Suplementos
Jesús María
La Sierra de San Luis Potosí no de ja de revelar magníficas haciendas e interesantes historias
GUADALAJARA, JALISCO (14/JUN/2015).- Al Este de la sierra potosina, San Miguelito, en el valle San Francisco y al sur del arroyo La laja, se localiza la admirable hacienda nombrada, “Jesús María”.
Rafael Ledesma Barajas refirió: “A mediados del siglo XIX, este lugar comenzó siendo un rancho insignificante, dentro de la Hacienda de Prado. Fue hasta el 5 de febrero de 1862, cuando Manuel Canto adquirió estas tierras e integró dos fracciones, la Primera de San Isidro y la Segunda de La Labor, poniéndole por nombre Jesús María. Más tarde, el 7 de enero de 1878, al agrandarlo con la adquisición del rancho Rodrigo, pasó a la categoría de hacienda… Octaviano B. Cabrera Arias, hermano de Concepción, se casó el 25 de agosto de 1877 con doña Carmen Hernández. Al poco tiempo (1880), comenzó a hacer gestiones para comprar, con dinero propio y el de su muy rica esposa, la hacienda… Al año siguiente, Octaviano compró la hacienda contigua de Laguna de San Vicente… en 1888, Octaviano cedió 520,540 metros cuadrados de terreno para la construcción de la estación de Jesús María y el tendido de las vías, partiendo en dos partes la propiedad. En compensación, la Compañía del Camino de Fierro Nacional Mexicano, proporcionó los rieles necesarios para construir una vía, de una distancia que se calcula en 600 metros, que partía de la estación y llegaba hasta el frente de la fábrica de mezcal… 1912, Octaviano, vendió a Francisco Sánchez Barrenechea y a su hermano Jesús… para apoyar económicamente la Cervecería que tenía en San Luis… por el año de 1940, los nuevos dueños fueron los herederos de Eduardo C. Pitman… Cerca de 1961 adjudicaron la hacienda al Banco del Centro… fue ofrecida a los padres agustinos… en 1963, habían tomado la resolución de vender a las Religiosas de la Cruz… 1965, fundan una comunidad en la casa de la hacienda”.
De Gogorrón, continuamos a Cerro Gordo, pasando el crucero de Pardo nos desviamos a la izquierda por el sendero a Jesús María y a corta distancia estábamos mirando un bonito portal de cinco arcos en medio punto sobre capiteles dóricos y columnas redondas, a cada lado una ventana vertical.
Casi enfrente del portal, observamos la casa grande, que fue levantada sobre un alto cimiento para sobresalir su belleza, dos anchas escaleras suben al atractivo pórtico, que ostenta tres altos arcos escarzanos, soportados por capiteles dóricos y columnas redondas, a los costados, dos románticos balcones con cornisa circular, que miran a las frondas de la fabulosa huerta.
Subimos emocionados por la primera escalera al pórtico, donde convergen cinco puertas, dos laterales y tres frontales, con cornisa circular. Admiramos el precioso carrito, que era jalado por una mula, para llevar a los hacendados a la estación. La puerta central o sea la principal, nos llevó al encantador claustro de cuatro corredores, delimitados por columnas redondas con capiteles dóricos y arcos en medio punto.
Las columnas abrazan balaustradas, y las de los arcos céntrelas dan paso a los andadores del bonito jardín, que se unen en el centro, donde posa una fuente circular de dos copas. Un corredor nos llevó a la capilla y otros al museo, que honra a Conchita Cabrera de Armida, quien fundó la orden de Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús.
El museo nos mostró la recamara de Conchita, una sala con fotografías de su familia, la sala 4, “Fecundidad Espiritual”, con fotos de Conchita, diplomas del vaticano, libros y banderas. Al salir curioseamos la tienda y adquirimos unas deliciosas galletas y dulces, monjiles.
Nos adentramos a la sosegada huerta, apreciamos su alegre fuente de cantera y, el puente empedrado, que nos llevó a las sombras de gruesos eucaliptos y fresnos, espacio que invita a meditar. Afuera de la huerta acariciamos un cuaco blanco, con los arreos de una carreta. La hacienda contó con secadora de chile, se cultivó chile ancho, puya, chino y de árbol.
Rafael Ledesma Barajas refirió: “A mediados del siglo XIX, este lugar comenzó siendo un rancho insignificante, dentro de la Hacienda de Prado. Fue hasta el 5 de febrero de 1862, cuando Manuel Canto adquirió estas tierras e integró dos fracciones, la Primera de San Isidro y la Segunda de La Labor, poniéndole por nombre Jesús María. Más tarde, el 7 de enero de 1878, al agrandarlo con la adquisición del rancho Rodrigo, pasó a la categoría de hacienda… Octaviano B. Cabrera Arias, hermano de Concepción, se casó el 25 de agosto de 1877 con doña Carmen Hernández. Al poco tiempo (1880), comenzó a hacer gestiones para comprar, con dinero propio y el de su muy rica esposa, la hacienda… Al año siguiente, Octaviano compró la hacienda contigua de Laguna de San Vicente… en 1888, Octaviano cedió 520,540 metros cuadrados de terreno para la construcción de la estación de Jesús María y el tendido de las vías, partiendo en dos partes la propiedad. En compensación, la Compañía del Camino de Fierro Nacional Mexicano, proporcionó los rieles necesarios para construir una vía, de una distancia que se calcula en 600 metros, que partía de la estación y llegaba hasta el frente de la fábrica de mezcal… 1912, Octaviano, vendió a Francisco Sánchez Barrenechea y a su hermano Jesús… para apoyar económicamente la Cervecería que tenía en San Luis… por el año de 1940, los nuevos dueños fueron los herederos de Eduardo C. Pitman… Cerca de 1961 adjudicaron la hacienda al Banco del Centro… fue ofrecida a los padres agustinos… en 1963, habían tomado la resolución de vender a las Religiosas de la Cruz… 1965, fundan una comunidad en la casa de la hacienda”.
De Gogorrón, continuamos a Cerro Gordo, pasando el crucero de Pardo nos desviamos a la izquierda por el sendero a Jesús María y a corta distancia estábamos mirando un bonito portal de cinco arcos en medio punto sobre capiteles dóricos y columnas redondas, a cada lado una ventana vertical.
Casi enfrente del portal, observamos la casa grande, que fue levantada sobre un alto cimiento para sobresalir su belleza, dos anchas escaleras suben al atractivo pórtico, que ostenta tres altos arcos escarzanos, soportados por capiteles dóricos y columnas redondas, a los costados, dos románticos balcones con cornisa circular, que miran a las frondas de la fabulosa huerta.
Subimos emocionados por la primera escalera al pórtico, donde convergen cinco puertas, dos laterales y tres frontales, con cornisa circular. Admiramos el precioso carrito, que era jalado por una mula, para llevar a los hacendados a la estación. La puerta central o sea la principal, nos llevó al encantador claustro de cuatro corredores, delimitados por columnas redondas con capiteles dóricos y arcos en medio punto.
Las columnas abrazan balaustradas, y las de los arcos céntrelas dan paso a los andadores del bonito jardín, que se unen en el centro, donde posa una fuente circular de dos copas. Un corredor nos llevó a la capilla y otros al museo, que honra a Conchita Cabrera de Armida, quien fundó la orden de Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús.
El museo nos mostró la recamara de Conchita, una sala con fotografías de su familia, la sala 4, “Fecundidad Espiritual”, con fotos de Conchita, diplomas del vaticano, libros y banderas. Al salir curioseamos la tienda y adquirimos unas deliciosas galletas y dulces, monjiles.
Nos adentramos a la sosegada huerta, apreciamos su alegre fuente de cantera y, el puente empedrado, que nos llevó a las sombras de gruesos eucaliptos y fresnos, espacio que invita a meditar. Afuera de la huerta acariciamos un cuaco blanco, con los arreos de una carreta. La hacienda contó con secadora de chile, se cultivó chile ancho, puya, chino y de árbol.