Cultura

“Inmolación” llega a su última temporada

La puesta en escena cuenta la historia de dos adolescentes que, sin importar sus diferencias, comparten un punto en común: la soledad 

Luego de tres años de realizar el montaje “Inmolación”, los actores y productores Scarlett Garduño y Alan Gutiérrez han decidido cerrar el ciclo de la puesta en escena, al menos en teatro, no así en otros formatos, puesto que tienen la intención de llevar la historia a otros lugares, por ejemplo a las escuelas, pues la pieza está enfocada en los adolescentes con temas como la soledad. La obra estará presentándose todos los fines de semana de septiembre del presente año en el Estudio Diana.

“Hemos decidido salir del modelo de la temporada, la obra seguirá buscando llegar a escuelas y funciones especiales o festivales. En teatro es nuestra quinta temporada y la realidad es que es complejo mantener temporadas, los modelos de consumo han cambiado, en general todo se consume más rápido y al teatro también le pega, hay que estar viendo cuál obra sigue, así que cada vez ha sido más complejo. A la puesta en escena le ha ido bien, por eso es que ya llegamos a esta temporada, pero ante las circunstancias lo hemos decidido así, sin embargo el público es quien toma la última palabra, uno siempre tiene la posibilidad de replantear”, dice Alan en entrevista.

Tanto Scarlett como Alan trabajan juntos para desarrollar más montajes enfocados en las audiencias jóvenes, no tienen una compañía como tal, pero se definen como un ensamble. “Estamos interesados en el público infantil y adolescente, si  bien los montajes que desarrollamos ahora para que salgan están enfocados en los niños, no quiere decir que dejemos de hacer teatro para adolescentes, para nosotros ha sido muy enriquecedor”, destaca Scarlett.

SINOPSIS
“Nora” (Scarlett)  y “Jorge Luis” (Alan) son adolescentes, no se conocen pero llegan a tener contacto en la red. Ella tiene un desencanto amoroso y planea una salida que atraiga la mirada de todos. Él sufre acoso en la escuela y decide hacer algo que le ayude a vengar todas las afrentas sufridas. Ambos pasan horas planeando cada detalle, se comparten información y consejos. En realidad, ambos buscan cómo aliviar la soledad.
“Ha sido interesante y complejo al mismo tiempo (hacer teatro para adolescentes) por cómo es la cultura mexicana de que el teatro es aburrido, pero  el objetivo ha sido romper ese reto, cuando ellos vienen y ven la obra que está  hecha desde sus entrañas para ellos, descubren que hay un grupo de personas interesados en hablar  y trabajar de las cosas que a ellos les preocupan, les interesan y que viven en su día a día”, afirma Alan, enfatizando que lo desarrollan desde una visión no legalista, donde no quieren regañarlos ni darles lecciones.
Ambos creativos coinciden en que han aprendido a no juzgar las acciones de las personas consecuentes de la soledad o la depresión. Igualmente, reconocen que los adolescentes tienen el derecho a manifestar sus ideas y sentimientos sin ser juzgados por los adultos.

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