En mi colaboración anterior di a conocer tres historias de niños (no para niños) para que fueran leídas por adultos, hoy narro otras tres pero esta vez los protagonistas son jóvenes.
Primera historia
El que no podía morir
En mi vida profesional fui director de una secundaria federal; en un año escolar se matriculó un muchacho muy atento y educado, pero para su desgracia tenía un defecto físico muy notorio: Una de sus piernas la tenía muy doblada, por lo cual tenía dificultad para caminar. En el transcurso del año se me ocurrió preguntarle que le había pasado en su pierna y me manifestó que era defecto de nacimiento, pero como sus padres no tenían recursos económicos nunca lo pudieron llevar con algún médico para que le corrigieran la anomalía que para él era muy penoso estar así, tanto que ya en la escuela le habían puesto de apodo (el inmortal) y al indagar del por qué de ese apodo me dijo: Dicen que voy a ser inmortal. . . . . “porque nunca voy a estirar la pata”, aquí si que me amolaron ¿no?.
Segunda historia
Una leyenda
Los pocos habitantes del desierto, los bereberes, los llamados “moradores de las dunas y hombres trashumantes, los que andan” les dicen y que conducen sus rebaños buscando en los oasis el agua, un elemento siempre ausente, son gente hospitalaria y amable y para explicar su proceder narran una vieja leyenda:
Cuentan que su tierra, desolada y seca, falta de agua y llena de dunas es castigo de Dios impuesta al pueblo porque abandonó a su suerte al no prestarle ayuda a una mujer que junto con sus hijos llegaban del desierto al oasis pidiendo socorro; cuando este se les negó Dios se encolerizó y como castigo desató una tormenta de arena que sepultó al pueblo bajo las dunas ardientes del desierto y que, desde entonces todos los días al anochecer se oyen gritos lastimeros de los antiguos pobladores que inútilmente piden perdón por la mala acción y que sean liberados de las arenas.
Tercera historia
¿Así vivimos?
En este relato es donde se puede ver y se demuestra la perdida de los valores morales entre la juventud actual; ¿Lo dudan? Veamos lo que una vez escuche en Francia.
1. Toda mujer debe tener tres hombres en su vida: El que les gusta, el que les gasta y el que lleva los cuernos arrastras.
2. Casamiento en edad madura, cornamenta segura.
3. Los dientes son como los cuernos, duelen al salir pero después ayudan a vivir.
4. Al hombre joven le gustan todas, más tarde, una más que todas y luego ya casado, todas menos una.
5. Lo escuche en una boda: Una vez casados, “ahora si, hasta que la suerte los separe”
6. Patrimonio es conjunto de bienes, matrimonio es conjunto de males.
7. Zapato blanco en hombre maduro... marica seguro.
8. Señor no me dejes caer de la tentación.
Lo anterior, esa forma de pensar de los jóvenes, ¿será producto del resquebrajamiento moral que en nuestros días afecta a la sociedad? ¿o será el resultado de la crisis económica que a todos en México nos está afectando?
Primera historia
El que no podía morir
En mi vida profesional fui director de una secundaria federal; en un año escolar se matriculó un muchacho muy atento y educado, pero para su desgracia tenía un defecto físico muy notorio: Una de sus piernas la tenía muy doblada, por lo cual tenía dificultad para caminar. En el transcurso del año se me ocurrió preguntarle que le había pasado en su pierna y me manifestó que era defecto de nacimiento, pero como sus padres no tenían recursos económicos nunca lo pudieron llevar con algún médico para que le corrigieran la anomalía que para él era muy penoso estar así, tanto que ya en la escuela le habían puesto de apodo (el inmortal) y al indagar del por qué de ese apodo me dijo: Dicen que voy a ser inmortal. . . . . “porque nunca voy a estirar la pata”, aquí si que me amolaron ¿no?.
Segunda historia
Una leyenda
Los pocos habitantes del desierto, los bereberes, los llamados “moradores de las dunas y hombres trashumantes, los que andan” les dicen y que conducen sus rebaños buscando en los oasis el agua, un elemento siempre ausente, son gente hospitalaria y amable y para explicar su proceder narran una vieja leyenda:
Cuentan que su tierra, desolada y seca, falta de agua y llena de dunas es castigo de Dios impuesta al pueblo porque abandonó a su suerte al no prestarle ayuda a una mujer que junto con sus hijos llegaban del desierto al oasis pidiendo socorro; cuando este se les negó Dios se encolerizó y como castigo desató una tormenta de arena que sepultó al pueblo bajo las dunas ardientes del desierto y que, desde entonces todos los días al anochecer se oyen gritos lastimeros de los antiguos pobladores que inútilmente piden perdón por la mala acción y que sean liberados de las arenas.
Tercera historia
¿Así vivimos?
En este relato es donde se puede ver y se demuestra la perdida de los valores morales entre la juventud actual; ¿Lo dudan? Veamos lo que una vez escuche en Francia.
1. Toda mujer debe tener tres hombres en su vida: El que les gusta, el que les gasta y el que lleva los cuernos arrastras.
2. Casamiento en edad madura, cornamenta segura.
3. Los dientes son como los cuernos, duelen al salir pero después ayudan a vivir.
4. Al hombre joven le gustan todas, más tarde, una más que todas y luego ya casado, todas menos una.
5. Lo escuche en una boda: Una vez casados, “ahora si, hasta que la suerte los separe”
6. Patrimonio es conjunto de bienes, matrimonio es conjunto de males.
7. Zapato blanco en hombre maduro... marica seguro.
8. Señor no me dejes caer de la tentación.
Lo anterior, esa forma de pensar de los jóvenes, ¿será producto del resquebrajamiento moral que en nuestros días afecta a la sociedad? ¿o será el resultado de la crisis económica que a todos en México nos está afectando?