Ahora, ¿cómo regresará?
¡Misión cumplida!
La operación militar estadounidense que llevó a María Corina Machado a Oslo, Noruega, fue “quirúrgica” y una demostración de cómo la maquinaria de la inteligencia castrense cumple sus objetivos a pesar de las dificultades de las maniobras.
Después de casi un año de permanecer escondida, por la persecución por parte del gobierno de Nicolás Maduro por el reclamo en el triunfo electoral que no quiso reconocer el dictador, la activista logró salir de la clandestinidad, cruzó el Atlántico y llegó al estrecho donde se unen el Mar del Norte con el Mar Báltico, donde se encuentra Oslo, para reunirse con su familia y ser -aunque con retraso- parte de algunos protocolos donde fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz.
De acuerdo con la versión del periódico Wall Street Journal, todo se inició el lunes por la tarde, cuando acompañada por dos personas -que pudieran ser de la inteligencia militar estadounidense- salió de Caracas, donde estaba escondida, para dirigirse a la costa norte en el Golfo de Venezuela y llegar a un puerto pesquero, donde tomaron un pequeño barco con dirección a la isla de Curazao, territorio de Países Bajos, que se encuentra a unos 65 kilómetros de distancia en línea recta, para de ahí volar a Oslo.
Sin embargo, para llevar a cabo la operación de salida de Machado hubo una serie de actividades distractoras que se iniciaron días antes desde la misma Casa Blanca, donde Donald Trump dijo que los días de Maduro al frente del gobierno de Venezuela “... estaban contados”, esto como preámbulo al operativo militar que entraría en acción. Desde el domingo la flota naval estadounidense inició una serie de operaciones en las aguas del Caribe y en el Atlántico. El martes, aviones F-18 de la Fuerza Aérea, que salieron del portaviones USS Gerald R. Ford -el más grande del mundo que está atracado frente a las costas de Venezuela- sobrevolaron territorio aéreo venezolano. Y el miércoles, las mismas fuerzas militares incautaron en aguas del Caribe un carguero petrolero con bandera de Venezuela. Todas estas maniobras fueron un distractor para quien opera desde el Palacio de Gobierno de Miraflores en Caracas, estuviera más atento a las operaciones estadounidenses a su alrededor, que a la salida de Machado a recibir su reconocimiento al otro lado del mundo.
Todo se hizo de manera “quirúrgica” por parte de la inteligencia militar estadounidense. ¡Misión cumplida! Ahora la pregunta es, ¿cómo va a regresar Machado a Venezuela; será a través del aeropuerto internacional Simón Bolívar -conocido también como Maiquetía- con una Venezuela liberada por Estados Unidos o a través de conductos clandestinos para continuar con su lucha?
Usted, ¿qué opina?