Tapatío narra el último concierto de Ozzy Osbourne, el ‘Príncipe de las Tinieblas’
El evento que reunió a las mayores estrellas del metal en el mundo se resumen, para él, la aparición del padre del metal fue “brutal, brutal, brutal"
“Tengo lágrimas en los ojos por haber estado en la mayor celebración del metal”: Ricardo Barba, fanático tapatío de Ozzy Osbourne, recuerda para EL INFORMADOR el último concierto del “Príncipe de las Tinieblas”.
Con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos, Ricardo Barba, orgulloso tapatío y fan número uno de OzzyOsbourne y BlackSabbath, revive la emoción del último concierto del legendario “Príncipe de las Tinieblas”, celebrado el pasado 5 de julio.
Para él, la aparición final de Ozzy en el escenario fue “brutal, brutal, brutal”, palabras repetidas con entusiasmo para describir un momento histórico en la música metal. Pero las emociones comenzaron mucho antes, con su visita al molino de agua de Mapledurham, Inglaterra, sitio emblemático que inspiró el álbum debut de Black Sabbath en 1970.
“Estás ahí 10 minutos y sientes demasiada energía positiva. Son ese tipo de cosas que te alegran la existencia”, confesó Ricardo, recordando cómo ese pequeño poblado inglés hizo que la experiencia fuera aún más especial.
Durante el concierto, Ozzy subió por última vez al escenario acompañado de las poderosas melodías de “Carmina Burana”. Canciones como “Mr. Crowley” y “Crazy Train” en su voz, y “War Pigs” y “Paranoid” junto a Black Sabbath, mantuvieron la euforia del público al máximo, mientras Ricardo disfrutaba de un evento que duró más de 10 horas y superó sus expectativas.
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El espectáculo contó con la participación de más de diez bandas legendarias, incluyendo Metallica, cuya aparición fue especialmente emotiva para Ricardo. “Cuando James Hetfield dijo ‘sin Black Sabbath no existiría Metallica’, fue un momento que se quedó grabado en mi memoria. Además, Tom Araya, de Slayer, gritó con voz desgarradora el nombre de Black Sabbath, y eso te pone la piel chinita”, relató emocionado.
El amor de Ricardo por Black Sabbath comenzó hace más de 40 años y ahora lo comparte con sus hijas, quienes se muestran orgullosas con sus camisas de Ozzy. Para él, más allá de la música, la experiencia fue un regalo invaluable.
“Después de haber estado en ese concierto, siento satisfacción de haber compartido el mismo aire con los metaleros, las mejores bandas y con Ozzy Osbourne”, concluyó.
CT