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De regreso a la escena
Dos novedades más ponen a FCA de vuelta en la pelea por el mercado
GUADALAJARA, JALISCO (31/ENE/2015).- En la lucha por ganar el segmento de los subcompactos, el Grupo Fiat Chrysler lanzó en esta semana las dos nuevas versiones: Dodge Attitude y Fiat Uno. Mientras que el primero muestra una nueva cara y corazón, el Fiat acentúa su inclinación por convertirse en el auto “bandera” de la marca.
Mérida, Yucatán, fue la sede de este par de lanzamientos. El primer auto que probamos fue el nuevo Attitude, que en ésta, su tercera generación en el país, no asemeja para nada a su antecesor, que aún portaba el logotipo de Hyundai. Hoy luce físicamente distinto, como un sedán al que le desapareció ese toque de líneas fluidas que poseía en su edición anterior.
El Attitude tiene su énfasis en el ahorro de combustible y espacio interior. Y lo consigue a cabalidad. Sus espacios entre asientos son bastante aceptables, incluso el de su cajuela. Además, funciona con un motor de tres cilindros.
La primera impresión que nos regaló este auto fue manejando por carretera. El Attitude no está concebido para ir a altas velocidades. En este sentido, hay que decir que superando los 120 kilómetros por hora, se siente inestable y vulnerable al viento, por lo que es necesario ir corrigiendo el volante, aunque para su cilindraje, responde bien para un uso que no rebase esta velocidad.
Para lo que está diseñado, la ciudad, el coche cumple. Ofrece un manejo suave, cómodo y con una suspensión que se adapta bien a las diferentes condiciones que se pueden presentar en la urbe. Poco se sienten los baches y variaciones del pavimento y en la versión manual, se disfruta un embrague blando, al igual que su palanca.
En la versión automática usa una caja CVT. Si bien no responde igual que el manual, sí ofrece mayor confort en el manejo. El Attitude se vende en cuatro versiones, dos manuales y dos más automáticas, con variaciones en detalles como faros de niebla y espejos al color de la carrocería. Todas incluyen sistema ABS y dos bolsas de aire frontales, así como un estéreo Sony de carátula desmontable, el cual cuenta con conectividad NFC y Bluetooth. La unidad incluye controles al volante en todas sus versiones, y su precio arranca en 157 mil 900 pesos.
Rudo y funcional
El segundo subcompacto fue el nuevo Fiat Uno. Se muestra con toques rudos, pero con cara agradable, un buen manejo y apostando por el valor-precio.
Su apariencia de auto aventurero se combina con una conducción cómoda. Goza de una suspensión suave y responde bien para su objetivo: el día a día en una ciudad, con salidas eventuales.
Por fuera se ve alto, aunque no coincide en ello una vez que se está arriba. Una persona alta tiene apenas un par de dedos entre su cabeza y el techo, aun cuando el asiento del chofer ofrece ajuste. En amplitud se queda corto. Atrás —diseñado para tres pasajeros en la parte posterior con cinturón de tres puntos todos— el espacio es reducido.
Condujimos el Fiat Uno en ciudad, carretera y parte de brecha. En los tres terrenos es cómodo. Si a eso se le suma que incluye controles al volante para manipular las llamadas y el estéreo, sensores de reversa, pantalla digital de información en el tablero y detalles personalizados de su nombre, “Uno” en rines, parrilla y calaveras, vemos que cubre las necesidades urbanas y hasta un poco de aventura sin ser, lógicamente, un auto para el “todo terreno”.
Se ofrece sólo en dos versiones, y su precio de salida es de 159 mil 900 pesos.
Edgar Flores / Mérida
RADIOGRAFÍA
MOTOR
1.2L 3 Cilindros 76 HP @ 6,000 rpm y torque 74 lb-pie @ 4,000 rpm
SUSPENSIONES
Delantera Independiente tipo McPherson y eje de torsión trasero
TRANSMISIÓN
Manual de cinco velocidades y Automática CVT
FRENOS
Delanteros discos ventilados y traseros de Tambor, con ABS
DIRECCIÓN
Electro-asistida
Mérida, Yucatán, fue la sede de este par de lanzamientos. El primer auto que probamos fue el nuevo Attitude, que en ésta, su tercera generación en el país, no asemeja para nada a su antecesor, que aún portaba el logotipo de Hyundai. Hoy luce físicamente distinto, como un sedán al que le desapareció ese toque de líneas fluidas que poseía en su edición anterior.
El Attitude tiene su énfasis en el ahorro de combustible y espacio interior. Y lo consigue a cabalidad. Sus espacios entre asientos son bastante aceptables, incluso el de su cajuela. Además, funciona con un motor de tres cilindros.
La primera impresión que nos regaló este auto fue manejando por carretera. El Attitude no está concebido para ir a altas velocidades. En este sentido, hay que decir que superando los 120 kilómetros por hora, se siente inestable y vulnerable al viento, por lo que es necesario ir corrigiendo el volante, aunque para su cilindraje, responde bien para un uso que no rebase esta velocidad.
Para lo que está diseñado, la ciudad, el coche cumple. Ofrece un manejo suave, cómodo y con una suspensión que se adapta bien a las diferentes condiciones que se pueden presentar en la urbe. Poco se sienten los baches y variaciones del pavimento y en la versión manual, se disfruta un embrague blando, al igual que su palanca.
En la versión automática usa una caja CVT. Si bien no responde igual que el manual, sí ofrece mayor confort en el manejo. El Attitude se vende en cuatro versiones, dos manuales y dos más automáticas, con variaciones en detalles como faros de niebla y espejos al color de la carrocería. Todas incluyen sistema ABS y dos bolsas de aire frontales, así como un estéreo Sony de carátula desmontable, el cual cuenta con conectividad NFC y Bluetooth. La unidad incluye controles al volante en todas sus versiones, y su precio arranca en 157 mil 900 pesos.
Rudo y funcional
El segundo subcompacto fue el nuevo Fiat Uno. Se muestra con toques rudos, pero con cara agradable, un buen manejo y apostando por el valor-precio.
Su apariencia de auto aventurero se combina con una conducción cómoda. Goza de una suspensión suave y responde bien para su objetivo: el día a día en una ciudad, con salidas eventuales.
Por fuera se ve alto, aunque no coincide en ello una vez que se está arriba. Una persona alta tiene apenas un par de dedos entre su cabeza y el techo, aun cuando el asiento del chofer ofrece ajuste. En amplitud se queda corto. Atrás —diseñado para tres pasajeros en la parte posterior con cinturón de tres puntos todos— el espacio es reducido.
Condujimos el Fiat Uno en ciudad, carretera y parte de brecha. En los tres terrenos es cómodo. Si a eso se le suma que incluye controles al volante para manipular las llamadas y el estéreo, sensores de reversa, pantalla digital de información en el tablero y detalles personalizados de su nombre, “Uno” en rines, parrilla y calaveras, vemos que cubre las necesidades urbanas y hasta un poco de aventura sin ser, lógicamente, un auto para el “todo terreno”.
Se ofrece sólo en dos versiones, y su precio de salida es de 159 mil 900 pesos.
Edgar Flores / Mérida
RADIOGRAFÍA
MOTOR
1.2L 3 Cilindros 76 HP @ 6,000 rpm y torque 74 lb-pie @ 4,000 rpm
SUSPENSIONES
Delantera Independiente tipo McPherson y eje de torsión trasero
TRANSMISIÓN
Manual de cinco velocidades y Automática CVT
FRENOS
Delanteros discos ventilados y traseros de Tambor, con ABS
DIRECCIÓN
Electro-asistida