Suplementos
Cuatro puertas hacia el paraíso, o al infierno
El Charger Hellcat, como su hermano de dos puertas, te transporta a la verdadera vida
GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2015).- Si el Dodge Charger de por sí es un auto de diseño imponente, el Hellcat multiplica este factor. Por sus ruedas, por su frente en el que faros y parrilla se disfrazan de negro al igual que los inmensos rines. Pero, más que nada, cuando se le escucha, estemos o no al volante de uno.
Luego del éxito absoluto del lanzamiento del Challenger Hellcat, Dodge pone en el mercado mexicano el Charger con las mismas características, pero con dos puertas extras que pueden ser un estorbo para unos y una bendición para otros.
A diferencia del Charger “normal”, éste muestra esos pequeños detalles que hacen la diferencia, como el frente y los rines mencionados anteriormente, al igual que el juego de escapes traseros. El detalle que resume todo es el pequeño logotipo del “Gato del Infierno” pegado en las salpicaderas delanteras.
Por dentro, Dodge también deja claro que esta es su versión más equipada y cara del sedán. Asientos forrados de buena piel; equipo completo de audio provisto con la conectividad que ha evolucionado de mejor forma entre todas las estadounidenses, el U-Connect. Por supuesto que los asientos tienen ajuste eléctrico, incluyendo soporte lumbar; hay aire acondicionado digital; sistema de navegación por GPS y otros lujos típicos de su clase y precio. Los menos informados extrañarán el popular quemacocos, que en un coche con vocación deportiva como este, obviamente no encuentra lugar porque añadiría peso donde menos se quiere tener para no subir su centro de gravedad y complicar su estabilidad.
El espacio para cuatro personas es muy bueno, no para cinco. El conductor encontrará rápidamente su posición de manejo y la visibilidad es también buena, aunque no excelente debido a la relativamente chica área de cristales que hace que el Charger sea un coche oscuro interiormente.
El trueno que nos despierta
Hasta ahora el que sólo haya visto y subido al auto, pensará que el Charger SRT 2015 es sólo un sedán estadounidense más, con dimensiones superlativas que dificultan su agilidad urbana. Presione el botón rojo del lado derecho de la columna de dirección y el simple sonido equivaldrá a una inyección de adrenalina directa al corazón.
No sólo el Hellcat despierta en ese momento, también lo hacemos nosotros y el mundo a nuestro alrededor. Su voz es fuerte, grave, gutural. Tiene un tono de divino, de superioridad, de celestial. Es como si los dioses hubieran decidido conquistar en ese momento las carreteras, librarlas del aburrimiento de los híbridos y otras plagas insípidas que las pueblan hoy en día.
Para eso nos envían su caballería compuesta de 707 unidades que viven en una casa de 6.2 litros de espacio. Como buenos equinos, su fuerza llega a las piernas traseras y cabalgarlos es simplemente épico. En menos de 4 segundos el piloto y sus posibles cuatro acompañantes ya estarán a 100 km/h. Denle solo un poco de espacio y podrá llegar a más de 320 km/h. Si el amor habita la frontera del odio, este “Gato del Infierno” tiene su casa en la orilla del paraíso y tienta a todos a disfrutar esa magnífica sensación de poder que nos ofrece. Caiga en la tentación —como caímos gustosos— y verá que en las curvas muy cerradas puede encontrar su penitencia, a menos que sepa “orar” correctamente y aquí no es sólo el juego de manos en el volante, sino el de dosificar la potencia desde el acelerador.
Para mi espíritu personal, el Challenger es el que tiene el número correcto de puertas y no este. También cuesta 90 mil pesos menos que el 1.099 millones que Dodge pide por su hermano de cuatro entradas al habitáculo. En cualquiera de los dos, empero, es posible disfrutar tanto de la tranquilidad de un cómodo manejo urbano, hasta el éxtasis absoluto de acelerar y acelerar y acelerar ad infinitum, hasta llegar al cielo. O al mismísimo Infierno. A ambos, que no le quede la menor duda, habremos llegado de luego de haber vivido, no simplemente observado la vida pasar ante nuestro ojos. Y esto, convengamos, es impagable.
FICHA TÉCNICA
Dodge Charger Hellcat
Disponible en esta versión de 707 HP, potencia similar a la del Challenger Hellcat que tuvimos a prueba hace unas semanas
DATOS TÉCNICOS
Motor Frontal transversal
Cilindros V8; 6.2 litros
Turbocompresor No
Potencia 707 HP @ 6 mil rpm
Torque 650 libras-pie @ 4 mil 800 rpm
Tracción Trasera
Transmisión Automática de ocho velocidades (8+R)
SUSPENSIÓN
Delantera Independiente, con resortes helicoidales y barra estabilizadora
Trasera Independiente, con resortes helicoidales y barra estabilizadora
FRENOS
Delanteros De discos ventilados, con ABS y asistencia de frenado (BAS)
Traseros De discos ventilados, con ABS y asistencia de frenado (BAS)
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica
DIMENSIONES en milímetros
Largo 5 mil 100
Ancho mil 905
Alto mil 480
Distancia entre ejes 3 mil 052
Peso mil 996 kilogramos
CAPACIDAD
Tanque 70 litros
Cajuela 467 litros
RESULTADOS EN EL AUTÓDROMO
Aceleración de 0 a 100 km/h en: 3.9 segundos
Frenado de 100 km/h a 0 en: 40 metros
Cuarto de milla: 12.8 segundos @ 198.4 km/h
Velocidad máxima: 320 km/h
Luego del éxito absoluto del lanzamiento del Challenger Hellcat, Dodge pone en el mercado mexicano el Charger con las mismas características, pero con dos puertas extras que pueden ser un estorbo para unos y una bendición para otros.
A diferencia del Charger “normal”, éste muestra esos pequeños detalles que hacen la diferencia, como el frente y los rines mencionados anteriormente, al igual que el juego de escapes traseros. El detalle que resume todo es el pequeño logotipo del “Gato del Infierno” pegado en las salpicaderas delanteras.
Por dentro, Dodge también deja claro que esta es su versión más equipada y cara del sedán. Asientos forrados de buena piel; equipo completo de audio provisto con la conectividad que ha evolucionado de mejor forma entre todas las estadounidenses, el U-Connect. Por supuesto que los asientos tienen ajuste eléctrico, incluyendo soporte lumbar; hay aire acondicionado digital; sistema de navegación por GPS y otros lujos típicos de su clase y precio. Los menos informados extrañarán el popular quemacocos, que en un coche con vocación deportiva como este, obviamente no encuentra lugar porque añadiría peso donde menos se quiere tener para no subir su centro de gravedad y complicar su estabilidad.
El espacio para cuatro personas es muy bueno, no para cinco. El conductor encontrará rápidamente su posición de manejo y la visibilidad es también buena, aunque no excelente debido a la relativamente chica área de cristales que hace que el Charger sea un coche oscuro interiormente.
El trueno que nos despierta
Hasta ahora el que sólo haya visto y subido al auto, pensará que el Charger SRT 2015 es sólo un sedán estadounidense más, con dimensiones superlativas que dificultan su agilidad urbana. Presione el botón rojo del lado derecho de la columna de dirección y el simple sonido equivaldrá a una inyección de adrenalina directa al corazón.
No sólo el Hellcat despierta en ese momento, también lo hacemos nosotros y el mundo a nuestro alrededor. Su voz es fuerte, grave, gutural. Tiene un tono de divino, de superioridad, de celestial. Es como si los dioses hubieran decidido conquistar en ese momento las carreteras, librarlas del aburrimiento de los híbridos y otras plagas insípidas que las pueblan hoy en día.
Para eso nos envían su caballería compuesta de 707 unidades que viven en una casa de 6.2 litros de espacio. Como buenos equinos, su fuerza llega a las piernas traseras y cabalgarlos es simplemente épico. En menos de 4 segundos el piloto y sus posibles cuatro acompañantes ya estarán a 100 km/h. Denle solo un poco de espacio y podrá llegar a más de 320 km/h. Si el amor habita la frontera del odio, este “Gato del Infierno” tiene su casa en la orilla del paraíso y tienta a todos a disfrutar esa magnífica sensación de poder que nos ofrece. Caiga en la tentación —como caímos gustosos— y verá que en las curvas muy cerradas puede encontrar su penitencia, a menos que sepa “orar” correctamente y aquí no es sólo el juego de manos en el volante, sino el de dosificar la potencia desde el acelerador.
Para mi espíritu personal, el Challenger es el que tiene el número correcto de puertas y no este. También cuesta 90 mil pesos menos que el 1.099 millones que Dodge pide por su hermano de cuatro entradas al habitáculo. En cualquiera de los dos, empero, es posible disfrutar tanto de la tranquilidad de un cómodo manejo urbano, hasta el éxtasis absoluto de acelerar y acelerar y acelerar ad infinitum, hasta llegar al cielo. O al mismísimo Infierno. A ambos, que no le quede la menor duda, habremos llegado de luego de haber vivido, no simplemente observado la vida pasar ante nuestro ojos. Y esto, convengamos, es impagable.
FICHA TÉCNICA
Dodge Charger Hellcat
Disponible en esta versión de 707 HP, potencia similar a la del Challenger Hellcat que tuvimos a prueba hace unas semanas
DATOS TÉCNICOS
Motor Frontal transversal
Cilindros V8; 6.2 litros
Turbocompresor No
Potencia 707 HP @ 6 mil rpm
Torque 650 libras-pie @ 4 mil 800 rpm
Tracción Trasera
Transmisión Automática de ocho velocidades (8+R)
SUSPENSIÓN
Delantera Independiente, con resortes helicoidales y barra estabilizadora
Trasera Independiente, con resortes helicoidales y barra estabilizadora
FRENOS
Delanteros De discos ventilados, con ABS y asistencia de frenado (BAS)
Traseros De discos ventilados, con ABS y asistencia de frenado (BAS)
DIRECCIÓN
De piñón y cremallera con asistencia eléctrica
DIMENSIONES en milímetros
Largo 5 mil 100
Ancho mil 905
Alto mil 480
Distancia entre ejes 3 mil 052
Peso mil 996 kilogramos
CAPACIDAD
Tanque 70 litros
Cajuela 467 litros
RESULTADOS EN EL AUTÓDROMO
Aceleración de 0 a 100 km/h en: 3.9 segundos
Frenado de 100 km/h a 0 en: 40 metros
Cuarto de milla: 12.8 segundos @ 198.4 km/h
Velocidad máxima: 320 km/h