El amor es uno de los temas literarios que siempre cautivan a los lectores, por ello la historia de “Amores adúlteros” (ed. Alfaguara) de los escritores Beatriz Rivas y Federico Traeger ha encontrado a miles de lectores que se identifican con su historia. Editados por primera vez en un solo volumen, los dos libros que conforman la historia de una pareja regresa a las librerías en busca de más lectores. En entrevista, Traeger cuenta cómo fue regresar y releer este libro que escribieron a cuatro manos hace un decenio: “Con la distancia hay partes que ya no sabemos quién las escribió. Se fundieron un poco las tintas. Los segmentos más cortos de uno o dos renglones sí los escribimos entre ambos. Fue una experiencia muy sorprendente leerlo: hace tiempo que no releía ninguno de los dos libros. La reedición comprende los dos libros, la historia completa. Al leerlos de corrido fue sorprendente ver cómo fluye la historia: la primera parte está hecha de momentos, de arrebatos e instantes. La segunda es un poco más costumbrista, ya llevan varios años juntos. Es más novelada, un poco más tradicional”. Además, detalla cómo surgió esta colaboración literaria: “La escribimos a distancia: yo vivía fuera del país, Beatriz estaba en la Ciudad de México. Todo comenzó por un ejercicio literario, creativo, que dejó Beatriz cuando formé parte de un taller literario, un taller exprés de cinco días sobre cómo destrabar una novela. Pidió un texto acerca de la infidelidad para ver el estilo de cada quien, antes de entrar a los proyectos. A partir de eso se le ocurrió empezar a jugar con el texto que le entregué. Me regresó un juego con un par de párrafos de mi texto con párrafos intercalados de ella”.Para ejemplificar la colaboración, el autor hizo una analogía con la música, arte que también ejerce: “Diría que fue como tocar jazz: dentro de la idea de improvisar. Beatriz es una escritora generosa, le gusta jugar a veces como si fuera músico, invitar al escenario a otros para hacer arte”. Rivas ha escrito ficción en coautoría con más autores (como Eileen Truax y Armando Vega-Gil).El enganche de los lectoresEl experimento creció y se transformó en la primera parte de “Amores adúlteros”, que tras publicarse enganchó a múltiples lectores que “nos contaban sus experiencias personales, incluso a pedirnos alguna recomendación, a confesarnos que llevaban diez años con una relación extramarital, cosas por el estilo que nos sorprendieron mucho: no esperábamos que esto animara a tantas personas a hablar de sus propias relaciones, a confesar sus secretos más íntimos”. Debido al éxito y la petición del público escribieron la segunda parte, que cierra la historia: “Pensábamos que el primer libro era la historia completa: no nos propusimos continuarla. Pero los lectores, sobre todo las lectoras, nos pedían que continuara la historia”. La nueva edición recoge también el trabajo fotográfico hecho ex profeso para “Amores adúlteros”: “Fue una idea de nuestro querido editor, Ramón Córdoba, quien invitó al fotógrafo Teseo Fournier para tomar las imágenes durante una noche de cantinas en el Centro de la ciudad. Se le ocurrió hacer fotos muy cerradas, que revelaran vistazos”.JL
