Jueves, 25 de Abril 2024

FIL 2021: Marisol Schulz y una feria que será particular

La directora de esta cita literaria comparte los pormenores del evento, que se celebrará en formato híbrido

Por: El Informador

Marisol Schulz. La directora de la FIL se sintió honrada de haber recibido el Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial que otorga la CANIEM. El Informador

Marisol Schulz. La directora de la FIL se sintió honrada de haber recibido el Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial que otorga la CANIEM. El Informador

En unos días, comenzarán las actividades de la 35 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara -del 27 de noviembre al 5 de diciembre-  y, para su actual directora, Marisol Schulz, no son pocos los retos que deberán enfrentar de cara a una edición híbrida en la que sólo el 70 por ciento de sus actividades serán presenciales y, además, observará en sus diferentes escenarios medidas especiales de cuidado sanitario derivadas de la conocida contingencia sanitaria por COVID-19.

Ahora bien, Schulz viene de recibir -el pasado 11 de noviembre- el Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial que otorga la CANIEM, en este sentido, refiere sentirse “muy honrada, porque se reconoce una trayectoria de vida, para quienes hemos trabajado en el sector editorial; y me da gusto porque voltearon a ver una trayectoria de más de 40 años dedicados a los libros”.

En ese lapso, dice la directora de la FIL, en el que “he cumplido casi todas las labores editoriales, el premio me hace feliz porque lo otorga la gente de mi gremio; he sido editora por muchos años y, aunque esté a cargo de una feria del libro (que es otra trinchera), no dejo de serlo. De lo que se trata es, finalmente, de trabajar en favor del libro, y es bueno que reconozcan a la gente que trabaja, porque nada se me dio gratis, he puesto mucho empeño y esfuerzo”.

Promoción de la lectura

Justo para hacer referencia a su labor editorial de muchos años, Schulz es una testigo privilegiada de los diferentes cambios en lo que concierne a la promoción de la lectura, en la que “como país siempre estamos en situación de emergencia, porque no dejamos de ser un país no lector en términos proporcionales”; así, detalla, “no puede tener la FIL la responsabilidad de la lectura para toda la república por los 365 días del año; la feria ocurre en una zona metropolitana del país durante 9 días del año. Falta mucho por hacer en favor de la lectura en México, pero el esfuerzo es constante”.

Con todo, el impacto de la FIL “es muy favorable en diferentes sectores, y aunque contribuye a la promoción lectora no ha cambiado el índice lector de todo el país”; ahora bien, la feria no se ha enfocado en exclusiva en la industria editorial, asegura Schulz, “trabajamos mucho, y lo digo como alguien que ha estado presente en la feria por 35 años, con promotores de lectura, en la realización de seminarios y con FIL Niños, ECOS de la FIL o FIL Joven”.

De este modo, como alguien que ha visto la evolución de la feria, establece su directora, descartar esa labor permanente de la FIL “es estar desinformado; porque claro que la feria tiene un componente comercial sin el cual no habría sobrevivido, había sido un programa cultural de los muchos que surgen y desaparecen”.

Finanzas e impacto cultural

En estos términos, la FIL es, ante todo, particular porque se trata de una empresa universitaria que no privilegia las ganancias que, indica la directora, “dependen de los auspicios, que son pocos, y de patrocinadores privados. Hemos llegado a contar con más de 60 empresas cuya presencia se refleja en la marca, y eso habla de la importancia del evento. Como empresa, la FIL es autosuficiente en términos financiables, y es un buen esquema económico pues, gracias a lo que se obtiene se puede continuar trabajando”.

Ahora bien, especifica, “las actividades comerciales son parte de cualquier feria del libro, de otro modo, no habría feria como tal. Las ferias de Frankfurt o Boloña son completamente comerciales y no tienen el componente cultural ni el objetivo de formar lectores. La nuestra es una feria mixta que desde sus inicios ha hecho mucho por promover la lectura entre la población. Si fuera un evento solamente comercial, la Fundación Princesa de Asturias no habría volteado a ver la feria que, si recibió su distinción, fue por su impacto cultural”.

Sector golpeado

Por otra parte, el sector editorial mexicano llega a la feria, opina Schulz, “muy golpeado económicamente; la industria tuvo muchas pérdidas, sobre todo en 2020, pues no hubo (prácticamente) puntos de venta. Buena parte de las ganancias del sector provienen de la compra por impulso, que se consigue yendo a librerías o espacios de venta y exhibición; al no haberlos, se sufre una merma importante”.

Además, continúa la también editora, “también está la cuestión de los libros de texto pues, al mantener las escuelas cerradas por la pandemia, no circularon; eso golpeó mucho a la industria en este país en particular, pero en toda Latinoamérica en lo general. Se trata de pérdidas difíciles de reponer y, por ello, el sector llega golpeado en lo económico”.

De esta manera, resalta Schulz, la feria “ha sido muy flexible” al operar su esquema de pagos por sus stands, y algunas editoriales independientes han aprovechado para fortalecerse a partir de asociarse y promover sus títulos en grupo. A esto se suma “la actitud de brindar un descuento general, para todos, justo por lo mermada que llega la industria”.

La feria híbrida

El esquema “híbrido” de operación y funcionamiento para la FIL de este año, dice Schulz, se desarrolló “de la mano de los epidemiólogos de la UdeG y de quienes integran la Mesa de Salud del gobierno estatal; hemos tenido varias reuniones y, tras observar el comportamiento de la pandemia, recurrimos a la división del horario en dos turnos: de 9 a 14 horas y de 16 a 21 horas (de 14 a 16 horas se cierra para sanitizar)”.

Asimismo, “se trabajará para atender a un aforo limitado, que es el que marca la autoridad sanitaria; esto es, se trata de 12 mil 500 personas por turno, un total de 25 mil al día. Hay que cumplir con ello al pie de la letra. Ahora bien, los flujos importantes de niños y jóvenes se canalizarán -por este año- al Pabellón que se ubicará en el Centro Cultural Universitario, con una carpa donde habrá actividades al aire libre, donde se halla la Biblioteca Juan José Arreola y el Conjunto Santander. Todo esto también tendrá restricción de aforo para mayor control”.

Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial

Reconocimiento profesional que se entrega anualmente desde 1978 por parte de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) a una persona que haya dedicado buena parte de su vida a la difusión de la cultura a través del libro o las publicaciones periódicas, en cualquiera de sus áreas de desempeño. El nombre proviene del primer impresor del que se tiene noticia en el país: Juan Palos (o Giovanni de Paoli), que estuvo activo de 1539 a 1561 en la Ciudad de México. Se entrega formalmente el 12 de noviembre, cumpleaños de Sor Juana Inés de la Cruz y Día Nacional del Libro.

DATOS DE INTERÉS

  • De acuerdo con el más reciente reporte -del 22 de abril de 2021- del Módulo sobre Lectura (MOLEC) que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se desprenden dos cifras para atender…
  • 1) El promedio de libros que leyó la población adulta lectora (quienes son mayores de 18 años y pueden escribir un recado) durante el último año fue de 3.7 ejemplares. Esta cifra no se alcanzaba desde 2017.
  • 2) El 71.6 por ciento de la población adulta lectora declaró leer alguno de los materiales considerados por el MOLEC (es decir: revistas, periódicos, blogs y diferentes medios en red) y, en comparación con 2016, hay una reducción de 9.2 por ciento.

MQ

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