Louis Lortie hechiza al Teatro Degollado con el espíritu de Ravel
En conmemoración del 150 aniversario del natalicio de Ravel, el repertorio elegido por Lortie rindió homenaje tanto al lirismo como a la sofisticación estructural del músico francés
En una noche donde la música parecía flotar como bruma sobre el escenario, el pianista canadiense Louis Lortie ofreció un recital íntimo y profundo en el Teatro Degollado, como parte de las actividades finales del Festival Cultural de Mayo. Sin más compañía que su piano de cola y la presencia latente de MauriceRavel, cuya obra protagonizó la velada, Lortie conquistó al público tapatío con un despliegue de virtuosismo sereno y entrega absoluta.
La cita comenzó puntual a las 20:30 horas, cuando las luces descendieron y el silencio del recinto anticipó lo que sería un viaje por la complejidad emocional y técnica de uno de los compositores más singulares del siglo XX. En conmemoración del 150 aniversario del natalicio de Ravel, el repertorio elegido por Lortie rindió homenaje tanto al lirismo como a la sofisticación estructural del músico francés.
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El programa abrió con Menuet Antique, una pieza breve pero cargada de nostalgia, seguida por la delicada Pavane pour une infante défunte. La interpretación de Lortie se sintió casi ceremonial pues cada nota parecía surgir de un diálogo íntimo entre el pianista y el compositor. A lo largo de la noche, se sumaron Sonatine, la desafiante suite Gaspard de la nuit—una de las obras más complejas del repertorio pianístico—y después del intermedio, Jeux d’eau, Valses nobles et sentimentales y La Valse, donde el virtuosismo se transformó en un torbellino emocional.
A lo largo del recital, el público mantuvo una atención casi reverencial. Lortie, absorto en su interpretación, cerraba los ojos en momentos clave, giraba la cabeza hacia lo alto como si estuviera escuchando algo que venía de fuera del piano. No había necesidad de más elementos escénicos: él y su instrumento bastaban para llenar el histórico recinto con una intensidad que trascendía las partituras.
Louis Lortie no es un extraño en los grandes escenarios del mundo. Su carrera, que comenzó a los 13 años con la Orquesta Sinfónica de Montreal, lo ha llevado a tocar con las orquestas más importantes de los cinco continentes. Ganador del Concurso Busoni en 1984 y poseedor de una vasta discografía con más de 45 álbumes para Chandos Records, es considerado una de las voces más relevantes del pianismo contemporáneo.
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“Es, sin duda, una de las figuras más importantes en el mundo del piano hoy en día”, expresó en días previos José Luis Castillo, director de la Orquesta Filarmónica de Jalisco a esta casa editorial quien lo describió como un artista prolífico y multipremiado.
Este viernes 30 de mayo, Lortie regresará al Teatro Degollado para clausurar el Festival Cultural de Mayo, esta vez junto a la Orquesta Filarmónica de Jalisco. Bajo la dirección de José Luis Castillo, el programa incluirá obras de Frédéric Chopin, la Rapsodia Española y nuevamente La Valse de Ravel.
NA