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En defensa del video de la #NiñaBien

Ya todos vieron el video. Es pegajoso, la chica está guapa y el mensaje es efectivo: una joven acomodada, ferviente católica de misa en domingo, ve en Andrés Manuel López Obrador una opción para el país, pero no quiere ofender a su papi.

No es una chica muy lista. Su vocabulario es limitado, su visión de lo público es infantil y además le pide la bendición a un cura. Todo eso mientras alterna imágenes entre una iglesia, un Audi y su cama con peluchitos.

Pero es una genialidad de video: mensaje sencillo, personaje estereotipado y música pegadora, con un poco de acercamiento a la cadera en sensual vaivén y listo, hicieron un producto viral que no debería tener ningún pero.

Sin embargo, sí hubo peros porque al principio del video se presentan unos créditos que dan la impresión de que el video es una tarea estudiantil realizada para una clase en el ITESO, en Guadalajara.

Esos créditos, que ignoro si fueron puestos como parte de la idea viral o deliberadamente para engañar al público, a quienes engañó primero fuer a varios medios de comunicación serios, que no hablaron del video como un promocional o un videoclip político viral, sino como el inocente trabajo de una inocente universitaria.

El video es un producto cultural que hace eco de la vulgaridad y la simpleza como recurso pegador para la política y es una genialidad por eso

Y claro, no era. No es. No es un trabajo que circule por ese inocente mundo por el cual al parecer no debe correr el dinero porque es malísimo, no debe haber partidos porque son perversísimos ni deben trabajar casas productoras porque son del diablo y están pagadas con dinero, que ya quedamos que es malo, y por partidos que ya quedamos que son perversos.

Entonces, si la joven no es una estudiante de una universidad jesuita en una sociedad conservadora, ¿es un engaño?

No. Los que engañaron fueron los medios que se equivocaron. El video es un producto cultural que hace eco de la vulgaridad y la simpleza como recurso pegador para la política y es una genialidad por eso.

Dudo mucho que sirva para promover el voto, pero es un buen vehículo para hablar de política fuera del acartonamiento de las mesas redondas presididas por Denisse Dresser y hasta vuelve a provocar el debate sobre el papel de la iglesia católica en esta elección. ¿Pueden autorizar los sacerdotes una opción política ante sus feligreses? ¿Pueden dar su bendición ante una decisión electoral? ¿Un video que usa a un religioso bailando afecta a López Obrador o beneficia su opción política? ¿Un mensaje enviado a través de una chica estereotipada como boba pero rica y católica funciona para aumentar seguidores o es contraproducente?

Y listo, ya está la mesa puesta para el debate. Gran idea, la del video. 
 
Kumamoto y los megatramposos independientes

Pedro Kumamoto, Manuel Clouthier y otros cinco candidatos independientes al Senado, mostraron a los mexicanos que sí se puede lograr el apoyo requerido por la ley sin simular ni una sola credencial electoral. En la Ciudad de México hubo 12 aspirantes a candidaturas independientes que falsificaron el 99 por ciento de sus registros. Ahí nomás.

(ivabelle@gmail.com / @ivabelle_a)

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