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Aquel inolvidable verano de 1964, o Guadalajara en verano... revisited

Usos y costumbres de la vida social tapatía

Una vez más tocamos el tema de aquel verano de 1964 en Guadalajara... y todo por el escándalo y revuelo que causara la filmación de aquella célebre cinta hoy ya mítica, y por cierto muy difícil de encontrar entre los que gustan del cine “de culto”... no por su calidad ni por su guión... sino por lo que representa para los tapatíos que vivieron esa añorada época... Y claro, nos referimos a “GUADALAJARA EN VERANO” una producción de JOSÉ LUIS BUENO y de nuestro amigo el bien recordado XAVIER TORRES LADRÓN DE GUEVARA... quien aparte de ser un gran coleccionista de arte y anticuario, fue un excelente promotor turístico de su ciudad que tanto amó... así y de alguna manera para festejar que Guadalajara llegaba a su “primer millón” de habitantes; según los parámetros de la época, eso automáticamente la catapultaría como una gran metrópoli, pero -ESO SÍ- sin perder lo culta, conservadora y tradicional a la vez... No sabemos a detalle de quien fue la idea original, pero se contrató a JULIO BRACHO como director y al excelente fotógrafo ALEX PHILLIPS, logrando crear una especie de “pastiche” de la soberbia y orgullosa capital de Jalisco, entremezclando charros y churros, chicas Ye-Ye... galanes almidonados y sobre actuados que conducen autos descapotables como si fuesen carros de paletas... tipos montando a caballo en plena avenida16 de septiembre... escotadas y pechugonas gringas, dizque tomando aquellos muy famosos “Cursos de verano” en la muy bonita y estética Casa de la Cultura de Jalisco, obra de JULIO DE LA PEÑA... gringos desabridos enamorando a ALICIA BONET, una de las más bonitillas actrices de comienzos de los sesenta representando a la  típica “lovely mexican señourita”... la querida y encantadora ALMENDRA, entonces ALMENDRITA RODRÍGUEZ MORQUECHO haciendo un “cover” de aquella canción italiana No tengo edad... y despachándose a sus anchas en su propia casa de campo en el entonces lejanísimo lugar llamado Ciudad Granja... todo, absolutamente todo disparatado, pero... pero... teniendo como maravillosos escenarios esa Guadalajara de comienzos de los sesenta que vivió mucho más que sus “15 minutos de fama” reglamentarios... avenida Juárez luce de noche (en el filme) como si fuera una gran avenida de capital europea... y en realidad ¡así lucía! repleta de anuncios luminosos con movimiento... que hacían por si sola un espectáculo a la vista... coronando al final y como símbolo de la tradición mezclada, con la invasión gringa, signo de los tiempos... un enorme anuncio de la Pepsi-Cola... que al mínimo movimiento dejaba paso a una gigantesca pareja de un charro y una china bailando ¡un jarabe tapatío!... originalísimo juego de luces que se apreciaba desde el Parque Revolución debido a la pendiente del terreno donde años antes corriera el Río San Juan de Dios y que muy estratégicamente se había colocado sobre la azotea del mercado del mismo nombre... desde luego no faltan los sitios de “rigueur” entre iglesias, palacios de gobierno y orfelinatos... avenida Vallarta aún con camellón central... la celebre Plaza de las Sombrillas o “Del Nuevo París”... ó los recién inaugurados edificios del Hotel Hilton y el Condominio Guadalajara... sin dejar atrás el Hotel Fénix y el más elegante de entonces el Camino Real, sede de la mayoría de las escenas... un hotel impecablemente decorado (entonces) con muy buen mobiliario, que hoy se arrebataría un decorador de esos que se las dan de muy avispados en lo contemporáneo o en el estilo “Wallpaper”. Pero no olvidemos que nuestra ciudad contó por años con su propia tienda (la auténtica)”Knoll” en avenida Lafayette... así que esos muebles que hoy son de leyenda, se vendían aquí y a unas cuantas cuadras. La cinta prosigue entre ñoños lances amorosos... serenatas... duelos de dizque charros... señoritas quedadas muy al estilo de las tías solteronas que todo mundo tuvo/tiene o tendrá en Guadalajara, interpretadas por ANDREA PALMA y EMMA ROLDÁN... chicas en modernillas mallas y minifaldas... sombreados parques y avenidas, hoy ya muy deteriorados (como el Parque de la Revolución)... paseos a Chapala a casas espectaculares y culmina con un weekend en Melaque... que seguramente entonces trataban de promover como destino turístico y cuya Bahía era de una belleza inmaculada. Allí el casting de la cinta encabezado por DEAN REED (un medianamente popular cantante de USA ) organiza en un santiamén un beach party como los que en ese momento filmaban en las playas de Malibu ANNETTE FUNICELLO y FRANKIE AVALON o los propios BEACH BOYS en sus tablas de surf... lo que nos hace suponer que los productores de la cinta no estaban tan perdidos... ese mismo tema lo estaban usando en Hollywood con mucho éxito...y así se avientan una especie de twist/surf de antología que viene a darle aún más el toque de película “muy moderna” y actual para esa época... Revisando la cinta toma a toma, lo que más nostalgia nos causa es la Estación de Ferrocarril... y aquella escena en la que arranca y finaliza la mentada película... una estación pletórica de un nutridísimo grupo de viajeros... todavía elegantes y hasta señoras enguantadas (de cuando se podía viajar hasta con ¡seis maletas! ) y todo ese ruido y escándalo que causaba a su llegada y salida el famoso PULLMAN a la Ciudad de México... con sus silbidos, los “porters”, las cajas sombrereras de las señoras, los baúles o trunks... familias enteras muy bien arregladitas de pies a cabeza... las “nanas”... y el eterno enamorado/da que iba a despedir a su pareja...  alejándose poco a poco y perdiéndose en la lontananza... así mismo dejamos perder esa maravillosa ciudad que fue Guadalajara entonces, conocida como la “Ciudad de las Rosas”... cuyo momento “cumbre”  se logró precisamente entre el 1964 y el 1965... vaya  buen tino que tuvieron la mancuerna de productores BUENO y TORRES LADRÓN DE GUEVARA, pues hicieron de esta cinta, sin ser una obra de arte... algo mejor... todo un documento histórico- de lo que fue nuestra añorada Guadalajara...

• Por increíble que parezca... ésta es la avenida Juárez... repleta de anuncios luminosos, lo que le daba un aire muy “cosmopolita” a nuestra ciudad... al fondo se alcanza a distinguir el mítico anuncio luminoso de la Pepsi Cola, que en ciertos momentos desaparecía para dejar ver una pareja bailando el jarabe tapatío, gracias a los juegos de luz neón... Este original anuncio comercial estaba montado sobre el Mercado de San Juan de Dios, lo que permitía que se admirara desde el Parque de la Revolución...

El grupo protagonista de la película realiza dentro del guión un viaje a las playas de Melaque, entonces un auténtico paraíso... y allí, muy al modo de los filmes de Frank Avalon & Anette Funicello, o de los Beach Boys, se avientan un twist/surf de antología... muy de moda en 1964.

La añorada estación de ferrocarril y la llegada del Pullmann procedente de la Ciudad de México, era todo un acontecimiento... de cuando la gente elegante viajaba en tren y con por lo menos ¡media docena de maletas! aquello suena hoy en día increíble, pues de puro milagro subsiste medio abandonada la estación... y ya sin pasajeros...

El café de “Las Sombrillas”, en la plazuela de la Universidad o más conocida entonces como del “Nuevo París” por los elegantes almacenes que existieron allí, era el centro de reunión de la gente joven para tomar un café o un deleitante preparado de frutas... aquí vemos a Xavier Loyá y dos actrices norteamericanas haciendo lo propio... Sin duda este café es uno de los sitios que más se extrañan de la Guadalajara de entonces...

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