Ideas

Bajar gasto y nómina, reto en municipios y Congreso

Las y los nuevos alcaldes que serán los primeros en asumir el próximo 1 de octubre, y los nuevos diputados y diputadas locales, que inician su gestión el 1 de noviembre, tienen un tema urgente en la agenda de austeridad y reducción de gasto público, que fue el clamor popular en las elecciones del pasado 1 de julio.

De los despilfarros municipales profundizamos aquí la semana pasada, al consignar cómo a pesar de que han sido recurrentes las promesas de campaña de bajar el gasto corriente y las nóminas en los distintos municipios al menos desde hace una década, lo cierto es que éstas han engordado sin justificación en la mayoría de los 125 ayuntamientos de Jalisco.

Decíamos que eso tiene a la Entidad entre las 10 que más gastan en burócratas municipales, según el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales que hizo el Inegi, desde su primera edición en el 2010. En ese año había 62 mil 739 empleados municipales; en 2014 se elevó a 71 mil 750; y en la última medición apareció con 78 mil 903 en el 2016. Jalisco tiene así una tasa de personal empleado en administraciones municipales de 984 burócratas por cada 100 mil habitantes, por arriba de la media nacional que es de 828. Nuevo León tiene 607, Veracruz 556 y Puebla 541.

Donde también la nómina sigue siendo elevada es en el Congreso estatal. En el estudio Informe Legislativo 2018 que elabora el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), el Poder Legislativo de Jalisco tiene la tercera nómina más obesa comparada con otros congresos del país. Ponderando su reducción en el gasto en otros rubros, es el quinto más costoso de México, con una nómina de 943 empleados, cuando el promedio es de 441 empleados por Congreso. Así, Jalisco es superado sólo por la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y el Congreso del Estado de México. No sólo eso. El estudio del Imco revela que el costo de cada uno de nuestros 39 diputadas y diputados locales es mayor que el de los federales. Partiendo de que el presupuesto del Congreso en el 2018 fue de 704.4 millones de pesos, cada legislador jalisciense cuesta 18 millones de pesos, mientras que en cada una de las y los 500 diputados federales se erogan 16.8 millones. En el Congreso de Jalisco además, concluye el estudio, al igual que en el resto del país, persisten prácticas de opacidad y hermetismo de sus ejercicios presupuestales.

La nueva Legislatura puede entrar a revisar y transparentar mejor el gasto del Congreso para seguir con la búsqueda de la recuperación de la confianza en la figura de los diputados, mientras que las y los nuevos presidentes municipales deben buscar cómo reducir la obesidad de las nóminas municipales que devoran los de por sí bajos presupuestos, en detrimento de los servicios públicos que deben ofrecer a los ciudadanos.

jbarrera4r@gmail.com

Temas

Sigue navegando