Viernes, 02 de Mayo 2025

Se vale jugar... en El Silloncito

La franquicia tapatía especializada en el cabello de los niños cuenta con 36 años de experiencia y retos superados luego de una pandemia por covid-19 que paró a todas las empresas

Por: Gabriela Aguilar

Crear el ambiente ideal para los niños es uno de las fortalezas de El Sillocinto, explica Patricia Salazar. EL INFORMADOR/ G.Gallo

Crear el ambiente ideal para los niños es uno de las fortalezas de El Sillocinto, explica Patricia Salazar. EL INFORMADOR/ G.Gallo

La visión aguda de un empresario puede estar en cualquier parte, sólo hay que encontrar una necesidad. Para Patricia Gutiérrez, creadora del concepto de peluquerías infantiles El Silloncito, estuvo en esas estéticas que prohibían la entrada a los más pequeños de la casa. Tradujo ese “Favor de no traer a sus niños” que leía en las paredes de los establecimientos como una oportunidad para que los pequeños tuvieran un espacio a su medida, donde el servicio de cuidado del cabello y peinado fuera una experiencia memorable para ellos y también para sus padres. “Era muy difícil encontrar un lugar en el que te quisieran atender a los niños por traviesos, porque algunos lloraban o no se dejaban cortar el cabello. De ahí surgió la idea”.

Esa idea se materializó en 1986 con una estética que logró convertirse en una franquicia cuidada al detalle, pues aunque hay 14 sucursales en el Área Metropolitana de Guadalajara, también se abrieron en ciudades como Puerto Vallarta, Colima y Durango, pero todas tienen la misma esencia, pues las estilistas reciben la capacitación directamente de su creadora.

Un concepto con valor

Para Patricia, más allá de ofrecer una experiencia de calidad a niños y papás lo que busca es fomentar una autoimagen positiva a temprana edad. “Es un negocio necesario para el aseo y el cuidado profesional. Enseñarlos a estar aseados y tener una buena presencia para ellos mismos repercute en su autoestima cuando son adultos”.

El concepto es muy sencillo, no sólo es un espacio que recibe a los pequeños con calidez sino que también tienen libertad de expresarse y jugar, para ello cuenta con un personal capacitado para brindar atención de calidad y con la rapidez y paciencia que un niño demanda, pues no todos están dispuestos a permanecer quietos por mucho tiempo. “Me la pensé en ‘franquiciar’, se necesitan chicas que les gusten los niños, que tengan paciencia y tolerancia, que sean buenísimas estilistas y súper rápidas para que los niños no se desesperen”. Y consciente del ritmo acelerado de la ciudad, algunas sucursales ofrecen también servicio de peinado sencillo para las mamás, para que todos salgan de las instalaciones listos para un evento.

Después de la tempestad

Ahora que la normalidad llegó, e incluso el cubrebocas es opcional en el Estado, Patricia recuerda que los primeros meses del confinamiento por COVID-19 en 2020 fueron muy difíciles para la marca, pues al cerraron por completo casi tres meses. “Fue muy dificil porque aunque quizá pude ofrecer el servicio a domicilio, fuimos muy cuidadosos –para no contraer o llevar el virus–. Pudimos sostenernos con adeudos para mantener el negocio”.

Pero no todas las sucursales pudieron lograrlo, las condiciones eran distintas para todos, sobre todo por los dueños de los locales en renta, que no fueron flexibles con los arrendatarios o por el personal que no pudo seguir el ritmo.

Recuerda divertida que tras los meses de cierre obligado, sus clientes de siempre tenían una historia por contar en su cabello: “Los niños llegaban con cabelleras súper largas –porque no la cortaron en meses– y otros donde mamá se convirtió en estilista (risas) y poco a poco volvimos a la operación”. Pero no todas las sucursales pudieron contar la misma historia, pues en esos primeros meses se cerraron ocho de las 19 sucursales y de a poco abrieron de nuevo.

Pese a esos números que para muchos pudieron ser alarmantes, Patricia tuvo claro que la lealtad permanecería luego de la tormenta. “No hay que darse por vencido ante nada de lo que se te presente”, pero como empresaria reconoce que tener un ahorro de emergencia es indispensable. “La gente que tiene oportunidad de ahorrar es buenísimo, no sabemos el día de mañana qué eventualidad pueda suceder”.

"El Silloncito ha sido un negocio hermoso, porque los niños son lo máximo. Es lo único honesto que hay en el mundo ahorita"

Patricia Gutiérrez Cuevas

Experiencia como aliado 

Patricia, como emprendedora que a su vez es coach de otros emprendedores de su franquicia, menciona que gran parte del éxito de un negocio es tener muy claro el concepto del proyecto y que de verdad pongan el corazón en ello, ya que será parte de su vida. “Si uno quiere poner un negocio, debe estar convencido para que funcione bien. No hay que buscar un negocio por entretenimiento, le tienen que echar ‘todos los kilos del mundo’ como en cualquier cosa en la vida”.

Por Gabriela Aguilar

gabriela.aguilar@mail.com

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