Este 23 de abril, Día Mundial del Libro, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) convirtió la explanada de la Rectoría General de la Universidad de Guadalajara en un espacio de memoria, homenaje y lectura colectiva para rendir tributo a Rosario Castellanos, una de las autoras más trascendentes del siglo XX en México. En el centenario de su nacimiento, su obra Balún Canán fue leída en voz alta durante siete horas continuas como parte de una tradición que, inspirada en el Día de Sant Jordi, ha echado raíces profundas en la cultura tapatía.Desde las 10:00 hasta las 17:00 horas, decenas de lectores —entre estudiantes, docentes, promotores culturales y público en general— dieron vida a las páginas de la novela más emblemática de Castellanos, en un acto que trascendió el simple ejercicio literario para convertirse en una reflexión colectiva sobre los temas que atraviesan su narrativa: poder, identidad, género, desigualdad y marginación. Durante la ceremonia de apertura, el presidente de la FIL, José Trinidad Padilla López, subrayó el doble carácter de la jornada: una celebración de la lectura y un tributo a las voces que han moldeado nuestra mirada del mundo."Este encuentro es, ante todo, una celebración de la lectura, pero también un acto de reconocimiento a las voces literarias que han dado forma a nuestra mirada del mundo y de nosotros mismos", expresó. Antes de dar paso al maratón, dedicó unas palabras emotivas al recientemente fallecido Mario Vargas Llosa, figura fundamental de la literatura hispanoamericana y entrañable amigo de la FIL."El pasado 13 de abril en Lima, Perú, el mundo despidió a Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura, una figura monumental de las letras hispanoamericanas. Su obra deja una huella imborrable en la cultura universal. Hoy desde Guadalajara queremos enviar nuestras condolencias a su familia, a sus amistades, a la comunidad literaria y a todo aquel que alguna vez se sintió conmovido, sacudido o transformado por sus páginas", pronunció con solemnidad. Padilla López destacó que Vargas Llosa no solo fue un visitante habitual de la feria, sino un impulsor de muchas de sus iniciativas. Recordó su papel clave en la Cátedra Mario Vargas Llosa y su vinculación profunda con la Universidad de Guadalajara, desde donde se organizaron bienales dedicadas a la literatura y al periodismo. Subrayó que el autor peruano fue una figura polémica, sí, pero también esencial por su compromiso con las ideas y la libertad."No solamente era un gran escritor, un gran creador en el ámbito de la ficción, sino que también incursionó en el ámbito de la política. Eso lo hizo un personaje también muy controvertido, pero justamente eso le da un valor importante", añadió. "Nosotros lo que celebramos es la libertad para debatirlo, para pensarlo, para expresarlo. Y por eso siempre hemos dicho que la Feria Internacional del Libro es un foro plural en donde convergen todas las expresiones de pensamiento".Tras rendir homenaje a Vargas Llosa, el presidente de la FIL enfocó su discurso en el eje central del evento: Rosario Castellanos y su legado literario y social. "Balún Canán no solo es un testimonio literario de una infancia en Chiapas, sino también una poderosa reflexión sobre el poder, sobre la identidad, el género, la desigualdad y la marginación", afirmó."Castellanos nos confronta con preguntas que siguen siendo urgentes en el México desgarrado de hoy. ¿Quién tiene voz? ¿Quién narra la historia? ¿Qué podemos aprender de los silencios que la atraviesan?" La directora de la FIL Guadalajara, Marisol Schulz, también se sumó al tributo, destacando la relevancia de Rosario Castellanos como figura literaria y feminista. "Hablar de Rosario Castellanos es referirse a una de las literatas más importantes del siglo XX en México y a una de las figuras más influyentes del feminismo en este país", afirmó.Schulz rememoró la fuerte conexión entre la feria y Mario Vargas Llosa. "Recordemos que tres ediciones de la Bienal de Novela Vargas Llosa se llevaron a cabo precisamente aquí en Guadalajara. Cada que tenía una novedad literaria, para él era fundamental venir a presentarla a la FIL", comentó. "Era un gran amigo de todos nosotros. Queda su letra, queda su legado literario y queda también la memoria de tantas veces que nos acompañó".Acerca de la celebración de este año, Schulz subrayó el carácter simbólico del maratón, que no solo rinde homenaje a la autora chiapaneca, sino que también reivindica la lectura como un acto de resistencia cultural. "Este maratón adquiere hoy un significado muy especial. No es solo un homenaje a su obra, sino también un espacio para detenernos en medio del ruido cotidiano y permitirnos escucharnos".La lectura de Balún Canán atrajo a personas de todas las edades, entre ellos Benjamín Hernández Mayoral, maestro de español en la secundaria Nicolás Copérnico Mixta 28, quien ha asistido por veinte años consecutivos con su grupo de Letras Vivas. "Para nosotros ha sido divertido, a la vez de que aprendemos mucho. Ya es una tradición en la escuela venir a los festejos del Día Mundial del Libro", compartió. Como cada año, el docente asistió personificado, esta vez representó al Quijote, mientras sus alumnos se disfrazaban de personajes literarios. "Ellos eligen su personaje con el cual se identifican y cada año que entran los motivamos a integrarse al grupo de Letras Vivas, y afortunadamente siempre hay muchos que tienen ganas de participar", agregó.La fiesta literaria también incluyó actividades familiares como talleres de costura, venta de libros y distribución de rosas, una tradición inspirada en la celebración catalana de Sant Jordi, que la FIL adoptó desde 2002, cuando comenzó a conmemorar oficialmente el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor."Desde entonces se ha convertido en una tradición que une a diferentes generaciones, voces y realidades", dijo Schulz. "Este año es Barcelona la invitada de honor, así que se cierra un ciclo con esta celebración".Castellanos, destacó la directora, no solo nos legó una obra fundamental como Balún Canán, sino una forma de ver el mundo con mirada crítica y sensibilidad social. "Rito de iniciación", su novela póstuma, también fue mencionada como ejemplo de su postura ante la condición femenina, incluso antes de que el término "feminismo" se usara con normalidad en el país. "Cuando hablamos de feminismo, y ella no se puso como feminista, "Rito de iniciación" habla de la verdadera condición de la mujer, en aquellos años 50 en los que nadie hablaba de la palabra feminismo y, sin embargo, ella era eso”, dijo Schulz. "Es una figura que tenemos que rescatar todos".En cuanto a la relación de la FIL con el gobierno federal, Trino Padilla dejó claro que "no tiene por qué haber una mala relación. La Feria Internacional del Libro no es un proyecto político, es un proyecto cultural". También reafirmó la disposición de la FIL a colaborar con autoridades de todos los niveles y la apertura para que funcionarios asistan a las actividades, incluida la inauguración.Sobre el homenaje pendiente a Vargas Llosa, Schulz comentó que aún no hay una propuesta concreta, ya que el fallecimiento del autor ocurrió durante el periodo vacacional de Semana Santa. "Claro que va a haber un gran homenaje. Estamos justamente regresando a retomar actividades laborales, así que todavía no lo tenemos", explicó.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MB
