Ideas

La Misión Teocaltiche de Hermes

¿Cómo preservar y mantener la seguridad y el orden público en Teocaltiche? ¿Cómo hacer cumplir la ley y hacer realidad la obligación constitucional de garantizar la paz y la protección a los ciudadanos en este conflictivo municipio de la Región Altos Norte de Jalisco?

¿Cómo lograr el respeto a sus propiedades y a sus actividades económicas de los actos delictivos, del cobro de piso en una tierra sin ley, donde todos saben que el que manda es el narco?

Estas interrogantes serán las que deberá despejar Hermes Daniel Rodríguez Ortiz, quien, por decir lo trillado, pero también lo menos, se sacó la rifa del tigre al ser designado (y él aceptar) director de Seguridad Pública Municipal de Teocaltiche.

Muchos otros comisarios de los casi dos mil 500 municipios del país incumplen esta misión policial. Sus débiles corporaciones se ven rebasadas en número de efectivos y capacidad logística y de fuego ante las milicias del narco. Por eso los someten o los cooptan.

En Teocaltiche, ese desafío es doble. Hay que resistir los embates de dos grupos delincuenciales: el cártel Nueva Generación y el de Sinaloa, que se disputan esa tierra hace por lo menos un lustro, por enclavarse en una zona estratégica del territorio nacional para el tráfico de drogas, huachicol, migrantes, mercancía robada y para medrar de la extorsión en una zona de gran prosperidad económica.

Hermes lo sabe y es admirable su valor. Llega a una Comisaría cuyo antecesor fue asesinado a plena luz del día cuando circulaba en su auto con su esposa y su hijo. En la que encuentra una Policía intervenida y con apenas 10 elementos por la desbandada que hubo luego de que en febrero secuestraron en grupo a ocho de sus compañeros. Cuatro de ellos aparecieron muertos luego de ser torturados y grabados en video confesando sus presuntos vínculos criminales. Los otros cuatro siguen desaparecidos. Otro policía más fue asesinado después cuando dormía en su casa.

Su designación no siguió la ruta normal. Tras el asesinato de su antecesor, Ramón Grande Moncada, y el lunes pasado del secretario del Ayuntamiento, José Luis Pereida, nadie atendió el llamado de la alcaldesa priista, Silvia Margarita Villalobos, de hacerle una recomendación para el nombramiento. No los militares. No el Gobierno Estatal.

La decisión fue colectiva. Responsabilidades compartidas en la Comisión Ejecutiva de Seguridad, done convergen mandos castrenses y corporaciones federales y estatales.

Así, Hermes, un ex policía y mando de Zapopan y de la Policía Estatal llega con maletas a un pueblo incendiado y extraño para él, a tratar de cumplir la promesa gubernamental de pacificar Teocaltiche en menos de mes y medio.

Le va la vida en ello. Por eso, desde aquí, la mejor de las suertes Hermes.

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