Suplementos
Entre las piernas
¿Dónde están los dramaturgos?
GUADALAJARA, JALISCO (19/JUN/2010).- Hace unos días me reencontré con un libro que supongo mi hijo descubrió en algún momento; lo creo así, porque lo encontré sin pastas, tuve que hojearlo para ver de qué se trataba.
En un afán por ver el lado bueno de las cosas, creo que estuvo bien -aunque ningún libro merece ese trato-, porque de no haberlo visto así, probablemente ni siquiera le hubiese puesto atención.
La publicación, que se terminó de imprimir en noviembre de 2005 en los talleres de Ediciones de la Noche, es un Diccionario bio-bibliográfico de dramaturgos jaliscienses del siglo XX, realizado por Alfredo Cerda Muños (sí, con ese en lugar de zeta).
Me interesa hablar de este libro ahora, porque creo que se trata de una joya, una joyita de apenas mil ejemplares que nos acerca a algunos de los “extras” del teatro, y lo digo así, porque me parece terrible que aunque se trata de quienes en primer lugar crean la magia del arte teatral, no suelen ser demasiado socorridos por los directores, a menos que ellos mismos (los autores) tengan su grupo para montar sus propias obras; de otra forma, ni quien los pele.
Por supuesto que hay nombres que me parecen conocidos: Francisco Javier Aceves, Luis Armenta Malpica, Ignacio Arriola Haro, Mariano Azuela, Gabriel Bárcenas, Vivian Blumenthal, Martha Cerda, Yolanda Chaparro, Daniel Constantini, José de Jesús Cruz Flores, Ricardo Delgadillo, Jorge Fábregas, Cecilia Eudave, Diego Figueroa, Hugo Gutiérrez Vega, Marypaz Gómez Pruneda, Consuelo Pruneda, Vicente Leñero, Carlos Maciel, Tufic Marón Rage, Héctor Monteón, Carmen Pérez Borrayo, Teresa Riggen, José Ruiz Mercado, Daniel Salazar, Guillermo Schmidhuber, Féliz Vargas, Arnulfo Velazco, Fernando Carlos Vevia Romero, Eduardo Villalpando, Arturo Villaseñor, Alicia Yapur y José Guadalupe Zuno.
Pero hay otros, muchos, cuyos nombres jamás había escuchado y al parecer el propio autor sufrió para encontrar más información de ellos. Por ejemplo, hay un dramaturgo del que sólo se escribe la siguiente línea: “Sierra, Guillermo. Dramaturgo. Escribe la obra El señor de los silencios”.
Claro que no tengo ni idea si las obras de estos dramaturgos eran de excelente calidad, tal vez en realidad son muy malas y por eso pocas veces vemos en la cartelera puestas en escena de autores locales; aunque puede suceder en el caso de los que están vivos -por aquello de que luego montan sus propios trabajos-; o tal vez no se les da importancia, porque a lo mejor ni siquiera fueron publicados los textos dramáticos, quizá se montaron alguna vez y ya no hubo más resonancia. No sé... pero creo que habría que echar de vez en cuando una mirada a los autores jaliscienses.
Así, me pregunto para mis adentros: ¿Por qué la Secretaría de Cultura (SC) no hace un trabajo de rescate de estos dramaturgos? Digo, a lo mejor podría ser una opción para la dizque Compañía Estatal de Teatro, ¿no?
Y ya que estamos en este tema, ¿qué pasa con la iniciativa del “Concurso de Joven Dramaturgia Jalisciense 'Diego Figueroa'”? Fue en junio de 2009 que se lanzó la convocatoria y a finales del año cuando la Dirección de Actividades Culturales de la SC informó que el premio se declaró desierto.
¿O sea que nomás se les ocurrió hacer el certamen para esa época? ¿Ya vieron que de plano no hay “nadien” que pueda ganarlo, así que mejor ya ni lanzan covocatoria? ¿Qué clase de iniciativas son éstas, sin continuidad ni nada?
Bueno, la verdad es que no sé ni por qué me sorprendo... ésta es una historia vieja.
En fin... ojalá se haga una reimpresión de este libro que les cuento, Diccionario bio-bibliográfico de dramaturgos jaliscienses del siglo XX, pues creo que después de cinco años hay detalles que deben actualizarse y quizá datos por añadir. Gracias a Alfredo Cerda Muños por este trabajo, y a la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación General Académica y la Unidad para el Desarrollo de la Investigación y el Posgrado, que participaron en la impresión de este material.
lexeemia@gmail.com
En un afán por ver el lado bueno de las cosas, creo que estuvo bien -aunque ningún libro merece ese trato-, porque de no haberlo visto así, probablemente ni siquiera le hubiese puesto atención.
La publicación, que se terminó de imprimir en noviembre de 2005 en los talleres de Ediciones de la Noche, es un Diccionario bio-bibliográfico de dramaturgos jaliscienses del siglo XX, realizado por Alfredo Cerda Muños (sí, con ese en lugar de zeta).
Me interesa hablar de este libro ahora, porque creo que se trata de una joya, una joyita de apenas mil ejemplares que nos acerca a algunos de los “extras” del teatro, y lo digo así, porque me parece terrible que aunque se trata de quienes en primer lugar crean la magia del arte teatral, no suelen ser demasiado socorridos por los directores, a menos que ellos mismos (los autores) tengan su grupo para montar sus propias obras; de otra forma, ni quien los pele.
Por supuesto que hay nombres que me parecen conocidos: Francisco Javier Aceves, Luis Armenta Malpica, Ignacio Arriola Haro, Mariano Azuela, Gabriel Bárcenas, Vivian Blumenthal, Martha Cerda, Yolanda Chaparro, Daniel Constantini, José de Jesús Cruz Flores, Ricardo Delgadillo, Jorge Fábregas, Cecilia Eudave, Diego Figueroa, Hugo Gutiérrez Vega, Marypaz Gómez Pruneda, Consuelo Pruneda, Vicente Leñero, Carlos Maciel, Tufic Marón Rage, Héctor Monteón, Carmen Pérez Borrayo, Teresa Riggen, José Ruiz Mercado, Daniel Salazar, Guillermo Schmidhuber, Féliz Vargas, Arnulfo Velazco, Fernando Carlos Vevia Romero, Eduardo Villalpando, Arturo Villaseñor, Alicia Yapur y José Guadalupe Zuno.
Pero hay otros, muchos, cuyos nombres jamás había escuchado y al parecer el propio autor sufrió para encontrar más información de ellos. Por ejemplo, hay un dramaturgo del que sólo se escribe la siguiente línea: “Sierra, Guillermo. Dramaturgo. Escribe la obra El señor de los silencios”.
Claro que no tengo ni idea si las obras de estos dramaturgos eran de excelente calidad, tal vez en realidad son muy malas y por eso pocas veces vemos en la cartelera puestas en escena de autores locales; aunque puede suceder en el caso de los que están vivos -por aquello de que luego montan sus propios trabajos-; o tal vez no se les da importancia, porque a lo mejor ni siquiera fueron publicados los textos dramáticos, quizá se montaron alguna vez y ya no hubo más resonancia. No sé... pero creo que habría que echar de vez en cuando una mirada a los autores jaliscienses.
Así, me pregunto para mis adentros: ¿Por qué la Secretaría de Cultura (SC) no hace un trabajo de rescate de estos dramaturgos? Digo, a lo mejor podría ser una opción para la dizque Compañía Estatal de Teatro, ¿no?
Y ya que estamos en este tema, ¿qué pasa con la iniciativa del “Concurso de Joven Dramaturgia Jalisciense 'Diego Figueroa'”? Fue en junio de 2009 que se lanzó la convocatoria y a finales del año cuando la Dirección de Actividades Culturales de la SC informó que el premio se declaró desierto.
¿O sea que nomás se les ocurrió hacer el certamen para esa época? ¿Ya vieron que de plano no hay “nadien” que pueda ganarlo, así que mejor ya ni lanzan covocatoria? ¿Qué clase de iniciativas son éstas, sin continuidad ni nada?
Bueno, la verdad es que no sé ni por qué me sorprendo... ésta es una historia vieja.
En fin... ojalá se haga una reimpresión de este libro que les cuento, Diccionario bio-bibliográfico de dramaturgos jaliscienses del siglo XX, pues creo que después de cinco años hay detalles que deben actualizarse y quizá datos por añadir. Gracias a Alfredo Cerda Muños por este trabajo, y a la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación General Académica y la Unidad para el Desarrollo de la Investigación y el Posgrado, que participaron en la impresión de este material.
lexeemia@gmail.com