Las imágenes creadas por IA del supuesto Tsuru 2026 que encendieron las redes muestran un auto con estética afilada y líneas más agresivas, intentando mezclar el diseño clásico con detalles contemporáneos.Sin embargo, especialistas señalan que el estilo recuerda más a vehículos de Volkswagen que a los de Nissan, con emblemas poco definidos y tipografías incoherentes, lo que refuerza su origen artificial. Si el modelo volviera, probablemente conservaría una filosofía práctica y económica. El Tsuru 2017 montaba un motor de 1.6 litros con 105 hp. Una versión moderna podría elevar ligeramente la potencia —posiblemente hasta los 120 hp—, adoptar inyección electrónica más eficiente y ofrecer opciones manuales o automáticas. No sería un vehículo de alto rendimiento, sino una propuesta urbana y funcional. Es poco probable. La esencia del Tsuru siempre fue la economía, y los costos asociados a sistemas eléctricos completos harían inviable mantener un precio competitivo. Una versión híbrida ligera podría ser considerada, pero aún eso implicaría un salto tecnológico significativo. Lo más realista sería mantener un motor de combustión eficiente, con consumos reducidos, ideales para traslados urbanos. Pocas marcas han logrado el arraigo emocional del Tsuru. Con más de 2.4 millones de unidades vendidas entre 1984 y 2017, este modelo se convirtió en un símbolo del auto confiable y accesible. Su popularidad entre taxistas, estudiantes y familias mexicanas permanece vigente, al punto de que su posible regreso, aunque improbable, sigue despertando nostalgia y expectativa. EE