Jalisco

Rescatan a más de 40 jóvenes de reclutamiento

Operativos en la Central Nueva, junto con la verificación de identidades y filtros para venta de boletos, permiten atacar este delito

El problema del reclutamiento forzado de menores en Jalisco alcanzó un nuevo punto crítico tras confirmarse que más de 40 jóvenes, principalmente adolescentes, han sido rescatados en operativos implementados en la Central Camionera Nueva de Tlaquepaque. El fenómeno, que salió a la luz el año pasado, se intensificó después del hallazgo del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, presunto campo de adiestramiento criminal, y reveló que el Estado funciona como punto de encuentro donde las víctimas son citadas para su traslado hacia zonas de conflicto. “Los usan como carne de cañón”, advirtió el fiscal Salvador de los Santos, al señalar que muchos son movidos por rutas que conectan Zacatecas, Nayarit y Sinaloa.

La Secretaría de Seguridad y la Policía de Tlaquepaque informaron que, gracias a los operativos y al protocolo que impide vender boletos a menores sin identificación oficial, se evitó que al menos 45 adolescentes fueran trasladados por reclutadores. Las víctimas provenían de Jalisco, Michoacán, Ciudad de México, Nayarit y Colima, y pretendían viajar hacia entidades como Puebla o Aguascalientes. El menor más joven tenía apenas 13 años, lo que subraya la gravedad del fenómeno.

Aunque las autoridades reforzaron la vigilancia para impedir que menores engañados por supuestas ofertas laborales salgan o ingresen al Estado, los testimonios de víctimas confirman que el mecanismo criminal permanece activo e incluso continúa evolucionando. El caso de Carlos Sebastián, de 16 años, cuyo video se viralizó, evidenció la estrategia de captación. El joven relató que fue contactado mediante redes sociales con promesas de empleo y terminó reclutado para un grupo delictivo en Sinaloa. “Les prometen varias cosas; después los amarran y ya no los dejan ir”, contó, alertando a otros adolescentes a evitar esas falsas oportunidades.

Pese a estos avances, especialistas advierten que la estrategia tiene límites claros. El sociólogo e investigador de la Universidad de Guadalajara, Jorge Ramírez Plascencia, señaló que existe un subregistro profundo, pues algunas familias retiran denuncias bajo amenaza o presión criminal. Consideró que los operativos son solo un primer paso y no atienden la raíz del problema. “No se ha enviado un mensaje claro de que con los niños no se metan; estamos fallando en ese mensaje”, afirmó, insistiendo en la necesidad de acciones mucho más estructurales y sostenidas.

Frente a este panorama, el Estado amplió campañas preventivas en escuelas y redes sociales. El secretario de Seguridad, Juan Pablo Hernández, explicó que se advierte sobre nuevas modalidades de captación, incluidas ofertas difundidas mediante videojuegos y TikTok. “Algunos jóvenes saben a lo que van; se les ofrecen sumas atractivas”, reconoció, subrayando la sofisticación creciente de los métodos utilizados.

La directora del Centro de Prevención Social, Yasmin Palos, informó que instancias estatales trabajan con UNICEF en informes de contexto para identificar perfiles y condiciones de riesgo, aunque estos documentos aún no han sido difundidos públicamente pese a solicitudes formales.

A nivel federal, el gobernador Pablo Lemus insiste en homologar filtros de seguridad en todas las centrales camioneras, con medidas similares a las de los aeropuertos. Respaldó además la iniciativa para exigir identificación en la compra y abordaje de boletos y crear bases de datos de pasajeros, propuesta que permanece detenida en el Congreso pese al aumento regional de desapariciones vinculadas al reclutamiento criminal.

CT

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