Suplementos
Decoración, antes de brindis nupcial
Ante los preparativos de una boda, algunas parejas se olvidan por completo de los elementos de su nuevo hogar
GUADALAJARA, JALISCO (28/MAY/2013).- La decoración del hogar es una característica imprescindible para disfrutar de un entorno armonioso y confortable, el cual debe construirse con detenimiento mediante una planificación de estilo, tendencia y cotización.
Ante los agitados y revoltosos preparativos que puede causar una boda, algunas parejas se olvidan por completo de los elementos que harán de su nuevo hogar el espacio soñado para descansar y regocijarse de los momentos más importantes del convivio familiar.
El amueblado de la casa va más allá de la selección de los electrodomésticos básicos como el refrigerador, la estufa, el comedor y los muebles de sala, pues estos artículos deben pensarse en la precisa decoración y personalidad que los nuevos esposos desean brindar al hogar.
Una de las tendencias más populares en cuanto decoración radica en la selección y contraste de colores a impregnar en los muros, pisos, electrodomésticos y muebles más grandes de la casa. Por ejemplo, actualmente se opta por emplear un tono claro en las paredes -ya sea desde el clásico blanco nieve o el durazno crema- que en juego a los artículos (mesa, sillas, repisas, burós y hasta la base de cocina) crean un efecto de amplitud y mayor altura al usar tonos de choque más oscuros como el verde esmeralda, el rojo escarlata, el azul índigo y el negro mate.
Diseño mental
Partiendo del color interior base de la casa, de aquí partirán la selección de los artículos exclusivamente decorativos, es decir, aquellas adquisiciones como espejos, marcos fotográficos, flores (naturales o plastificadas), mesas y sillas de descanso, cojines de sala, cuadros artísticos, esculturas y hasta puntos de atención como velas (en juego o individuales) y centros de mesas como, pueden ser figurines de cerámica, madera o cualquier otro material en forma popular o abstracta (esferas, humanos, estrellas, barras, etcétera).
Aún se mantiene vigente la idea de una decoración minimalista y selectiva, es decir, aquella decoración más que "básica y necesaria" para dar un toque de vida a los espacios planos de la casa; por ejemplo, solo valerse de una mesa de recepción y descanso con una pequeña vela o un pisa papeles, que vaya a juego con el tono de los muros. Si las paredes son blancas, y la decoración de muebles en general es o tiene tintes rojos, lo ideal es emplear un centro de mesa del mismo tono a la pared. Esto genera un equilibrio visual sin saturación.
Pero para los amantes de la explosión de texturas y color, la tendencia barroca y rústica es otra opción que, empleándola equilibradamente, hace de la casa un verdadero palacio renacentista entre esculturas, cuadros y muebles por doquier.
Es precisamente en estos estilos rebuscados donde la creatividad de las tendencias puede explorarse al máximo gracias a los diseños estampados y de relieve que la moda apuesta en este siglo XXI ante los degradados, estampas de mediano y gran formato en motivo floral, animal y vegetal, que apuestan por un sinfín de mezclas multicolor que lucen elegantes y acogedoras cuando se emplean por separado.
La decoración también va por los artículos personalizados, o sea, por aquellos objetos de temática, desde los jarrones que han dejado atrás a las flores naturales por las varillas africanas de naturaleza disecada armonizada con acentos de plumas de aves como el pavo real y avestruz.
Otro punto en popularidad son los conjuntos de velas aromáticas que llegan al mercado en diferentes colores, aromas, figuras y hasta texturas, pues las más demandas son aquellas que en su base destacan trozos incrustados de esencias naturales como la canela, vainilla, lavanda y mente.
La decoración del piso es otro punto a defender. Las alfombras y tapetes siguen tan vigentes como en el siglo XVIII; hay desde encarpetados lisos y ligeros como terciopelo, hasta gruesos y de relieve alto como la lana y el tejido de yute. La selección de esta pieza dependerá de las condiciones de limpieza y uso (desgaste) a las que estén expuestas en el futuro.
Cual sea el estilo y artículos a elegir, es importante rescatar que la decoración del nuevo hogar no depende de una sola persona, en especial cuando el matrimonio está recién salido del brindis nupcial. Tanto hombre como mujer deben establecer sus gustos, pero sobre todo, lo que no quieren y no están dispuestos a pagar, para después arrumbarlo.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
Ante los agitados y revoltosos preparativos que puede causar una boda, algunas parejas se olvidan por completo de los elementos que harán de su nuevo hogar el espacio soñado para descansar y regocijarse de los momentos más importantes del convivio familiar.
El amueblado de la casa va más allá de la selección de los electrodomésticos básicos como el refrigerador, la estufa, el comedor y los muebles de sala, pues estos artículos deben pensarse en la precisa decoración y personalidad que los nuevos esposos desean brindar al hogar.
Una de las tendencias más populares en cuanto decoración radica en la selección y contraste de colores a impregnar en los muros, pisos, electrodomésticos y muebles más grandes de la casa. Por ejemplo, actualmente se opta por emplear un tono claro en las paredes -ya sea desde el clásico blanco nieve o el durazno crema- que en juego a los artículos (mesa, sillas, repisas, burós y hasta la base de cocina) crean un efecto de amplitud y mayor altura al usar tonos de choque más oscuros como el verde esmeralda, el rojo escarlata, el azul índigo y el negro mate.
Diseño mental
Partiendo del color interior base de la casa, de aquí partirán la selección de los artículos exclusivamente decorativos, es decir, aquellas adquisiciones como espejos, marcos fotográficos, flores (naturales o plastificadas), mesas y sillas de descanso, cojines de sala, cuadros artísticos, esculturas y hasta puntos de atención como velas (en juego o individuales) y centros de mesas como, pueden ser figurines de cerámica, madera o cualquier otro material en forma popular o abstracta (esferas, humanos, estrellas, barras, etcétera).
Aún se mantiene vigente la idea de una decoración minimalista y selectiva, es decir, aquella decoración más que "básica y necesaria" para dar un toque de vida a los espacios planos de la casa; por ejemplo, solo valerse de una mesa de recepción y descanso con una pequeña vela o un pisa papeles, que vaya a juego con el tono de los muros. Si las paredes son blancas, y la decoración de muebles en general es o tiene tintes rojos, lo ideal es emplear un centro de mesa del mismo tono a la pared. Esto genera un equilibrio visual sin saturación.
Pero para los amantes de la explosión de texturas y color, la tendencia barroca y rústica es otra opción que, empleándola equilibradamente, hace de la casa un verdadero palacio renacentista entre esculturas, cuadros y muebles por doquier.
Es precisamente en estos estilos rebuscados donde la creatividad de las tendencias puede explorarse al máximo gracias a los diseños estampados y de relieve que la moda apuesta en este siglo XXI ante los degradados, estampas de mediano y gran formato en motivo floral, animal y vegetal, que apuestan por un sinfín de mezclas multicolor que lucen elegantes y acogedoras cuando se emplean por separado.
La decoración también va por los artículos personalizados, o sea, por aquellos objetos de temática, desde los jarrones que han dejado atrás a las flores naturales por las varillas africanas de naturaleza disecada armonizada con acentos de plumas de aves como el pavo real y avestruz.
Otro punto en popularidad son los conjuntos de velas aromáticas que llegan al mercado en diferentes colores, aromas, figuras y hasta texturas, pues las más demandas son aquellas que en su base destacan trozos incrustados de esencias naturales como la canela, vainilla, lavanda y mente.
La decoración del piso es otro punto a defender. Las alfombras y tapetes siguen tan vigentes como en el siglo XVIII; hay desde encarpetados lisos y ligeros como terciopelo, hasta gruesos y de relieve alto como la lana y el tejido de yute. La selección de esta pieza dependerá de las condiciones de limpieza y uso (desgaste) a las que estén expuestas en el futuro.
Cual sea el estilo y artículos a elegir, es importante rescatar que la decoración del nuevo hogar no depende de una sola persona, en especial cuando el matrimonio está recién salido del brindis nupcial. Tanto hombre como mujer deben establecer sus gustos, pero sobre todo, lo que no quieren y no están dispuestos a pagar, para después arrumbarlo.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ