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El efecto STI
Aún más capaz que antes, el rey de los rallys nos complacerá algunas semanas
GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2015).- En anteriores entregas hemos destacado más de media docena de cualidades del Subaru WRX STI, y nos queda claro que es uno de los coches para entusiastas más capaces del mercado mexicano. Presentado con esta renovada cara hace año y medio en el Salón de Detroit, y tras probar las mieles de su manejo por apenas algunos días, hemos iniciado una prueba de mediano plazo con este cohete del asfalto. Y vaya que ya nos ha dado de qué hablar en sus primeros kilómetros con nosotros.
Arrancamos con el diseño. A casi 15 días de conducirlo una de las constantes en la calle son las miradas fijas, unas más retadoras que otras, sumadas a otras más de entusiasmo (que otra cosa si no)… sin embargo, la pregunta obligada es: ¿Lo modificaste? Y la respuesta sorprende: “No, así viene el coche ‘de agencia’”.
Y es que el Subaru WRX destaca más que casi cualquier otro auto (empatado con el desaparecido Mitsubishi Lancer Evolution X) por su enorme alerón trasero. Esa gigantesca pieza de fibra de carbono montada sobre la cajuela, que a alta velocidad ayuda a mantener la estabilidad y aerodinámica, es su señal particular. Muchos dedos índices nos han apuntado a nuestro paso. Este auto jamás pasará desapercibido. Un perfecto pretexto para quienes buscan llamar la atención. Es lo que llamamos “Efecto STI”.
¿Qué hemos descubierto en el interior del WRX STI? Para empezar, nos gusta su diseño. Piezas correctamente ensambladas a pesar de la dureza y golpeteo constante de la suspensión, hablan del buen trabajo que hicieron en Japón para contener los ruidos, aunque quizá al finalizar esta prueba veremos si sigue bien. Y si así fuera hay que decir que es normal, que nadie se espante.
Los asientos abrazan perfectamente nuestro cuerpo, sin llegar a cansarnos, amortiguando un poco la dureza del coche. Detrás del volante tenemos los medidores deportivos con pantalla LCD y si miramos un poco a la derecha, contamos con una pantalla multifunción en la que, entre otras cosas, se muestra el medidor digital de presión del turbo.
Aunque es un coche individualista por naturaleza y está hecho para el que lo maneja, no deja de lado la practicidad, ya que con cuatro puertas un buen día podemos convertirlo en el coche familiar, y —¿por qué no?— la diversión será para todos.
Y hablando de diversión…
Pasemos a la parte más rica de este pastel: el manejo. Una vez que nos acomodamos en el asiento, ajustamos los espejos retrovisores y tomamos con firmeza el volante, llega la hora de sonreír. Comparado a nosotros, el resto mundo pasa taaaaan lento, que cuando menos nos damos cuenta ya vamos sobre las ocho decenas de kilómetros por hora (o más) en ciudad y hay que contenernos.
Esto es también parte del efecto STI. La mancha roja que dejamos con la silueta del auto deja huella por donde pasamos, pero sobre todo, por cómo pasamos. Rápido, contundente, sin piedad. Así es el WRX STI, un auto que a donde giramos el volante nos lleva, con increible precisión, incluso más perfecta que el que lo conduce. La dirección se endurece de forma progresiva y nos da la confianza de ir cada vez más rápido y con aplomo. Todo esto no podría ser posible sin el motor de cuatro cilindros horizontalmente opuestos, con alimentación turbo, dotado de 305 HP y 300 libras pie de torque, y con la cereza del pastel, el efectivo sistema AWD con diferencial de ajuste manual. ¡Delicioso!
Una vez que conocemos el panorama del WRX STI, queda la lección para dominar el modo de manejo del SI-Drive, que no es otra cosa que un sistema que nos permite adaptar la “personalidad” del coche. En el modo I (Inteligente) la calibración de la entrega de potencia es suavizada, ideal para la ciudad. En el modo S (Sport) el coche se vuelve más versátil y juguetón. Y en el modo Sport Sharp, encontramos una respuesta directa, con apenas “soplar” el acelerador el coche ya está respondiendo.
Con una caja de cambios manual de seis velocidades tenemos una entrega rápida y sin titubeos. Hay frenos con sistema ABS, que son parte de una amplia gama de sistemas que nos protegen. Una menor distancia al suelo suma para hacer una combinación exacta en la que se pueden seguir mezclando ingredientes conforme los encontramos. Y tendremos algunas semanas más para descubrirlos.
De esta forma, probaremos por primera vez un auto de Subaru por más de una semana, en la que reportaremos puntualmente su consumo de gasolina, así como en caso de necesitarlo, alguna visita al taller. No hay que perderlo de vista, porque del efecto de este WRX STI nadie se escapa.
FICHA TÉCNICA
DATOS TÉCNICOS
Motores Frontal
Cilindros 4 cilindros horizontalmente opuestos
Turbocompresor Sí
Potencia 305 HP @ 6 mil rpm
Torque 300 lb-pie @ 4 mil rpm
Tracción Integral
Transmisión MAnual de seis velocidades (6+R)
SUSPENSIÓN
Delantera Independiente, de tipo McPherson
Trasera Independiente, de doble brazo oscilantes
FRENOS
Delanteros De discos ventilados, con ABS
Traseros De discos ventilados, con ABS
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica
DIMENSIONES en milímetros
Largo 4 mil 595
Ancho mil 795
Alto mil 475
Distancia entre ejes 2 mil 620
Peso mil 505 kilogramos
CAPACIDAD
Tanque 64 litros
Cajuela 420 litros
RESULTADOS EN EL AUTÓDROMO
Aceleración de 0 a 100 km/h en: 6.6 segundos
Frenado de 100 km/h a 0 en: 41 metros
Cuarto de milla: 15.79 segundos @ 145.8 km/h
Velocidad máxima gobernada: 220 km/h
Arrancamos con el diseño. A casi 15 días de conducirlo una de las constantes en la calle son las miradas fijas, unas más retadoras que otras, sumadas a otras más de entusiasmo (que otra cosa si no)… sin embargo, la pregunta obligada es: ¿Lo modificaste? Y la respuesta sorprende: “No, así viene el coche ‘de agencia’”.
Y es que el Subaru WRX destaca más que casi cualquier otro auto (empatado con el desaparecido Mitsubishi Lancer Evolution X) por su enorme alerón trasero. Esa gigantesca pieza de fibra de carbono montada sobre la cajuela, que a alta velocidad ayuda a mantener la estabilidad y aerodinámica, es su señal particular. Muchos dedos índices nos han apuntado a nuestro paso. Este auto jamás pasará desapercibido. Un perfecto pretexto para quienes buscan llamar la atención. Es lo que llamamos “Efecto STI”.
¿Qué hemos descubierto en el interior del WRX STI? Para empezar, nos gusta su diseño. Piezas correctamente ensambladas a pesar de la dureza y golpeteo constante de la suspensión, hablan del buen trabajo que hicieron en Japón para contener los ruidos, aunque quizá al finalizar esta prueba veremos si sigue bien. Y si así fuera hay que decir que es normal, que nadie se espante.
Los asientos abrazan perfectamente nuestro cuerpo, sin llegar a cansarnos, amortiguando un poco la dureza del coche. Detrás del volante tenemos los medidores deportivos con pantalla LCD y si miramos un poco a la derecha, contamos con una pantalla multifunción en la que, entre otras cosas, se muestra el medidor digital de presión del turbo.
Aunque es un coche individualista por naturaleza y está hecho para el que lo maneja, no deja de lado la practicidad, ya que con cuatro puertas un buen día podemos convertirlo en el coche familiar, y —¿por qué no?— la diversión será para todos.
Y hablando de diversión…
Pasemos a la parte más rica de este pastel: el manejo. Una vez que nos acomodamos en el asiento, ajustamos los espejos retrovisores y tomamos con firmeza el volante, llega la hora de sonreír. Comparado a nosotros, el resto mundo pasa taaaaan lento, que cuando menos nos damos cuenta ya vamos sobre las ocho decenas de kilómetros por hora (o más) en ciudad y hay que contenernos.
Esto es también parte del efecto STI. La mancha roja que dejamos con la silueta del auto deja huella por donde pasamos, pero sobre todo, por cómo pasamos. Rápido, contundente, sin piedad. Así es el WRX STI, un auto que a donde giramos el volante nos lleva, con increible precisión, incluso más perfecta que el que lo conduce. La dirección se endurece de forma progresiva y nos da la confianza de ir cada vez más rápido y con aplomo. Todo esto no podría ser posible sin el motor de cuatro cilindros horizontalmente opuestos, con alimentación turbo, dotado de 305 HP y 300 libras pie de torque, y con la cereza del pastel, el efectivo sistema AWD con diferencial de ajuste manual. ¡Delicioso!
Una vez que conocemos el panorama del WRX STI, queda la lección para dominar el modo de manejo del SI-Drive, que no es otra cosa que un sistema que nos permite adaptar la “personalidad” del coche. En el modo I (Inteligente) la calibración de la entrega de potencia es suavizada, ideal para la ciudad. En el modo S (Sport) el coche se vuelve más versátil y juguetón. Y en el modo Sport Sharp, encontramos una respuesta directa, con apenas “soplar” el acelerador el coche ya está respondiendo.
Con una caja de cambios manual de seis velocidades tenemos una entrega rápida y sin titubeos. Hay frenos con sistema ABS, que son parte de una amplia gama de sistemas que nos protegen. Una menor distancia al suelo suma para hacer una combinación exacta en la que se pueden seguir mezclando ingredientes conforme los encontramos. Y tendremos algunas semanas más para descubrirlos.
De esta forma, probaremos por primera vez un auto de Subaru por más de una semana, en la que reportaremos puntualmente su consumo de gasolina, así como en caso de necesitarlo, alguna visita al taller. No hay que perderlo de vista, porque del efecto de este WRX STI nadie se escapa.
FICHA TÉCNICA
DATOS TÉCNICOS
Motores Frontal
Cilindros 4 cilindros horizontalmente opuestos
Turbocompresor Sí
Potencia 305 HP @ 6 mil rpm
Torque 300 lb-pie @ 4 mil rpm
Tracción Integral
Transmisión MAnual de seis velocidades (6+R)
SUSPENSIÓN
Delantera Independiente, de tipo McPherson
Trasera Independiente, de doble brazo oscilantes
FRENOS
Delanteros De discos ventilados, con ABS
Traseros De discos ventilados, con ABS
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica
DIMENSIONES en milímetros
Largo 4 mil 595
Ancho mil 795
Alto mil 475
Distancia entre ejes 2 mil 620
Peso mil 505 kilogramos
CAPACIDAD
Tanque 64 litros
Cajuela 420 litros
RESULTADOS EN EL AUTÓDROMO
Aceleración de 0 a 100 km/h en: 6.6 segundos
Frenado de 100 km/h a 0 en: 41 metros
Cuarto de milla: 15.79 segundos @ 145.8 km/h
Velocidad máxima gobernada: 220 km/h