En los dos últimos artículos de esta columna me referí a los problemas que tenemos en el campo de la educación en México; los referentes a quienes educan: los maestros; y a los que existen en el Sistema Educativo y los programas que se aplican ya que ambos son obsoletos y por lo mismo un verdadero desastre lo cual coloca a nuestro país por abajo de países de África y de Asia que ya es mucho decir.
Como el campo que hoy nos ocupa es tan basto, con estas letras me referiré a lo que su servidor y amigo aprendió cuando enseñaba, pues han de saber que en mi vida profesional como maestro, durante 15 años seguidos trabajé con grupos mixtos (niños y niñas de primer grado) de entre 6 y siete años o sea los enseñé a leer y a escribir; pero a su vez ellos me enseñaron como piensan y viven los peques a esa edad y a continuación algunas historias ilustrativas:
1. Rosita niña ya chimuela y vivaracha me dice: profe venga para que vea que ya aprendí a hacer la letra a que nos enseñó ayer; a ver ¿cómo la haces? Mire: primero hago una ruedita “agüevada” luego le pongo una colita del lado donde tengo la mano con la que como y escribo y ya está ¿cómo me quedo? Muy bien, asín se hace, mañana les enseño como se hace la u; y la niña feliz porque ya sabe hacer la letra a se va presurosa a enseñársela a su mamá.
2. El salón de clases donde trabajaba tenía unas ventanas que daban a la calle, una cerca de alambre la separaban de ella, los niños podían mirarla estando sentados escribiendo; Pedrito niño de 7 años descuidado y sucio como ollita mantequera frecuentemente se distraía por estar viendo la cerca de alambre y una vez que le llamé la atención me dijo: mire profe a esa palomita que esta afuera, es muy cantadora pero siempre que lo hace es la misma canción ¿no s e sabrá otra? ¿su mamá no loe enseñó alguna otra canción? Y a un niño así ¿qué se le dice?
3. Lo que es la inocencia ¿no? José Luis de 7 años muy listo, con ojitos de ratón pretilero, inquieto como changuito cilindrero, un lunes llega presuroso y me dice: profe, dice mi mamá que me borre de su lista ¿ya te vas a cambiar de escuela? Le pregunto, no pero ya no me voy a llamar José Luis Gómez ahora me voy a llamar José Luis Gutiérrez, ¿y eso por qué? Le pregunto es que ahora mi nuevo papá es el señor de la carnicerías del mercado y como él así se apellida yo ahora voy a ser José Luis Gutiérrez y para que no s e le olvide que así me ponga en su lista.
4. Es día 30 de abril (día del niño) en el grupo a mi cargo hay tostadas, paste y agua de pingüica que las mamás aportaron, antes d e empezar la fiesta tengo que colar el agua, pues le quedaron grumos ya que la coladera estaba rota, se reparten las tostadas, el pastel y el agua d e pingüica, pero una de las alumnas d e 6 años se me acerca y me dice profe “me la colea o me la coleo” le quedaron granos y es que así lo dijo en vez d e decir me la cuela o me la cuelo y así poco a poco van aprendiendo y yo igual, aprendiendo d e los niños.
Como el campo que hoy nos ocupa es tan basto, con estas letras me referiré a lo que su servidor y amigo aprendió cuando enseñaba, pues han de saber que en mi vida profesional como maestro, durante 15 años seguidos trabajé con grupos mixtos (niños y niñas de primer grado) de entre 6 y siete años o sea los enseñé a leer y a escribir; pero a su vez ellos me enseñaron como piensan y viven los peques a esa edad y a continuación algunas historias ilustrativas:
1. Rosita niña ya chimuela y vivaracha me dice: profe venga para que vea que ya aprendí a hacer la letra a que nos enseñó ayer; a ver ¿cómo la haces? Mire: primero hago una ruedita “agüevada” luego le pongo una colita del lado donde tengo la mano con la que como y escribo y ya está ¿cómo me quedo? Muy bien, asín se hace, mañana les enseño como se hace la u; y la niña feliz porque ya sabe hacer la letra a se va presurosa a enseñársela a su mamá.
2. El salón de clases donde trabajaba tenía unas ventanas que daban a la calle, una cerca de alambre la separaban de ella, los niños podían mirarla estando sentados escribiendo; Pedrito niño de 7 años descuidado y sucio como ollita mantequera frecuentemente se distraía por estar viendo la cerca de alambre y una vez que le llamé la atención me dijo: mire profe a esa palomita que esta afuera, es muy cantadora pero siempre que lo hace es la misma canción ¿no s e sabrá otra? ¿su mamá no loe enseñó alguna otra canción? Y a un niño así ¿qué se le dice?
3. Lo que es la inocencia ¿no? José Luis de 7 años muy listo, con ojitos de ratón pretilero, inquieto como changuito cilindrero, un lunes llega presuroso y me dice: profe, dice mi mamá que me borre de su lista ¿ya te vas a cambiar de escuela? Le pregunto, no pero ya no me voy a llamar José Luis Gómez ahora me voy a llamar José Luis Gutiérrez, ¿y eso por qué? Le pregunto es que ahora mi nuevo papá es el señor de la carnicerías del mercado y como él así se apellida yo ahora voy a ser José Luis Gutiérrez y para que no s e le olvide que así me ponga en su lista.
4. Es día 30 de abril (día del niño) en el grupo a mi cargo hay tostadas, paste y agua de pingüica que las mamás aportaron, antes d e empezar la fiesta tengo que colar el agua, pues le quedaron grumos ya que la coladera estaba rota, se reparten las tostadas, el pastel y el agua d e pingüica, pero una de las alumnas d e 6 años se me acerca y me dice profe “me la colea o me la coleo” le quedaron granos y es que así lo dijo en vez d e decir me la cuela o me la cuelo y así poco a poco van aprendiendo y yo igual, aprendiendo d e los niños.