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Las cosas que nos rodean: Amor, dolor, perdón

Amar o no amar es una cuestión muy clave. Es lo que da sentido a la vida.

    Palabras que transitan frecuentemente en nuestro vocabulario, pero que no siempre arraigan en el corazón. No obstante, es un hecho que entre todas las vivencias que afrontamos cada día, de una forma o de otra, todas están impregnadas de estas realidades.
    Amar o no amar es una cuestión muy clave. Es lo que da sentido a la vida.
El dolor siempre nos roza de una manera o de otra. Nadie se libra del sufrimiento.Y el perdón es sumamente necesario para suavizar las situaciones.
    Hoy, mañana y pasado tendremos la oportunidad de gritar: ¡Viva México!, y con ello expresar que nuestro amor a la Patria está vivo todavía.
    Acaso la euforia de estas fiestas no logrará apagar el dolor que ciertamente nos produce el ver cómo hay infinidad de conflictos no resueltos, de injusticias y desigualdades que duelen…
    Pero sin duda tendremos que ponernos en la actitud de pedir y de dar perdón por todo aquello de lo cual somos directa o indirectamente culpables.
    Cuando leemos el Evangelio y escuchamos aquello del acreedor que perdonó la deuda,  es evidente que nos presenta el dilema de la justicia o la injusticia, pero hay muchos otros renglones en los cuales es preciso perdonar, aún cuando la razón nos asista.
    A cada momento estamos expuestos a recibir ofensas, heridas o molestias, ya sea en la familia, en el ambiente laboral o social, y en cualquier momento estamos comprometidos con el perdón. Perdonar es una exigencia fuerte, extrema, nos va en ello la felicidad y la paz, la armónica convivencia con los más cercanos y la posibilidad de progresar en todos los aspectos personales.

ORACION DE LA BANDERA

Con tres colores recuerdo que Dios
quiso dar a los seres humanos
un amor muy grande al terruño
donde vieron por primera vez
las flores la luz y el paisaje.

Con un rojo encendido recuerdo
que el dolor no es definitivo,
porque existe también la esperanza
y juntos nos damos la mano
cuando aprendemos a darnos perdón.

Cuando veas ondear en lo alto
la bandera de tu patria, piensa
que el amor a los seres humanos
es otro don muy grande…
y que todo se engloba perfecto
en el amor infinito de Dios.

    Fiestas de México, fiestas nacionales, que deben inspirarnos y ayudarnos a ser mejores, para poder decir con verdad y con certeza que somos mexicanos de calidad. Que sabemos amar y respetar, que sabemos donar y perdonar, de la misma forma que nos ha enseñado el Señor y de la misma forma que queremos que todos nos ofrezcan su respeto y su amor.
    Así se conjugan muy bien las enseñanzas que nos da el Evangelio, con la euforia que nace del corazón en los momentos felices en que celebramos el privilegio de ser mexicanos.

María Belén Sánchez fsp

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