* “Changos viejos”
Bien dicen que “cada quién tiene su estilo de matar pulgas”…
Concretamente: mientras Ricardo Ferretti, técnico interino de la Selección mexicana, pone en marcha el proceso rumbo al Mundial de Qatar 2022 con un elenco rejuvenecido, con una mínima representación de “europeos”, como se ha dado en llamarlos, Fabián Coito, interino a su vez en la Selección uruguaya, convocó a una gran mayoría de jugadores charrúas que juegan en el extranjero.
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En ambos casos, por contradictorio que parezca, las decisiones de los responsables de las dos escuadras responden a la lógica: “Tuca”, en la de México, conocedor profundo de la tela, por una parte, y probablemente asesorado por varios dirigentes de la misma Selección, por la otra, arranca de la premisa de que el pie veterano del Tri que participó en el reciente Mundial de Rusia, difícilmente llegará al siguiente; por ende, lo más pertinente es dar la alternativa a la sangre joven; Coito, con los charrúas, parte de la historia: su país, aunque geográficamente pequeño y con una población de tres millones y medio de habitantes -menos que la Zona Metropolitana de Guadalajara-, ha sido y sigue siendo un gran exportador de futbolistas, principalmente hacia Argentina y Europa.
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Así, aunque Peñarol y Nacional (los equivalentes, por prosapia y por títulos ganados, a River Plate y Boca Juniors en Argentina, o a Real Madrid y Barcelona en España) siguen siendo los equipos insignia de su Liga y participan sistemáticamente en la prestigiosa Copa Libertadores, tienen actualmente una representación cuasi-simbólica: el defensa Guillermo Varela y el mediocampista Cristian Rodríguez, ambos del Peñarol.
De los 20 jugadores convocados para los dos partidos de la Fecha FIFA que hoy se inicia, tres proceden de equipos argentinos (el portero Campaña y el zaguero Silva, del Independiente, y el mediocampista Nández, del Boca Juniors); dos de Brasil (De Arrascaeta, del Cruzeiro, y Carlos Sánchez, del Santos); uno de México (Urretaviscaya, del Monterrey); cuatro de España (Godín y Giménez, del Atlético de Madrid; Stuani, del Girona, y Suárez, del Barcelona); cuatro de Italia (Cáceres, del Lazio; Laxalt, del Milan; Vecino, del Inter, y Bentancur, del Juventus), y uno de Turquía (Muslera, del Galatasaray), Portugal (Coates, del Sporting de Lisboa), Inglaterra (Torreira, del Arsenal) y Holanda (Pereiro, del PSV Eindhoven).
Por horas de vuelo, pues, los mexicanos parecerían imberbes catecúmenos, al lado de changos viejos en el oficio de echar maromas.