A Claudia le duró muy poco el gusto
La votación en el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes en el Capitolio estadounidense, que el viernes marcó un revés temporal al “Gran y hermoso proyecto de ley” del presidente Donald Trump para recortar impuestos y gastos, en donde se incluye la aplicación de un 5 por ciento a las remesas, provocó que se desbocara el júbilo por parte de la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien en parte se “colgó la medallita”.
El sábado, horas después de que la propuesta había enfrentado la oposición de un grupo de republicanos, Sheinbaum —quien estaba de gira inaugurando obras en Baja California Sur— recordó que en la conferencia mañanera de un día anterior “... convocamos que nuestros paisanos en Estados Unidos, envíen cartas, correos electrónicos o redes sociales a los congresistas, a decir que las mexicanas y los mexicanos que viven en Estados Unidos trabajan honestamente y todos pagan impuestos, independientemente de su situación migratoria. El día de ayer, 24 congresistas dijeron que no debemos votar a favor de los impuestos a las remesas. Y ESO ES LO QUE LOGRAMOS cuando trabajamos juntos por el pueblo de México y muchas otras cosas que ha habido”.
Sin embargo, en una reunión del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, que se prolongó hasta la madrugada de ayer lunes, los republicanos opositores al proyecto cedieron y la propuesta avanzó al siguiente paso del proceso, donde irá al Comité de Reglas, en donde se decidirá si el proyecto de ley va al pleno de la Cámara y con qué cambios para poder llegar a la votación final. De acuerdo con los tiempos de los procesos de la Cámara, si todo fluye con normalidad, la propuesta de ley estaría lista para votarse a más tardar el jueves.
Entonces, lo que “logramos cuando trabajamos por el pueblo de México” —según dijo Sheinbaum— se convirtió horas después en una espera de angustia hasta saber qué rumbo tendrá la aplicación del impuesto de 5 por ciento a las remesas, pero advirtiendo que la propuesta desde Palacio Nacional nada tuvo que ver o provocó la oposición de los republicanos en la sesión del viernes. Las dudas de los legisladores son acerca de las exenciones fiscales aprobadas durante el primer mandato de Trump y la incorporación de nuevas rebajas, además de las limitaciones al programa de salud Medicaid, que era uno de los puntos más conflictivos en la nueva propuesta.
Así que, el gusto le duró muy poco a la Presidenta, además de que intentó colgarse una medallita que no le correspondía.
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