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La camioneta española tiene su personalidad propia

GUADALAJARA, JALISCO (11/MAR/2017).- Las fotos no le hacen mucha justicia al Seat Ateca, mejor dicho a “la” Ateca como todos dirán en un lugar donde hasta el VW Golf es considerado “camioneta”. Y no le hacen justicia no solo desde el punto de vista estético, más que nada no nos transmiten la verdadera idea de sus proporciones. Y esto, hace toda la diferencia del mundo.

Luego de unos años en dificultades, Seat fue rescatada por el más que exitoso hatchback León. Extasiada por ese éxito, todos sus demás modelos pasaron a tomar al León como base estética, tanto en Ateca como en el recién presentado Ibiza. Si embargo, no sería justo decir que la Ateca es sólo un León un poco más alto. La camioneta española tiene su personalidad propia y ante la mayoría de los ojos (incluyendo los nuestros) luce muy bonita.  Sus formas logran esa rara mezcla de dinamismo y fortaleza que la hace agradable y moderna.

Por dentro, la buena distancia entre ejes permite un sorprendente espacio para piernas en el asiento trasero, que dada a la elevada altura del tunel de transmisión y escape, además de la altura central del asiento, está pensada para dos personas, no tres, aunque sea posible transportar a un tercer ocupante.

La versión Excellence que probamos, cuenta con buen nivel de acabados y equipamiento. El tablero es, claro, prácticamente el mismo del León, lo que no está nada mal. La pantalla es la tradicional del Grupo VW, con resolución aceptable y una sencillez de operación que se agradece. Seat pone también Android Auto, Car Play y Mirror Link, lo que se agradece. Es igualmente grato ver la cámara de reversa de 360 grados y que al apagar su coche la pantalla nos recuerde de llevarnos nuestro teléfono celular. El agradecimiento se extiende al par de puertos USB en la base del tablero. Si acaso, faltaría el sistema de navegación.

Hay techo panorámico, lo que está muy bien. Desafortunadamente la malla que separa nuestras cabezas de él no es suficiente para tapar el Sol en días calurosos.

Manejo y altura

Probablemente sea la tradición taurina española que hace que la agilidad sea algo importante para Seat. Y vaya que la Ateca lo muestra, aunque no en cualquier “ruedo”. En carretera es sensacional. El turbo de 150 HP instalado en el motor de 1.4 litros resulta suficiente para rebasar con cierta facilidad los 200 km/h. En las curvas, es casi… bueno, un León, pese a su mayor altura. La dirección precisa y la caja automática de doble embrague ayudan a hacer de esta camioneta una campeona en las curvas. Salir de fin de semana con la familia será cómodo por la amplitud, incluso de la cajuela, pero también muy divertido para el conductor.

Como dijimos anteriormente, las proporciones de la Ateca tienen todo que ver con el producto final y eso no se ve en las fotos. Ya en vivo nos damos cuenta de que no es tan grande como, digamos, una Nissan X-Trail, aunque tampoco es tan chica como una Kicks. Esto ayuda a otorgar ese bienvenido dinamismo, pero nunca nos proporciona la sensación de dominio del panorama que es lo más adictivo al manejar un crossover o una SUV. En el tráfico urbano, la Ateca no nos permite mirar por dentro de los cristales de una miniván que vaya delante de nosotros, por ejemplo. Y esto, de alguna manera, hace que el sentido de tener una camioneta se pierda un poco.

También está el detalle del motor. Si en carretera resulta rápido, cómodo y agradable, en ciudad el mayor peso y la menor aerodinámica de la Ateca comparada a un León, hace que la demora para que el turbo entre en acción sea mayor. Conducirla es olvidarse de los arranques rápidos en el semáforo. Antes de las 2 mil RPM, ya nos rebasaron todos los que venían en su Ibiza manual con motor normalmente aspirado, aunque más tarde no nos vean ni el polvo.

Es un muy buen producto, que no quede duda. Bonito; con buenos acabados pese a los ya presentes (en nuestra unidad de prueba) ruidos interiores; rápido; estable y amplio. Solo que para ciudad hay muchas otras opciones que ofrecen lo que esta no y que se espera de una -de nuevo- camioneta, como la altura o el arranque veloz. Con 10 centímetros más de altura y un turbo mejor resuelto, este torero estaría mucho más cerca de cortar oreja y rabo, para así salir ovacionado de la plaza.

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