Lunes, 18 de Marzo 2024

Y el Ariel aclamó: "Viva el rey"

Luis Téllez, productor y director, obtuvo el reconocimiento en la categoría de “Mejor cortometraje de animación”, por el filme hecho en Jalisco

Por: El Informador

El director y productor sostiene en sus manos el Ariel que ganó recientemente por “Viva el rey”. EL INFORMADOR / E. Barrera

El director y productor sostiene en sus manos el Ariel que ganó recientemente por “Viva el rey”. EL INFORMADOR / E. Barrera

El lunes pasado, Luis Téllez ganó el Ariel por “Viva el rey”, en la categoría de “Mejor cortometraje de animación”. El cineasta nacido en la Ciudad de México y afincado en Guadalajara desde hace más de 20 años platicó en entrevista cómo vivió la entrega número 61 del Premio Ariel: “Muy emocionante. Como productor o parte de los proyectos vamos pensando que no va a ocurrir nada. Es bonito ir así: fue una sorpresa absoluta. Me viene increíble a nivel personal. Es parte de saber que vamos por el camino correcto”.

Para Luis, actualmente hay una continuidad en el trabajo de animación que se ha hecho en Guadalajara desde Rigo Mora y Guillermo del Toro: “Empezaron a hacer cosas en Jalisco. La gente que estaba a su alrededor se preguntó por qué no hacer más cosas. Fue una especie de foco infeccioso: la gente hizo más proyectos, surgieron otros autores como Ceci Navarro, René Castillo, quien ha contagiado a más gente”.

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El camino de “Viva el rey” fue largo, al realizarse con la técnica de stop motion y requerir más de 10 mil fotografías para ocho minutos de narración audiovisual: “Ha sido una producción complicada, en el sentido de la gestión de recursos. Hubo un momento en el que no había apoyos para la animación. Busqué en la iniciativa privada y fue muy complicado. Empaqueté todo y lo metí en un baúl, anduve con las maquetas por todos lados (Zacatecas, Ciudad de México, Guadalajara), avanzaba un poco. Al final, en 2017 lo pude retomar otra vez, ya para terminarlo. Si juntáramos todo el tiempo fue más o menos un año y medio de trabajo”.

En ese sentido de la inversión, Luis considera fundamental el apoyo del Estado a la cultura: “Que permanezcan los apoyos que hay y que existan más. Eso permite la libertad. ‘Viva el rey’ me costó mucho trabajo levantarlo, porque no existían los fondos, tuve que acudir a la iniciativa privada. Creo que hice 80 carpetas para 80 diferentes empresas: ninguna me dio un solo centavo. Eché mano de otras estrategias, apoyos en especie, mucha gente que se sumó. Es un cortometraje donde los personajes son monstruos, seres como de piedra. Se salen del estándar de la animación. Son personajes fuertes, incluso pueden entrar en lo grotesco. Finalmente, lo grotesco es una categoría estética, como dice Umberto Eco. Es un ejercicio de libertad, el monstruo tiene una lectura. Si lo hiciéramos sólo con la iniciativa privada los criterios de apoyar algunos proyectos se determinarían por otros factores. Svankmajer, quien fue mi inspiración, hubiera estado fuera sin fondos públicos. Pensaría que estamos a una altura temprana del sexenio, confío en que haya esa sensibilidad para ajustar el rumbo cultural”.

Los personajes están hechos de resina, silicón y foam latex, con estructuras de alambre y estructuras especiales para los monstruos principales. ESPECIAL

Desde niño dibujaba…

Sobre su vocación por la animación y su formación universitaria, Luis platicó: “Estudié Ciencia Política, en la UNAM. Estaba un poquito perdido vocacionalmente. Desde niño dibujaba, leía, hacía muñecos de plastilina, escribía. No sé cómo no estudié otra cosa. Pero la Ciencia Política es increíble: Valoro muchísimo todo el bagaje de formación social, historia. Se puede aplicar para contar historias. Creo que ‘Viva el rey’ tiene algo muy político en el fondo… Las historias que me interesan siempre tienen un trasfondo político y social”.

Recuerda que durante el estudio de su carrera entró en contacto con el cine de animación, “con un ciclo en la Cineteca Nacional del checo Jan Svankmajer. Me volví loco. Saliendo de la función me conseguí una cámara handycam para hacer animaciones. Era 1994, no había cámaras digitales. Hacía mis personajes de plastilina, los movía, le ponía record y pausa. Se movían, pero no cobraban vida. Una vez platicando con Guillermo del Toro decía que mover y animar no son lo mismo: parafraseando a Mark Twain, es la diferencia que hay entre la luciérnaga y el relámpago”.

Como universitario hizo proyectos de animación: “Era un ejercicio con mucho desparpajo, más un juego. En 1994 ganó ‘El héroe’ de Carlos Carrera, en la Palma de Oro. Fue una sacudida: vi alguien que en México se lo tomaba en serio, que lo hacía muy bien y que era de los mejores internacionalmente. Decidí ser mucho más riguroso en todos los procesos, estudiar más, tener más cuidado”.

Posteriormente, conoció la obra de Dominique Jonard: “Hacía un trabajo interesante con diferentes etnias de México. Vivía en Morelia, decía que era francopurépecha. Lo conocí, le enseñé lo que estaba haciendo y me invitó a hacer un curso en la Filmoteca de la UNAM. Cuando terminamos me ayudó a hacer un cortometraje en 16 milímetros y a manejar la cámara Bolex”. El resultado fue un cortometraje llamado “Sed”, que se proyectó previo a las películas en las funciones de cine en la UNAM: “Muy chiquito, de 40 segundos. Fue un momento mágico presentarlo al público, ver cómo funcionaba o no lo que habíamos imaginado en el guion”.

¿En qué fase va “Inzomnia”?

El proyecto actual de Téllez es el largometraje de stop motion “Inzomnia”: “Es el primer largometraje mexicano de stop motion. Ser el primero es una anécdota, una casualidad del tiempo y el espacio. Pero lo importante es respetar los procesos, tratar de hacer una obra que conecte y que resulte como lo pensamos para que sea memorable”.

El largometraje concluyó ya toda su etapa de preproducción: la producción lleva un 20% de avance. El grupo de trabajo incluye a las diseñadoras de producción Karla Castañeda (ganadora del Ariel, quien también coescribe con Guillermo del Toro su primer largometraje) y Francesca Berlingieri, además de Momakin, de Polonia (quienes hicieron los puppets de “Pedro y el lobo”, cinta ganadora del Oscar).

¿De qué trata “Viva el rey”?

El cortometraje de ocho minutos presenta una postguerra en un tablero de ajedrez, donde la historia comienza después del jaque mate: es la relación entre vencedores y vencidos.

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