar la cabeza hacia atrás. Es el corazón de este mundo y también su escenario principal: alrededor de él, los espectáculos musicales dan forma a un ambiente que mezcla nostalgia, música coral y el encanto de un mercado navideño donde se pueden encontrar regalos, postres y sabores que remiten a otros inviernos. Más adelante, el Mundo del Medio Oriente ofrece el contraste. A bordo de barcazas que se deslizan suavemente, los visitantes viajan a los orígenes mismos de la Navidad, entre incienso, mirra, especias cálidas y un mercado árabe que parece rugir con vida propia. Este año la zona crece, se expande y se vuelve aún más hipnótica: un nuevo espectáculo visual bañado en luces y actos sorprendentes convierte el recorrido en una travesía exótica, casi ritual. Aquí, los colores y texturas evocan caravanas antiguas, ciudades legendarias y un espíritu de misterio que hace de esta sección una de las más inmersivas.La noche culmina con Canticorum, el espectáculo que ha definido a Navidalia desde su nacimiento. Inspirado en la Alta Edad Media, su puesta en escena reúne a más de 30 artistas entre coros, solistas y orquesta. Cantan en los idiomas originales de piezas que han atravesado siglos, envolviendo al público en un viaje sensorial que oscila entre lo solemne, lo espiritual y lo deslumbrante.Con más de cinco hectáreas dedicadas a escenarios, atracciones inmersivas y tecnología multimedia, Navidalia 2025 se presenta nuevamente como un refugio luminoso para quienes buscan celebrar la Navidad desde la emoción, la convivencia y el asombro. El parque, además, cuenta con accesibilidad para personas con discapacidad, garantizando que ninguna experiencia quede fuera de su alcance, incluida la pista de hielo.Pero quizá uno de los aspectos más significativos de Navidalia es su identidad profundamente jalisciense. En un momento en que las celebraciones masivas cambian y se redefinen, Navidalia reafirma la idea de que Jalisco continúa siendo un semillero de creatividad capaz de generar experiencias que trascienden fronteras.Navidalia abrirá de domingo a jueves de 19:00 a 00:00 horas, y los viernes y sábados hasta la 01:00. Permanecerá cerrado los días 8, 9, 15, 16 y 24 de diciembre. Los boletos tienen un costo general de 790 pesos para adultos y 390 para niños; el Comfort Pass, que ofrece beneficios adicionales, está disponible por 1,720 pesos para adultos y 920 para niños. Los pequeños de hasta tres años entran sin costo. CT