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Un templo para Thor
Los neopaganos de Islandia de la asociación Asatruarfelagid erigirán un templo pagano dedicado a los dioses nórdicos
Según cifras de Asatruarfelagid, el número de fieles registrados asciende a dos mil 488 (de una población en la isla de 320 mil habitantes). Las estadísticas oficiales, no obstante, cifran en un 5% los ciudadanos que practican el Asatrú en el país nórdico. Por si aún parecen pocos los neopaganos, Hilmar aclara: “Somos la iglesia no cristiana con más seguidores en Islandia” —el 80% de los islandeses practican el luteranismo—.
Asatruarfelagid echó a andar en 1972. Desde entonces, sus seguidores, contados tan sólo por decenas en los primeros años, tuvieron en mente levantar un templo que diera a sus dioses el lugar que la expansión del cristianismo llegado del Sur les quitó hace mil años. “El sitio que usamos actualmente”, explica el alto sacerdote (allsherjargodi), “se nos ha quedado pequeño”.
En 2006, los paganos islandeses se hicieron con un pedazo de terreno en la colina Oskjuhlid, a las afueras de Reikiavik y con unas vistas privilegiadas de la capital islandesa. Dos años después, el colapso de la banca dejó cualquier aventura inmobiliaria en el aire. Hasta ahora. Bajo la firma del arquitecto Magnus Jensson y con un coste de 860 mil euros, el hof (nombre de este tipo de templo), previsto para otoño de 2016, penetrará con un estilo modernista cuatro metros bajo el suelo para levantar una suerte de cuenco cerrado, afilado hacia el exterior y abovedado en el centro, con una altura final de 11 metros. Su interior tendrá capacidad para unas 400 personas.
El hof de Oskjuhlid será un referente sin igual en el mundo para el neopaganismo. También en España. La Comunidad Odinista de España-Asatrú (COE), nacida en 1981, recibió del Gobierno el sello de religión oficial en 2007, el mismo año en el que lo lograron sus correligionarios suecos. Se equiparaban así a los islandeses, noruegos y daneses. “Antes de eso éramos alegales”, confiesa al teléfono Ernesto García, ingeniero de Minas y presidente de la COE. García admite que “Islandia es siempre una referencia”, que “no hay nada en el mundo” como lo ideado por el arquitecto Jensson, pero saca pecho con el santuario que los odinistas españoles tienen en Navas de Jorquera (Albacete), un fortín de piedra donde llevan a cabo sus ceremonias. “Lo nuestro, eso sí, está hecho a nivel pionero, más humilde”, señala.
La COE cuenta con unos dos mil fieles registrados, pero estima que son más de 10 mil en España los que “simpatizan” con este paganismo, una religión politeísta, no dogmática, sin verdades absolutas, sentada sobre la base de la armonía entre hombre, naturaleza y dioses, con el honor y la honestidad como señas de identidad. Y su arraigo va in crescendo: “Los últimos años”, dice García, “hemos crecido un 300% y 400%”. ¿Qué ofrece para estar de moda? “No nos imaginamos a Odín con un solo ojo o a Thor con el martillo”, contesta el presidente de la COE; “queremos una religión moderna, una herramienta para conducir la vida y no tener miedo a la muerte”.
Con información de EL PAÍS