Ayer, durante el séptimo día de actividades de la edición 37 de la FIL Guadalajara, los moneros Saúl Herrera “Qucho”, Osvaldo Muñoz Aceves “Osvaldo monos”, Chavo del Toro y Daniel Camacho Ángel se reunieron en un conversatorio para reflexionar acerca de los retos que enfrentan los caricaturistas de Guadalajara en la actualidad.En ese sentido, salió a colación el cómo abordar a las mujeres políticas en la caricatura sin caer en temas de violencia política de género a propósito de que se vislumbra que por primera vez México tendrá a una mujer en la presidencia. Por ejemplo, “Qucho”, compartió a EL INFORMADOR que sí es un tema que le preocupa y le interesa abordar, resaltando que sería importante para él tener un manual de estilo de parte de las mujeres activistas en pro de los derechos de este sector de la población. Recuerda que un cartón que hizo para un portal, tuvo una observación de una catedrática del ITESO, “lo vi lo revisé, me equivoqué y ofrecí unas disculpas porque dentro de nosotros hay un machismo muy arraigado que sí tenemos que trabajar, no sólo los moneros, toda la sociedad. Entonces, sí estoy preocupado y trato de ser bien cuidadoso en esa línea”.Para él sería una muy buena idea, refrenda, acercarse a estos grupos de mujeres, “porque desde luego la perspectiva que tienes tú como hombre a la que tiene una mujer es totalmente diferente, lo que para ti es normal, para ellas no, alguna frase que enfoques mal, te puede meter en problemas y hacerte ver como un violentador. Comenzaré a sondear con contactos y con gente que sé que se dedica a esto para que me den una buena orientación porque será un sexenio largo”.Por su parte Chavo del Toro recordó un caso con Claudia Sheinbaum, cuando ella en una de sus “mañaneras” habló de un cartón que él hizo donde aparece como marioneta con el título “Los hilos de la política” donde ella resaltó que se trataba de misoginia y machismo. Sin embargo, resaltó el monero que los políticos son tramposos y siempre buscarán la manera de hacerse las víctimas, pues además todos en general son muy narcisistas. “Estamos en una reflexión de cómo vamos a enfrentar esto, porque no nada más nos enfrentamos a una onda moral o ética, nos estamos enfrentando también a cuestiones legales. Los políticos son tramposos y siempre van a tratar de ocultar y de victimizarse. Entonces, lo importante es que como ciudadanos y como periodista ejerzamos ese derecho constantemente (de la libertad de expresión). ¿Por qué? Porque a Claudia Sheinbaum se le cayó el metro y uno lo tiene que señalar. Tramposamente el político, sea mujer u hombre -pero estamos hablando de este tema de la mujer- utilizan callarte a través de la cultura woke”. En esa misma línea, explica Chavo que las libertades él las ve cada vez más cortas.Por su parte, Daniel Camacho Ángel enfatizó que la libertad de prensa es de quien la trabaja, “a veces te quedas sin muchos espacios, pero hay que ejercerla. Este oficio se trata de tener valor para opinar y desde mi punto de vista yo opino lo que interpreto”, pero esto, refiere, tampoco tiene que ser lo que opine el lector.Finalmente, Osvaldo refrendó el punto, “el objetivo final de nuestro cartón son los lectores. Y a propósito de este tema de las trampas, el político es el que hace el remedio y la enfermedad. Hoy tenemos un termómetro muy permanente en cuanto a las redes sociales”. CT
