Jueves, 18 de Abril 2024

Liza Donnelly y Nani confrontan desde la viñeta la cultura de la cancelación 

La plática abordó un tema muy actual: cómo hacer humor sin ofender a nadie

Por: Norma Gutiérrez

Las autoras señalaron que en esta cultura de la cancelación se debe entender que hay diferentes facetas y parámetros. EL INFORMADOR/ A. Camacho

Las autoras señalaron que en esta cultura de la cancelación se debe entender que hay diferentes facetas y parámetros. EL INFORMADOR/ A. Camacho

El Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta (EICH) ha comenzado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), y previo a que comenzaran las primeras mesas de diálogo entorno a la actualidad y desafíos que enfrentan los artistas gráficos, 

Eduardo Flores Galindo, coordinador general del Encuentro internacional de Caricatura e Historieta, y Francisco González Madariaga, rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), inauguraron formalmente el EICH en compañía del monero Trino Camacho, quien este año será galardonado con el Homenaje de Caricatura La Catrina, siendo así el primer artista tapatío en recibir esta distinción. Trino, quien este 2022 fue distinguido por sus contribuciones al mundo de los cómics con el premio internacional Inkpot, en la reciente edición de la Comic-Con 2022, en San Diego, celebró la oportunidad de ser el “Catrín” de este año en la FIL, de la que dijo estar entusiasmado de regresar y reencontrarse con los lectores.

Con la declaratoria de inicio del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta (EICH), comenzó la primera charla de la jornada con la mesa “La cultura de la cancelación y los monos. Una reflexión sobre las sentencias anónimas al trabajo de los caricaturistas y la corrección del patíbulo de las redes”, en donde la ilustradora Liza Donnelly, reconocida por sus trabajos en medios como The New Yorker, así como la también artista gráfica colombiana Adriana Mosquera Soto “Nani”, compartieron experiencias y reflexiones sobre cómo el escrutinio público y lo mediático de las redes sociales impacta en el artista y su contenido.

Ambas artistas memoraron algunas experiencias entorno a las confrontaciones que han tenido con los lectores por las posturas de sus viñetas, explorando cómo el proceso creativo es un reto latente para desde la ingenuidad evitar ofender a alguien o grupos sociales desde la idea narrativa y estética que formulan en sus personajes llevado tanto al papel como al pixel del internet, destacando que ante la ahora conocida y popular “cultura de la cancelación” hay desafíos mayúsculos cuando se está desde la trinchera de la comedia: cómo hacer humor sin ofender a nadie.

La ilustradora colombiana Nani subrayó que la cultura de la cancelación siempre ha estado presente, y que previo a que todo el mundo pudiera exponer sus puntos de vista en las redes sociales de una manera mediática, todos desde lo familiar y en los círculos de amistades hemos ejercido la crítica y descontento hacia la propuesta o perspectiva de alguien.

¿Cómo enfrentar el escrutinio público?

EL INFORMADOR/A. Camacho

Nani memoró una experiencia peculiar al ser no solo cancelada por un lector venezolano ofendido por una viñeta referente a la migración y la xenofobia, pues el conflicto escaló a una demanda que, aunque desde el inicio fue absurda para la caricaturista, avanzó hasta un juez que, para su fortuna, desechó la demanda del quejoso, refiriendo que este tipo de situaciones exponen cómo la ley aún tiene ciertos vacíos e incertidumbres respecto al derecho de expresión.

Liza Donnelly explicó que en su caso no ha tenido experiencias de esta magnitud con sus lectores o público que descubre su trabajo, al detallar que apuesta por que sus viñetas reflejen parte de su personalidad “callada” y explorando temas de su interés, y aunque puntualizó que pareciera no meterse en polémicas de manera directa, enfatizó que para ella, por ser mujer, “cualquier día es político”, por lo que sus propuestas ilustradas y narrativas siempre tendrán una puerta abierta a la provocación dependiendo del lector.

En este sentido, la ilustradora que actualmente publica en The Washington Post, recordó que al inicio de sus viñetas pensó en que solo tendría la oportunidad de plasmar sus experiencias como la mujer estadounidense que es y que no se atrevería a explorar otras situaciones respecto a las mujeres al no tener esas experiencias culturales y sociales de manera vivencial, sin embargo, apuntó que con el tiempo entendió que comparte muchas similitudes con otras mujeres del mundo si se mira desde los impactos históricos y sistémicos que la opresión o el machismo han tenido en las mujeres.

"Estamos aquí para aprender"

Ante las preguntas del público que acudió a la charla, Nani respondió su perspectiva sobre el humor particular de México, enfatizando que si hay algo que no le gusta es cómo se siguen replicando y repitiendo estereotipos machistas tanto en la narrativa como en la propuesta visual de la viñeta, al destacar que al hombre siempre se le “permite” ser feo e infiel, y a las mujeres siempre se les dibuja con un cuerpo perfecto y aún sometida a la idea de víctima y santa. Liza Donnelly compartió que desde perspectiva sí debería de haber ciertas limitaciones en el humor, al referir que en Estados Unidos, por ejemplo, se dice que los artistas críticos deben “pegar hacia arriba”, a quienes abusan del poder, por lo que ella opta nunca hablar de la religión, pero sí de la o las instituciones y de quienes las manejan, con la firme intención de nunca insultar a quien esté abajo.

Otro punto dialogado por Nani y Liza Donnelly fue sobre qué pasa cuando en el pasado el artista compartió algo que hoy se considera como ofensivo, a lo que la dibujante colombiana puntualizó que todo el mundo tiene derecho a cambiar, ya que este tipo de cancelación es una jugada muy sucia, al no permitirle a la persona mostrar que cambió o tener la libertad de detractarse, pues indicó que esto no solo debe aplicar para los artistas, pues todo el mundo desde lo personal lo hace, “estamos aquí para aprender”, enfatizó.

Liza refirió que si bien mirar al pasado con la intención de cancelar a alguien por cómo pensaba hace años es algo muy limitante para la creatividad, señaló que en esta cultura de la cancelación se debe entender que hay diferentes facetas y parámetros para ello, poniendo como ejemplo al rapero Kanye West, quien ha estado inmerso en la polémica al declarar públicamente si el dictador nazi Hitler es de su agrado: “puedes aprender, pero no perdonar todo”, destacó Liza Donnelly.

FS

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