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Salto de calidad
El 200C va mucho más allá que su antecesor
GUADALAJARA, JALISCO (15/NOV/2014).- 1.- Diseño: Formas sinuosas y sensuales hacen que el nuevo 200 sea un auto atractivo a la mayoría de las miradas, aunque nos parece que recuerda más el Dart de lo que debería.
2.- Espacio: Cuatro personas estarán a sus anchas como en casi todos los sedanes. La posición de conducción se encuentra fácilmente y la visibilidad, aunque no es mala, no es tan buena como en otros vehículos de su clase.
3.- Equipo y terminados: Es uno de sus puntos más fuertes. Prácticamente todo el equipo que un auto de lujo necesita, lo ofrece. Los terminados también son buenos, aunque sigue apenas un escalón por debajo de los europeos.
4.- Motor: El V6 Pentastar hace su trabajo de manera soberbia, con suavidad, gracia, elegancia y fuerza. El auto tiene poder suficiente para divertir y, si no queremos pisar fondo, puede ser muy frugal.
5.- Dirección y cambio: La dirección es suave y rápida, pero es la caja de nueve velocidades lo más nuevo y destacable. Se entiende mucho mejor con el Pentastar que con el Tigershark de 4 cilindros, pero aún le falta mejor afinación.
6.- Cajuela: Está dentro de lo que uno espera del segmento. Curiosamente, el mayor espacio de los sedanes medianos no significa un más generoso compartimiento de equipaje.
7.- Seguridad: Con ocho bolsas de aire, junto con mucha electrónica y la sólida base del Alfa Romeo Giulieta, el Chrysler 200 es uno de los autos más modernos y seguros de su segmento.
8.- Manejo: El confort es la prioridad, pero no como en los viejos, gigantescos y pesados Chrysler de antes. Ya no hay los “lancheos” de antaño y este coche puede complacer incluso a más de un europeo que lo conduzca.
9.- Valor por tu dinero: No es precisamente su mayor fortaleza. Y esto no se debe sólo a su precio inicial de 460 mil pesos, también a la baja reventa de los autos estadounidenses en general y Chrysler en particular.
10.- Durabilidad: Es otro de los puntos en el que la historia de la marca genera más de una desconfianza. Sin embargo, se siente mejor construido que sus antecesores y esto, a la larga, puede ser favorable.
2.- Espacio: Cuatro personas estarán a sus anchas como en casi todos los sedanes. La posición de conducción se encuentra fácilmente y la visibilidad, aunque no es mala, no es tan buena como en otros vehículos de su clase.
3.- Equipo y terminados: Es uno de sus puntos más fuertes. Prácticamente todo el equipo que un auto de lujo necesita, lo ofrece. Los terminados también son buenos, aunque sigue apenas un escalón por debajo de los europeos.
4.- Motor: El V6 Pentastar hace su trabajo de manera soberbia, con suavidad, gracia, elegancia y fuerza. El auto tiene poder suficiente para divertir y, si no queremos pisar fondo, puede ser muy frugal.
5.- Dirección y cambio: La dirección es suave y rápida, pero es la caja de nueve velocidades lo más nuevo y destacable. Se entiende mucho mejor con el Pentastar que con el Tigershark de 4 cilindros, pero aún le falta mejor afinación.
6.- Cajuela: Está dentro de lo que uno espera del segmento. Curiosamente, el mayor espacio de los sedanes medianos no significa un más generoso compartimiento de equipaje.
7.- Seguridad: Con ocho bolsas de aire, junto con mucha electrónica y la sólida base del Alfa Romeo Giulieta, el Chrysler 200 es uno de los autos más modernos y seguros de su segmento.
8.- Manejo: El confort es la prioridad, pero no como en los viejos, gigantescos y pesados Chrysler de antes. Ya no hay los “lancheos” de antaño y este coche puede complacer incluso a más de un europeo que lo conduzca.
9.- Valor por tu dinero: No es precisamente su mayor fortaleza. Y esto no se debe sólo a su precio inicial de 460 mil pesos, también a la baja reventa de los autos estadounidenses en general y Chrysler en particular.
10.- Durabilidad: Es otro de los puntos en el que la historia de la marca genera más de una desconfianza. Sin embargo, se siente mejor construido que sus antecesores y esto, a la larga, puede ser favorable.