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Rolando Santana seduce en Nueva York
El diseñador mexicano, radicado en Estados Unidos, presentó su más reciente colección
NUEVA YORK (16/SEP/2011).- Rolando Santana asegura que es a su madre a quien le debe su primer contacto con la moda, pues siendo un niño se convirtió en su compañero cuando ésta se dedicaba a hacer prendas para sus clientes en un pequeño taller de costura que tenía en Cuernavaca.
Fue quizá ese el momento en que Rolando Santana se enganchó en esta profesión que años más tarde lo ha puesto en boca de todos, especialmente luego del miércoles pasado en que exhibió su más reciente colección en la Semana de la Moda, realizada del 8 al 15 de septiembre en la ciudad de Nueva York.
El diseñador mexicano, radicado desde hace más de dos décadas en Estados Unidos, se inspiró nada menos que en el romanticismo de Florencia para crear la colección de primavera-verano 2012, que presentó en la Semana de la Moda.
Santana viajó a Italia para captar los bordados, los encajes, las sedas y los brillos que protagonizan las más de 30 prendas que mostró ante el público neoyorquino el miércoles.
“No me inspiré en el renacimiento, sino en la vida moderna de Florencia. En los colores, y en cómo yo me imagino a las mujeres en Florencia, lo que hacen, los eventos a los que van, su vida en particular”, dijo Santana durante una entrevista con The Associated Press en su estudio de Manhattan. “Es una colección de siluetas clásicas”.
El trabajo representa su quinto desfile y la tercera ocasión que presenta colecciones en la Semana de la Moda de Nueva York.
El mexicano de 38 años, quien lanzó la empresa que lleva su nombre en 2009, trabajó hasta la medianoche durante un mes para deslumbrar al público con una colección donde predominan el blanco, los colores neutros y los vestidos de varias capas y transparencias.
“Es un look ligero, pero al mismo tiempo glamoroso”, indicó. “Tenemos blusas en las que la pedrería parece que flota en el cuerpo”.
Recuento del éxito
Santana se familiarizó con el mundo de la moda de pequeño, cuando su madre abrió un taller de costura en Cuernavaca, capital de Morelos. Creció rodeado de telas y se dedicaba a garabatear vestidos en un cuaderno, imaginando qué tiendas estarían interesadas en comprarlos.
Incluso recuerda, según se establece en su sitio web (www.rolandosantana.com), que de niño pasaba horas en tiendas, disfrutando con su madre de los colores y texturas de las telas.
Conforme pasó el tiempo, el pequeño taller creció y, teniendo 13 años de edad, Santana decidió pasar sus horas libres retando sus habilidades para hacer patrones y coser sus propios diseños.
A los 17 años llegó al condado de Westchester, al norte de la ciudad de Nueva York, y estudió Comercio internacional para más tarde concentrarse en diseño de modas en el Fashion Institute of Technology, en Manhattan.
Tras trabajar ocho años en HMS Productions lanzó su propia casa de modas, diseñando cada año colecciones que se muestran en las pasarelas –con prendas que pueden costar más de tres mil– y colecciones que se venden en tiendas y cuyos precios oscilan entre 150 y 400 dólares, aproximadamente.
Las telas son europeas, los bordados se hacen en India y los diseños son confeccionados en su estudio de Manhattan, donde el martes varias costureras hacían arreglos de última hora.
“Me interesa tener clientas que se van a enamorar de los diseños y los van a querer tener en su guardarropa”, explicó. “Me gusta explorar diferentes materiales también, distintos estilos. Nuestra colección de otoño, por ejemplo, fue muy distinta. Predominaba el negro”.
México tiene talento, pero poca visión
Para Santana, la Semana de la Moda en Nueva York permite a diseñadores latinoamericanos menos conocidos estar a la par con otros grandes de la industria. Sin embargo, en países como México falta potenciar más el aspecto comercial del sector, indicó.
“En México hay mucho talento, pero siento a veces que no está enfocado comercialmente. No se trata sólo de hacer una colección y ponerla en una pasarela. Hay que estudiar el mercado. Si no vendes, no puedes diseñar. A final de cuentas, esto es un negocio”, advirtió.
Santana espera ampliar los 150 puntos de venta que tiene en Estados Unidos con tiendas en México y otros países de Latinoamérica.
A pesar del glamour que se vive en Manhattan, el mexicano admitió no ser amante de las fiestas.
“Me gusta a veces pasar el fin de semana aquí, sin ninguna distracción”, reveló. “Soy una persona bastante tranquila, y bastante exigente con mi trabajo”.
Fue quizá ese el momento en que Rolando Santana se enganchó en esta profesión que años más tarde lo ha puesto en boca de todos, especialmente luego del miércoles pasado en que exhibió su más reciente colección en la Semana de la Moda, realizada del 8 al 15 de septiembre en la ciudad de Nueva York.
El diseñador mexicano, radicado desde hace más de dos décadas en Estados Unidos, se inspiró nada menos que en el romanticismo de Florencia para crear la colección de primavera-verano 2012, que presentó en la Semana de la Moda.
Santana viajó a Italia para captar los bordados, los encajes, las sedas y los brillos que protagonizan las más de 30 prendas que mostró ante el público neoyorquino el miércoles.
“No me inspiré en el renacimiento, sino en la vida moderna de Florencia. En los colores, y en cómo yo me imagino a las mujeres en Florencia, lo que hacen, los eventos a los que van, su vida en particular”, dijo Santana durante una entrevista con The Associated Press en su estudio de Manhattan. “Es una colección de siluetas clásicas”.
El trabajo representa su quinto desfile y la tercera ocasión que presenta colecciones en la Semana de la Moda de Nueva York.
El mexicano de 38 años, quien lanzó la empresa que lleva su nombre en 2009, trabajó hasta la medianoche durante un mes para deslumbrar al público con una colección donde predominan el blanco, los colores neutros y los vestidos de varias capas y transparencias.
“Es un look ligero, pero al mismo tiempo glamoroso”, indicó. “Tenemos blusas en las que la pedrería parece que flota en el cuerpo”.
Recuento del éxito
Santana se familiarizó con el mundo de la moda de pequeño, cuando su madre abrió un taller de costura en Cuernavaca, capital de Morelos. Creció rodeado de telas y se dedicaba a garabatear vestidos en un cuaderno, imaginando qué tiendas estarían interesadas en comprarlos.
Incluso recuerda, según se establece en su sitio web (www.rolandosantana.com), que de niño pasaba horas en tiendas, disfrutando con su madre de los colores y texturas de las telas.
Conforme pasó el tiempo, el pequeño taller creció y, teniendo 13 años de edad, Santana decidió pasar sus horas libres retando sus habilidades para hacer patrones y coser sus propios diseños.
A los 17 años llegó al condado de Westchester, al norte de la ciudad de Nueva York, y estudió Comercio internacional para más tarde concentrarse en diseño de modas en el Fashion Institute of Technology, en Manhattan.
Tras trabajar ocho años en HMS Productions lanzó su propia casa de modas, diseñando cada año colecciones que se muestran en las pasarelas –con prendas que pueden costar más de tres mil– y colecciones que se venden en tiendas y cuyos precios oscilan entre 150 y 400 dólares, aproximadamente.
Las telas son europeas, los bordados se hacen en India y los diseños son confeccionados en su estudio de Manhattan, donde el martes varias costureras hacían arreglos de última hora.
“Me interesa tener clientas que se van a enamorar de los diseños y los van a querer tener en su guardarropa”, explicó. “Me gusta explorar diferentes materiales también, distintos estilos. Nuestra colección de otoño, por ejemplo, fue muy distinta. Predominaba el negro”.
México tiene talento, pero poca visión
Para Santana, la Semana de la Moda en Nueva York permite a diseñadores latinoamericanos menos conocidos estar a la par con otros grandes de la industria. Sin embargo, en países como México falta potenciar más el aspecto comercial del sector, indicó.
“En México hay mucho talento, pero siento a veces que no está enfocado comercialmente. No se trata sólo de hacer una colección y ponerla en una pasarela. Hay que estudiar el mercado. Si no vendes, no puedes diseñar. A final de cuentas, esto es un negocio”, advirtió.
Santana espera ampliar los 150 puntos de venta que tiene en Estados Unidos con tiendas en México y otros países de Latinoamérica.
A pesar del glamour que se vive en Manhattan, el mexicano admitió no ser amante de las fiestas.
“Me gusta a veces pasar el fin de semana aquí, sin ninguna distracción”, reveló. “Soy una persona bastante tranquila, y bastante exigente con mi trabajo”.