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El placer del vino en la mesa
Con sus diferentes variedades y maridajes esta bebida es el elíxir para acompañar esos momentos especiales
GUADALAJARA, JALISCO (28/ABR/2013).- Una copa difícil de rechazar. Tinto o blanco. Ya sea por su sabor o por sus propiedades (protege al corazón, la piel, la memoria, combate el cáncer) o porque es un excelente pretexto para paladear una conversación amena, entre amigos. Una copa de vino siempre será bienvenida en cualquier mesa.
De acuerdo con la Guía de Catadores del Vino Mexicano, de Rodolfo Gerschman (Editorial Planeta, 2012), en América no existía la vitis vinífera, que llegó de la mano de los españoles. Que en la eucaristía católica se usara vino justificó la exportación de las plantas a las nuevas colonias. El vino era considerado alimento y medicina. El escollo de la distancia y tiempo de navegación desde Europa llevó a promover las plantaciones en el país.
“Las vides fueron plantadas primero en Puebla a mediados del siglo XVI. En 1594 ya había registro de ellas en Michoacán y la Iglesia poseía viñedos en Parras, Dolores, Celaya, San Luis de la Paz y Tétela del Río. A partir de 1697 los jesuitas las plantaron en sus misiones de California sobre pies de vitis labrusca. En 1767, Carlos III los expulsó de sus posesiones, en las cuales fueron reemplazados por los franciscanos. Estos últimos, liderados por Fray Junípero Serra, extendieron su cultivo hacia el Norte, en misiones que fueron la semilla para ciudades como San Diego, Los Ángeles, Sacramento o San Francisco, mientras las haciendas de Baja California pasaban a los dominicos…”
La sommelier Marisol López, quien trabaja en la tienda de vinos La Contra Guadalajara (José Guadalupe Zuno 2141), afirma que actualmente ya no importa tanto conjuntar el vino tinto con las carnes rojas y el vino blanco con las carnes blancas, pues una de las ventajas que existen hoy, es que la variedad de uvas es tan inmensa que cada una tiene cualidades en aromas, sabores y eso facilita la experimentación.
López agrega que si el comensal al que no le apetece tanto un vino tinto y pide como platillo un vacío –corte que no es tan grasoso–, puede empujarse la comida con un vino rosado. “Hay vinos que se llaman claretes que son entre rosado y tinto, que tienen menos tanino, menos astringencia que un vino tinto, pero que no son tan ligeros como unvino rosado. Es ver eso. Ver el platillo, ver qué tan condimentado está, las salsas que va a llevar”.
Considera que la columna vertebral del vino tinto es la acidez, el tanino y la astringencia. Explica que el tanino es lo que sientes que se te queda pegado en la boca cuando tomas vino tinto. Entre más fuerte sea el tanino del vino, se recomienda acompañarlo con comidas más grasosas o con mayor condimento. “El tanino del blanco será la acidez. Si pides un ceviche o un aguachile, en el caso de los blancos, la uva que es más astringente es la Sauvignon blanc”.
Paralelo 28
El chef de Paralelo 28, David Salgado, afirma que la cava del restorán fue pensada de manera distinta que las demás, pues cuenta con 80% de vinos mexicanos y el resto es de otras partes del mundo. Paralelo 28 se enfoca más a las vinícolas mexicanas, en su mayoría, de Baja California, región de la que quieren compartir “un cachito”.
Si es su primera visita, el chef recomienda ordenar un tiradito de abulón y acompañarlo con un Chenin blanc de Monte Xanic. Este espacio cuenta con todos las variedades que está produciendo Baja California: cabernet, cabernet blanc, merlot, malbec, cabernet merlot, etcétera.
El costo de los vinos va desde los 300 pesos. Se acepta tarjeta de crédito y hay área para fumar.
• Paralelo 28. Providencia 2889, Colonia Providencia. 3642-9616 3641-2173. Martes a sábado de 14:00 a 02:00 horas. Domingos, de 13:00 a 19:00 horas.
Sono
El restorán Tinto y blanco se renovó y ahora se llama Sono. Carlos González, gerente operativo y chef ejecutivo, dice que Sono cuenta con una carta de 210 etiquetas de vino. El 50% de toda la carta es mexicana y el resto es una parte representativa de todo el mundo.
El costo promedio por botella es de 300 pesos y ya incluye el servicio. Sin embargo, afirma que hay botellas “bastante trabajadas” cuyo costo es más alto.
Agrega que el vino de la casa, un vino mexicano de Valle de Guadalupe, es bastante bueno. Si no tiene conocimiento del vino González recomienda beber un cabernet merlot de la casa que se puede acompañar con una pasta o cualquier salmón.
Si tiene conocimiento, recomienda beber el vino San Giovese, que se puede acompañar con unos mejillones o con un corte. Cuentan con área para fumar y se aceptan todas las tarjetas de crédito.
• Sono. Francisco Javier Gamboa 245. Horarios: lunes a sábado, de 13:00 a 00:00 horas.
Cocina 88
El gerente de Cocina 88, Ernesto González, dice que en el restorán se manejan cepas de diferentes regiones: Chile, Argentina, España, Italia, Francia, México y Rumanía, región de la que tienen un vino exótico llamado Monser.
Con una cava en etapa de cambio, comenta que el costo de los vinos va desde los 345 hasta los mil 400 pesos. Los vinos blancos son más económicos.
El gerente recomienda a los clientes degustar los pescados, atunes, camarones que se sirven en el restorán y acompañarlos con una botella de Monser (390 pesos) o también con el vino chileno Villa Magna.
Cocina 88 cuenta con la cepa merlot, cabernet, sauvignon, carmenère, etcétera. En promedio, el costo por comida ronda entre los 350 y 450 pesos. Aceptan todas las tarjetas de crédito y cuentan con área para fumar dentro del restorán y en la zona de bar.
• Cocina 88. Avenida Vallarta 1342, Zona Chapultepec. Horarios: lunes a sábado, de 13:30 a 02:00 horas. Domingos, de 14:00 a 22:00 horas.
Il Diavolo
En Il Diavolo se presumen los vinos españoles, italianos, franceses, argentinos, chilenos y mexicanos y estadounidenses con los que cuenta este lugar.
Sin embargo, si es tu primera vez en este sitio, puedes probar el vino de la casa que tiene un costo hasta de 195 pesos; y el más caro, de 480 pesos.
En promedio, cada platillo cuesta unos 80 pesos. Una combinación recomendable sería el vino sudafricano Tall Horse, un vino joven que puede acompañarse con los quesos fuertes, como los que tiene una pizza de cuatro quesos.
No se aceptan tarjetas de crédito y no cuentan con área para fumar.
• Il Diavolo. López Cotilla 1904, Colonia Americana. Lunes a jueves, de 13:30 a 00:00 horas. Viernes y sábado, cierran a las 01:00 horas. Domingos, hasta las 23:00 horas.
La Sautería
En la Sautería recomiendan beber el vino chileno Chono Classic, merlot o carmenère si se trata de degustar un sabor afrutado. Si prefiere algo más seco, manejan el cabernet de la misma marca.
La Sautería es un restorán de comida tailandesa. El dueño, Rodrigo, afirma que los platillos, tienen aromas fuertes y ligeros. Para hacer el maridaje con los platillos tailandeses, recomienda beber merlot o syrah.
El costo promedio por platillo es de 90 pesos, y por botella de vino el precio es de 230 pesos. Se puede pagar con tarjeta de crédito y cuentan con terraza para fumar.
• La Sautería Justo Sierra 2292. Horarios: lunes a sábado de 14:00 a 00:00 horas. Domingos, de 13:00 a 18:00 horas.
De acuerdo con la Guía de Catadores del Vino Mexicano, de Rodolfo Gerschman (Editorial Planeta, 2012), en América no existía la vitis vinífera, que llegó de la mano de los españoles. Que en la eucaristía católica se usara vino justificó la exportación de las plantas a las nuevas colonias. El vino era considerado alimento y medicina. El escollo de la distancia y tiempo de navegación desde Europa llevó a promover las plantaciones en el país.
“Las vides fueron plantadas primero en Puebla a mediados del siglo XVI. En 1594 ya había registro de ellas en Michoacán y la Iglesia poseía viñedos en Parras, Dolores, Celaya, San Luis de la Paz y Tétela del Río. A partir de 1697 los jesuitas las plantaron en sus misiones de California sobre pies de vitis labrusca. En 1767, Carlos III los expulsó de sus posesiones, en las cuales fueron reemplazados por los franciscanos. Estos últimos, liderados por Fray Junípero Serra, extendieron su cultivo hacia el Norte, en misiones que fueron la semilla para ciudades como San Diego, Los Ángeles, Sacramento o San Francisco, mientras las haciendas de Baja California pasaban a los dominicos…”
La sommelier Marisol López, quien trabaja en la tienda de vinos La Contra Guadalajara (José Guadalupe Zuno 2141), afirma que actualmente ya no importa tanto conjuntar el vino tinto con las carnes rojas y el vino blanco con las carnes blancas, pues una de las ventajas que existen hoy, es que la variedad de uvas es tan inmensa que cada una tiene cualidades en aromas, sabores y eso facilita la experimentación.
López agrega que si el comensal al que no le apetece tanto un vino tinto y pide como platillo un vacío –corte que no es tan grasoso–, puede empujarse la comida con un vino rosado. “Hay vinos que se llaman claretes que son entre rosado y tinto, que tienen menos tanino, menos astringencia que un vino tinto, pero que no son tan ligeros como unvino rosado. Es ver eso. Ver el platillo, ver qué tan condimentado está, las salsas que va a llevar”.
Considera que la columna vertebral del vino tinto es la acidez, el tanino y la astringencia. Explica que el tanino es lo que sientes que se te queda pegado en la boca cuando tomas vino tinto. Entre más fuerte sea el tanino del vino, se recomienda acompañarlo con comidas más grasosas o con mayor condimento. “El tanino del blanco será la acidez. Si pides un ceviche o un aguachile, en el caso de los blancos, la uva que es más astringente es la Sauvignon blanc”.
Paralelo 28
El chef de Paralelo 28, David Salgado, afirma que la cava del restorán fue pensada de manera distinta que las demás, pues cuenta con 80% de vinos mexicanos y el resto es de otras partes del mundo. Paralelo 28 se enfoca más a las vinícolas mexicanas, en su mayoría, de Baja California, región de la que quieren compartir “un cachito”.
Si es su primera visita, el chef recomienda ordenar un tiradito de abulón y acompañarlo con un Chenin blanc de Monte Xanic. Este espacio cuenta con todos las variedades que está produciendo Baja California: cabernet, cabernet blanc, merlot, malbec, cabernet merlot, etcétera.
El costo de los vinos va desde los 300 pesos. Se acepta tarjeta de crédito y hay área para fumar.
• Paralelo 28. Providencia 2889, Colonia Providencia. 3642-9616 3641-2173. Martes a sábado de 14:00 a 02:00 horas. Domingos, de 13:00 a 19:00 horas.
Sono
El restorán Tinto y blanco se renovó y ahora se llama Sono. Carlos González, gerente operativo y chef ejecutivo, dice que Sono cuenta con una carta de 210 etiquetas de vino. El 50% de toda la carta es mexicana y el resto es una parte representativa de todo el mundo.
El costo promedio por botella es de 300 pesos y ya incluye el servicio. Sin embargo, afirma que hay botellas “bastante trabajadas” cuyo costo es más alto.
Agrega que el vino de la casa, un vino mexicano de Valle de Guadalupe, es bastante bueno. Si no tiene conocimiento del vino González recomienda beber un cabernet merlot de la casa que se puede acompañar con una pasta o cualquier salmón.
Si tiene conocimiento, recomienda beber el vino San Giovese, que se puede acompañar con unos mejillones o con un corte. Cuentan con área para fumar y se aceptan todas las tarjetas de crédito.
• Sono. Francisco Javier Gamboa 245. Horarios: lunes a sábado, de 13:00 a 00:00 horas.
Cocina 88
El gerente de Cocina 88, Ernesto González, dice que en el restorán se manejan cepas de diferentes regiones: Chile, Argentina, España, Italia, Francia, México y Rumanía, región de la que tienen un vino exótico llamado Monser.
Con una cava en etapa de cambio, comenta que el costo de los vinos va desde los 345 hasta los mil 400 pesos. Los vinos blancos son más económicos.
El gerente recomienda a los clientes degustar los pescados, atunes, camarones que se sirven en el restorán y acompañarlos con una botella de Monser (390 pesos) o también con el vino chileno Villa Magna.
Cocina 88 cuenta con la cepa merlot, cabernet, sauvignon, carmenère, etcétera. En promedio, el costo por comida ronda entre los 350 y 450 pesos. Aceptan todas las tarjetas de crédito y cuentan con área para fumar dentro del restorán y en la zona de bar.
• Cocina 88. Avenida Vallarta 1342, Zona Chapultepec. Horarios: lunes a sábado, de 13:30 a 02:00 horas. Domingos, de 14:00 a 22:00 horas.
Il Diavolo
En Il Diavolo se presumen los vinos españoles, italianos, franceses, argentinos, chilenos y mexicanos y estadounidenses con los que cuenta este lugar.
Sin embargo, si es tu primera vez en este sitio, puedes probar el vino de la casa que tiene un costo hasta de 195 pesos; y el más caro, de 480 pesos.
En promedio, cada platillo cuesta unos 80 pesos. Una combinación recomendable sería el vino sudafricano Tall Horse, un vino joven que puede acompañarse con los quesos fuertes, como los que tiene una pizza de cuatro quesos.
No se aceptan tarjetas de crédito y no cuentan con área para fumar.
• Il Diavolo. López Cotilla 1904, Colonia Americana. Lunes a jueves, de 13:30 a 00:00 horas. Viernes y sábado, cierran a las 01:00 horas. Domingos, hasta las 23:00 horas.
La Sautería
En la Sautería recomiendan beber el vino chileno Chono Classic, merlot o carmenère si se trata de degustar un sabor afrutado. Si prefiere algo más seco, manejan el cabernet de la misma marca.
La Sautería es un restorán de comida tailandesa. El dueño, Rodrigo, afirma que los platillos, tienen aromas fuertes y ligeros. Para hacer el maridaje con los platillos tailandeses, recomienda beber merlot o syrah.
El costo promedio por platillo es de 90 pesos, y por botella de vino el precio es de 230 pesos. Se puede pagar con tarjeta de crédito y cuentan con terraza para fumar.
• La Sautería Justo Sierra 2292. Horarios: lunes a sábado de 14:00 a 00:00 horas. Domingos, de 13:00 a 18:00 horas.