Viernes, 26 de Abril 2024

El origen de una tradición

Los Reyes Magos no eran verdaderos reyes, y tampoco la clase de magos que conocemos en la actualidad

Por: El Informador

Los reyes magos. Melchor, Gaspar y Baltasar son esperados por miles año con año alrededor del mundo. ILUSTRACIÓN • Cathy Baxter

Los reyes magos. Melchor, Gaspar y Baltasar son esperados por miles año con año alrededor del mundo. ILUSTRACIÓN • Cathy Baxter

Desde la colonización española a nuestro país, nuestras costumbres y tradiciones han cambiado. Una de las que hemos adoptado es la de cada 6 de enero, fecha en la que se acostumbra que los niños reciban regalos y se coma la tradicional rosca. Todo tiene un origen y los protagonistas principales de este relato bíblico: los tres Reyes Magos, resultan no ser exactamente como los conocemos.

La creencia común parece muy sencilla y plasma a Melchor, Gaspar y Baltasar como verdaderos miembros de la realeza, de hecho, existen afirmaciones que vienen de tres continentes diferentes: Europa, Asia y África, hecho que se reafirmaría con la presencia del caballo, el camello y el elefante en los que supuestamente llegaron a Belén, representando cada una de las regiones geográficas antes citadas.

La realidad es un tanto distinta, pues afirma que ni eran reyes, ni eran precisamente magos, al menos no con la definición de estos días, incluso, la Biblia ni siquiera afirma el número de estos personajes. Según algunos teólogos, el término “magos” viene de la palabra griega magoi, palabra que hace referencia a personas sabias, y muy frecuentemente también asociado a hombres educados o de alta influencia en su entorno.

Otras corrientes refieren que la palabra “magos” viene del término magi, cuyo plural sería magus, vocablo que se empleaba para referirse a los sacerdotes de una antigua religión persa. En ambas situaciones se establece que no son reyes y que serían personajes con vasto conocimiento y respeto, más no practicantes de lo que hoy conocemos como magia o ilusionismo.

El número de los Reyes Magos es más una suposición que una realidad, pues el relato evangélico menciona que hay tres regalos: oro, incienso y mirra, por lo que muchos asumieron que cada sabio llevaba un regalo al hijo de Dios. En algunas punturas antiguas que datan entre el Siglo II y el VI se pueden observar a tres nobles persas, quienes después se convirtieron en “reyes magos”.

Fue hasta la época entre el siglo VII y VIII que se tiene registro de los nombres de los tres Reyes Magos. Éstos se obtuvieron de pinturas que prevalecen como vestigios en antiguos templos italianos, donde se observa a tres personajes con nombres en hebreo: Magalath o Bithisarea, Serakin o Melchior y Galgalath o Gathaspa, y, aunque existen variaciones de estos nombres, en muchas locaciones del mundo con creencias de origen hispánico se les conoce como Melchor, Gaspar y Baltasar.

El cambio en estos personajes continuó, y en la edad media incluso eran venerados y reconocidos como santos, y fue entonces que se comenzaron a realizar diversas expresiones artísticas de los Reyes Magos ofreciendo tributo a Jesús, escena imaginaria, pero representada en vitrales, pinturas, grabados, etc. Esta corriente prevalece en la actualidad, pues suelen ser figurillas primarias en la colocación de los clásicos nacimientos.

El resto del relato es más consistente, pues varios escritos coinciden en que los nobles provenían de Persia, una región localizada en Medio Oriente y que fueron guiados por una estrella hasta Belén, lugar al que llegaron el seis de enero.

Este hecho es mejor conocido en los relatos como epifanía, que es un término con orígenes griegos que refiere a una revelación o manifestación, y eso habría ocurrido con la llegada del hijo de Dios, quien se habría manifestado en la Tierra como símbolo divino.

Costumbres modernas

Como es común, el paso del tiempo fue añadiendo variantes a las tradiciones principales. Para representar los regalos de los Reyes Magos a Jesús, en la actualidad se ofrecen juguetes y dulces, comúnmente, a los niños de cada casa, como símbolo del oro, incienso y mirra que los sabios persas habrían dado como ofrenda.

Otro derivado de estas fechas es la tradicional Rosca de Reyes, la cual comenzó como una tradición europea, más como una galleta de gran tamaño que poco a poco fue transformándose en el pan de forma ovalada que conocemos hoy en día.

El simbolismo de la Rosca de Reyes tampoco es muy preciso, pero existen algunos elementos en los que varios teólogos y relatos coinciden.

Según estos, la rosca tiene una forma ovalada cerrada lo que simboliza el amor de Dios, sin principio ni fin; la fruta encima sería una representación de las joyas de las coronas de los reyes.

Al principio, en la Rosca de Reyes se escondía un haba, que después se cambió por una figurilla de porcelana con forma humana, que representaba el hecho de que María y José escondieron a Jesús del Rey Herodes, ante una masacre de neonatos. Hoy en día se asocia a encontrar al “niño” como símbolo de buena fortuna y un buen inicio de año.

Aunque aún hay detalles que no se conocen, los relatos más exactos nos dejaron saber que los Reyes Magos en realidad eran sabios o sacerdotes de una vieja religión persa, pero estarían lejos de ser los personajes de la historia común que la mayoría conocía.
 

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