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Milagros caninos, la vocación del rescate

Patricia Ruiz, fundadora del primer santuario para perros de América Latina, ''Milagros Caninos''

GUADALAJARA, JALISCO (28/JUN/2013).-Imagine ir por la calle y encontrarse con un perro moribundo clavado de las orejas a un árbol. ¿Qué hacer? Patricia Ruiz no lo pensó dos veces y enseguida procuró la ayuda necesaria para solventar el rescate del pequeño can llamado “Bobi”.

Este fue el primer rescate de Patricia Ruiz, fundadora del ahora primer santuario para perros de América Latina, Milagros Caninos, un centro de rehabilitación y cuidado en la capital del país, que da albergue y una nueva oportunidad de vida a perros que, por diferentes circunstancias, han sido víctimas de la crueldad y el infortunio del destino. En 2006, la historia comenzó de la mano de “Bobi”, y ahora Paty es uno de los líderes de rescate y protección canina más destacadas de México.

Tras la muerte de su perro “Clavo”, Paty Ruiz emprendió un camino distinto, enfocado en brindar un ingrediente que –a su parecer– hace falta en la cultura de convivencia entre el humano y los animales: el amor.

Esta rescatista se fijó una meta: ayudar a todo perro en situaciones de crueldad y enfermedad, como cáncer, ceguera, sordera, paralíticos, e incluso, socorrer a canes ultrajados sexualmente e incitados al consumo de drogas.

A la fecha, suman más de 700 perros rescatados y rehabilitados por Paty Ruiz. En Milagros Caninos, la ayuda no conoce de límites. Como ejemplo está el caso de “Pay de limón”, que actualmente es uno de los perros biónicos más famosos del mundo.

La situación de este can se dio a conocer internacionalmente luego de que Paty contara su historia: “Pay de Limón” fue torturado por un grupo criminal. Los dedos de sus patas delanteras fueron cortados al grado de dejarlo imposibilitado para caminar. Ruiz recuerda que la rehabilitación de este perro no fue sencilla, pues más allá de rescatarlo, habría que buscar las opciones para devolverle la movilidad.

Al no conseguir apoyo ni interés por alguna organización o especialistas que pudieran adaptar unas prótesis, Paty Ruiz llegó hasta Estados Unidos, donde una empresa especializada en la fabricación de prótesis animales, creó unas patas artificiales, mediante fibra de carbono y amortiguadores. Así, “Pay de limón” saltó a la fama, incluso se presentó en el programa de televisión de Oprah Winfrey.

“Todos los perros que han ingresado a Milagros Caninos son casos de crueldad. No importa si tienen dueño o no, la cultura (de respeto) está por los suelos. De todos los que llegan, ninguno se va, porque si llegan a vivir a mi santuario quiere decir que tendrán una vida digna, tener lo que nunca han tenido, que es amor. Nosotros les damos un nombre, una identidad, todos los espacios para que puedan jugar, y felicidad. Nadie me garantiza que si los doy en adopción puedan vivir de esta forma”, explica Paty Ruiz.

Otra consigna de Milagros Caninos es fomentar la educación y amor hacia los animales. Es por ello que Patricia Ruiz imparte charlas y conferencias para demostrar las bondades que una mascota produce al contacto con el humano, principalmente los niños.

Actualmente, 140 perros habitan en el santuario canino, sin jaulas ni correas, para rehabilitarse física y psicológicamente mediante una terapia de caricias, mecanismo de adaptación que la misma Paty instituyó: quien ingresa al santuario debe acariciar a los perros.

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