Economía

Diseño personal y sostenible

Cuando la creatividad y el compromiso con el ambiente se unen, pueden surgir grandes ideas. Bou lo hizo posible con muebles que le dan una segunda vida a botellas desechables y plásticos industriales

La única manera de mejorar el futuro es actuando en el presente, por eso BouDesign, el estudio de diseño de muebles de manufactura tapatía ha encontrado una forma de expresar su propuesta y también contribuir con el medio ambiente. 

Desde hace dos años, María Valeria Hernández Loza, junto con Alberto Sánchez Monteón y Miguel Ángel Villarruel se establecieron como un laboratorio de diseño y producción de mobiliario a base de plástico post-industrial y post-consumo, es decir, desechos industriales plásticos y botellas que regularmente tendrían sólo un uso

“Lo que ahorita estamos utilizando es una lámina de HDPE, que es un plástico reciclado. Nuestra intención es sacar los botes del ciclo de un solo uso; aunque en México se usa mucho el reciclaje siguen siendo productos descartables, se siguen haciendo botes que terminan en el medio ambiente, entonces al sacar ese plástico de ese ciclo estamos haciendo mobiliario que va a durar generaciones”, comparte Valeria. 

El material base para los diseños de Bou solía tener un uso específico en comederos de cerdos, tarimas o cimbras en edificios y los diseñadores lo vieron como una oportunidad para crear las cubiertas. Trabajaron en la mezcla para hacerlo atractivo, resistente y de ahí surgió su aplicación en muebles. “Sacamos de contexto un material que no es tan estético y lo metimos al área de diseño haciendo sillas y mesas, ahorita tenemos una línea de mesas de comedor, línea de descanso y unas mesitas laterales, repisas y vamos a incursionar en el área de mascotas. Vienen cosas interesantes”, anota Valeria.

Todo inició con un “banquito”

Detrás de la filosofía sostenible de Bou hay un gran trabajo de diseño digno de un galardón. Alberto y Miguel fueron los ganadores en 2019 de la categoría Estudiante del concurso nacional Dimueble con “Eco-Switch”, un banco multicolor de pequeñas dimensiones que rompió los esquemas del mobiliario en metal y madera de otras propuestas; tres ediciones más tarde, en la categoría Profesional y ya egresados de la carrera, la silla “Liana” los hizo acreedores al tercer sitio en 2022.

Esas fueron las bases para pensar en grande, en cómo hacer posible que su visión de diseño y funcionalidad estuvieran en cada casa, oficina, restaurante o galería. Al tener tan buen recibimiento con su diseño pensaron en un producto más sustentable y duradero. Al principio Miguel y Alberto pensaron que, como diseñadores industriales, debían buscar quién produjera las láminas para ellos. “En la búsqueda se dieron cuenta que nadie trabajaba el material haciéndolo estético, entonces pensamos en un taller, luego en la parte de comunicación y yo los apoyo desde el principio, así que hicimos equipo”, anota Valeria, quien, como diseñadora gráfica, estuvo a cargo del branding y la comunicación de la empresa que logró abrir sus puertas en 2023. 

Las piezas de Bou, como novedad, tuvieron un rápido despegue en ventas. “Este año nos propusimos una meta de venta y estamos al 80%, tenemos un crecimiento startup”. 

Personalizable

Quizá una de las características más interesantes de Bou es que le permite a sus clientes personalizar sus piezas, eligiendo el color para las estructuras metálicas de mesas y silla y las cubiertas en base blanca o negra con numerosas posibilidades en las mezclas de color. El resultado es una pieza llamativa, duradera, cómoda y única.

Como parte de la experiencia inmersiva, la firma pone a prueba su mobiliario en cafeterías y restaurantes de la ciudad con el proyecto “bouvoyage” para que los comensales disfruten cada pieza sin restricción.

A la par del diseño del catálogo, Bou crea montajes a la medida de las necesidades de sus clientes, desde mobiliario hasta stands completos sin descuidar la importancia de los materiales sostenibles y duraderos

Y es justamente este gran formato lo que tanto apasiona a los tres diseñadores que próximamente explorarán nuevos horizontes. “Estamos buscando un espacio más grande que cubra las necesidades del taller; un showroom propio para que puedan visitarnos y conozcan los productos en físico; estamos diseñando nuestras cubiertas captando nuestro propio plástico, enviando nuestros costales a producción y eso nos permite controlar cómo se verá la cubierta. Queremos entrar a la parte decorativa del arte objeto”, declara Valeria, pues en esta sinergia creativa junto a Miguel y Alberto, lo más importante es la filosofía de la empresa: dar una nueva vida al plástico con un diseño sostenible que acompañe a futuras generaciones.

El dato

• El año pasado 366 kilogramos de plástico fueron transformados en productos sostenibles Bou, lo que equivale a ocho mil 875 botellas plásticas rescatadas del medio ambiente.

• Como una forma de contribuir con el aprendizaje de futuros diseñadores, el taller de Bou abre sus puertas a maestros y estudiantes y comparten su experiencia como emprendedores y la evolución que han tenido sus productos, además de sembrar la inquietud en nuevos talentos para utilizar el HDPE como parte de sus proyectos y fomentar el reciclaje de plásticos.

CT

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