La vida cambió para Susana Calderón Gallegos. Lo que inició como un viaje especial a Egipto, le significó la pérdida de su esposo -Luis Barajas- y graves heridas en su cuerpo. Fue en 2015 cuando esta tapatía llegó a los titulares internacionales ante el bombardeo que ella y el grupo de turistas con el que viajaba fue blanco del ataque por parte del ejército nacional de esa nación, a la fecha sigue sin esclarecerse el evento, se ha dicho que los viajeros fueron confundidos con un grupo terrorista.Tras una larga recuperación y enfrentar la muerte de su esposo en ese violento suceso, Susana progresivamente se incorpora de nuevo a las actividades cotidianas, aunque asegura no ser la misma desde ese 13 de septiembre de 2015, día en el que estuvo a merced de las bombas que cayeron sobre El Cairo.En su proceso, Susana relata el ir y venir entre hospitales, el afrontar la ausencia de su compañero de vida, los recuerdos tormentosos… hasta que decidió expresar y lanzar fuera todo su sentir a través de grabaciones personales, que después se volvieron letras impresas y luego, el libro “El silencio de Dios”, en el que plasma su vivencia en ese fatal viaje turístico y, especialmente, cómo ella lo vivió a la espera de que su vida también se apagara entre cada bomba.La autora detalla respecto a este proceso que ahora es material de lectura: “Cuando vuelvo a casa para recuperarme, empiezo a hacer grabaciones de voz, vienen recuerdos a mi mente, en esas grabaciones le platicaba a mi esposo todo lo que había sucedido. El libro es una larga plática que estoy teniendo con él, todo lo que sucedió a partir del segundo bombardeo cuando nos perdimos de vista, todo lo que enfrenté sola. Intentando que este terrible dolor que tenía dentro se mudara a otra parte, pero no lo conseguí, después hice una trascripción a letras”. El amor entre el dolor y el terrorSusana puntualiza que lo narrado en el libro es lo que ella vivió, incluso, antes del ataque, pues aborda desde la ilusión que le despertaba hacer un recorrido tan especial con su esposo a aquel lugar extranjero y ajeno; hasta cómo fue reconciliándose con la vida luego de que ésta tuviera un vuelco por completo.“Después de mucho sufrimiento, de luchas, aprendí mucho. La vida me mostró mucho y decidí compartirlo en forma de letras. Es un relato real, fiel, traté de pulirlo lo más que pude para que quedará digerible, es fuerte la experiencia, pero no quería que quedara tan crudo. Es una historia de amor en medio de dolor, terror y salpicado de mucha fe, esperanza y valentía”.Susana -nacida el 17 de noviembre de 1965, dedicada a la terapia Gestalt y de choque y tanatología, entre otras ramas- destaca que su versión de lo ocurrido difiere de los informes que dieron los medios de comunicación al anunciar el ataque y sus causas, por lo que el libro también resulta un testimonio de una noticia que dio la vuelta al mundo.
