Cultura

¡Puro sabor botanero!

Con capítulos titulados “Se me quema el agua” o “Entro a la cocina sin cortarme un dedo”, el libro escrito por Alexandra Bretón y Rocío Gómez promete ser toda una aventura culinaria

Tener pleito casado con la cocina es cosa del pasado para Alexandra Bretón, una de las “Chilangas hambrientas” que, en conjunto con Rocío Gómez, han articulado un peculiar recetario para replicar, o al menos intentar, algunos de los platillos característicos de populares restaurantes de la Ciudad de México y que por su practicidad pueden ser ejecutados en cualquier cocina del país.

A través de “El gran libro botanero”, Alexandra y Rocío proponen 80 recetas que, como el nombre del libro lo indica, son platillos botaneros para apaciguar al hambre de manera inmediata y adentrarse poco a poco en la formación de chef hogareño y hacer uso de los ingredientes que comúnmente se tienen en casa.

Bajo el respaldo de editorial Planeta, “El gran libro botanero” se perfila como una guía sencilla y dinámica para todos aquellos que no han tenido tan buena suerte en su relación con las cacerolas y la estufa, pues si algo distingue a este ejemplar es la selección de platillos y su nivel de complejidad que permiten al comensal avanzar y experimentar a su ritmo las diversas instrucciones de preparación de cada alimento.

Esta experiencia gastronómica entiende a detalle las dificultades por las que atraviesa un aprendiz de la cocina y por eso sus recetas fueron seleccionadas para aquellas que de plano no tienen ni idea del buen funcionamiento o cómo sacarle provecho a utensilios básicos, para ellos está la sección “Se me quema el agua” con recetas fáciles de elaborar como el callo en escabeche, la tlayuda o una tostada de chicharrón prensado.

Para quienes cocinan habitualmente la sección “Sí me sale la sopa instantánea” apuesta por recetas para lentejas con hierbabuena y pepino, coliflor rostizada o tlacoyos de requesón en salsa verde. Pero si eres un cocinero un poco más experimentado, el apartado “Entro a la cocina sin cortarme un dedo” es excelente para aprender cómo hacer pizza de chorizo con burrata, chilaquiles con arrachera y hasta gorditas dulces de anís.

Y si de plano eres más conocedor de tus facultades para la cocina, el nivel de complejidad “Podría entrar a un reality de cocina amateur” sugiere recetas un poco más elaboradas como tacos de “pork belly” con salsa hoisin, croquetas de jamón ibérico, aguachile de callo, huevos “encamisados” o hasta un carpaccio de manitas de puerco en vinagre.

Alexandra Bretón destaca que seguir apostando por recetarios similares a “El gran libro botanero” es una idea latente que apunta a una posible entrega enfocada en postres o hasta de platillos característicos de otras partes del país como Guadalajara.

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