Ideas

Tentativas golpistas

En medio de una de las crisis sanitaria, económica y social más grande de la historia reciente, provocada por la pandemia del coronavirus, se pensaría que los esfuerzos de los poderes públicos y de la sociedad estarían enfocados a diseñar las mejores estrategias para proteger la vida de la población y velar porque nadie se quede sin cuidados tanto sanitarios como económicos.

Pero de modo irresponsable y mezquino, un conjunto de actores políticos, empresariales, opinadores y pseudo periodistas están concentrados más bien en aprovechar este momento de crisis para saldar su añeja animadversión con Andrés Manuel López Obrador, no sólo cuestionando la estrategia sanitaria y económica, a la que tienen derecho, sino que algunos incluso apuestan por sacarlo del gobierno mediante una alternativa golpista. 

La animadversión hacia el actual mandatario es tan grande que pareciera que desean que el actual gobierno salga mal parado de la emergencia sanitaria, es decir provocando una expansión de la pandemia y por lo tanto causando mayores contagios y muertes, para así aumentar el desprestigio e ilegitimidad de López Obrador. 

No es de ahora que el actual presidente de México tiene adversarios. A lo largo de su carrera política ha ido coleccionando legiones de enemigos. Y no se les puede pedir que por la emergencia cambien de opinión sobre López Obrador, pero lucrar políticamente en medio de la crisis sanitaria es completamente irresponsable. Y más aún apostando por una salida golpista. 

Uno de los burdos intentos golpistas fue exhibido en un audio en el que aparecen algunos empresarios en una llamada con el pseudo periodista Pedro Ferriz de Con. En ese audio el lector de noticias llama abiertamente a movilizarse para sacar a López Obrador de la presidencia, sostiene que el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez está a punto de desconocer al presidente de México e incluso sugiere una intervención del gobierno de Estados Unidos, sugerencia que es retomada con entusiasmo por uno de los participantes en la conversación. 

No creo que el gobernador de Jalisco se preste a maniobra como la que sugirió el conductor radiofónico, puesto que podría significar su suicidio político. 

Ferriz de Con no es ningún dirigente político distinguido, y menos un comunicador carismático, de modo que su llamado golpista no tendrá consecuencias. Sin embargo, su tono y el de sus interlocutores indican que sí hay sectores de la derecha, empresariales y de clases medias que eventualmente estén tentados a aceptar una salida golpista con tal de deshacerse de López Obrador. Incluso llamando a un intervencionismo de Estados Unidos.

Además de la sugerencia golpista de Ferriz de Con, la semana pasada vimos al lector de noticias Javier Alatorre llamar a la audiencia, de su programa de TV Azteca, a desconocer las indicaciones de la autoridad sanitaria al pedir que no se hiciera caso de las recomendaciones del subsecretario Hugo López-Gatell. Como bien sabemos, Alatorre fue un simple vocero de las indicaciones de su jefe, Ricardo Salinas Pliego, uno de los hombres más ricos de México gracias a las concesiones de bienes públicos que ha recibido desde hace 25 años. 

Además de estos dos casos exhibidos en estas semanas, podrían estar cocinándose otros intentos autoritarios y golpistas. Más allá de si se tiene simpatía o no por el gobierno de la Cuarta Transformación, los llamados golpistas de voceros de la derecha y de los intereses empresariales, deben cuestionase, pues no sólo ocurren en medio de una grave crisis sanitaria, económica y social, sino que de prosperar suponen salidas autoritarias, la participación de sectores militares, y la restricción masiva de libertades y el uso indiscriminado de la represión en contra de los disidentes políticos. 

Todas las alternativas golpistas y autoritarias deben condenarse, y deben atajarse. 

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