México
Wallace promueve ley de protección a las víctimas
La presidenta de la organización ‘‘Alto al Secuestro’’ presentó un video donde una de las implicadas platica cómo mataron a su hijo
CIUDAD DE MÉXICO.- Isabel Miranda de Wallace, madre del empresario fallecido Hugo Alberto Wallace, celebró la extradición a México de Brenda Quevedo Cruz, presunta implicada en el secuestro y asesinato de su hijo, y le pidió que si le queda un “rastro de humanidad” que le diga dónde dejaron el cuerpo.
Brenda Quevedo fue extraditada de Estados Unidos el pasado viernes para ser procesada por los delitos de delincuencia organizada y privación ilegal de la libertad, en modalidad de secuestro.
La activista también presentó un video en el que Juana Hilda González, otra involucrada en el caso, detalla cómo se llevó a cabo el plagio y asesinato (ver detalles aparte).
La madre de Hugo Alberto dijo que el testimonio de Hilda le “desgarró el alma”.
“Narró con excepcional cinismo, desparpajo, e indolencia cómo planearon y ejecutaron el secuestro de Hugo Alberto y con lujo de detalle narra todo lo que sucedió en torno al plagio, desde el inicio hasta su fin. Pero de manera excepcional, lo ocurrido el 11 de julio de 2005 y las implicaciones que hace a la activa participación de Brenda Quevedo Cruz en el secuestro de Hugo Alberto Wallace”.
La Procuraduría General de la República (PGR) ubica como responsables del plagio de Hugo Alberto Wallace a seis personas, entre ellas Brenda Quevedo y Juana Hilda González Lomelí o Sandra Jiménez Gutiérrez. Los otros implicados son Jacobo Tagle, quien sigue prófugo, César Freyre o José Antonio Hernández, Alberto y “Tony” Castillo Cruz.
El 28 de noviembre de 2007, gracias al intercambio de información entre la PGR, la Policía Internacional (Interpol) y las autoridades de Estados Unidos, Brenda Quevedo Cruz fue detenida en Louisville, Kentucky, por autoridades de ese país.
Wallace llamó a promover la creación de la ley federal de víctimas, que permita que las personas afectadas por diferentes delitos tengan voz y sean escuchadas.
Señaló que para esta legislación creará un apartado importante para las víctimas de secuestro, delito que no sólo afecta al plagiado sino a toda su familia, que en ocasiones tienen que abandonar sus domicilios y hasta sus ciudades.
“Esta ley, entre otras medidas, propone que las viudas de las víctimas no se queden sin una pensión, que las personas secuestradas no pierdan su trabajo y, en algunos casos, que ésta no tenga que seguir pagando impuestos”.
Señaló que en un futuro próximo hará la propuesta formal y confió que se formen las comisiones correspondientes en la Cámara de Diputados para presentar el anteproyecto de ley.
Detalló que entre las propuestas que contemplará la eventual nueva ley, será el amparo de los delincuentes, que hoy en día no cuenta con un tiempo perentorio.
“El delincuente puede recurrir al amparo después de cinco o 10 años y, en ocasiones, los familiares de las víctimas ni siquiera se enteran cuando los secuestradores promueven el documento”.
Telón de fondo
Seducido por su secuestradora
La vida de Hugo Alberto Wallace, cambió para siempre en junio de 2005. Acompañado de dos primos y un amigo, saludó al salir del cine en Perisur a Jacobo Tagle Dobin, a quien conocía porque su padre le había vendido un terreno.
Jacobo, quien iba acompañado de Brenda Quevedo Cruz, lo saludó y le pidió su teléfono: “Para presentarte a una amiga que está muy guapa” le dijo antes de despedirse. Hugo le dio su número telefónico sin inmutarse.
Ambos citaron al empresario, entonces de 36 años, el 2 de julio para que conociera a “Claudia”. Hugo Alberto quedó encantado, la mujer que le presentaron efectivamente era muy atractiva, rubia y voluptuosa.
Dos días después ambos quedaron de verse para ir a comer y conocerse mejor, la mujer subió a la camioneta y al percatarse que Hugo iba acompañado por su primo y un empleado, decidió abortar el secuestro que planeaban concretar ese día.
Una semana después, el lunes 11 de julio, Hugo Alberto volvió a salir con “Claudia”, esta vez a solas; ahí sí se consumó el secuestro.
Al parecer Hugo fue llevado al departamento de Claudia, y tras forcejear con sus captores, uno de ellos le dio un disparo.
Isabel Miranda de Wallace, madre de Hugo Alberto, intuyó que algo había pasado, su hijo no le respondía los teléfonos, algo inusual.
Preguntó a sus amigos por él pero éstos sólo sabían que un día antes había salido con “Claudia”. Su chofer llevó a Isabel donde habían ido a recoger a “Claudia” aquel 4 de julio. En los alrededores encontraron la camioneta, y después de preguntar con algunos vecinos, lograron saber que en el departamento número cuatro del edificio Perugio N°6 vivía la mujer.
Sin saberlo, Isabel estaba en el lugar donde horas antes su hijo había sido asesinado. Al tocar a la puerta una niña atinó a decir que no podía salir su mamá porque estaba muy cansada; también, recuerda Isabel, la niña dijo que un día antes bajaron a un hombre herido.
Isabel acudió a las autoridades del Distrito Federal y a la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) a levantar una denuncia, pero la respuesta no fue la esperada, ya que recuerda que a pesar de darles información sobre el edificio y el nombre de Jacobo Tagle ellos no acudieron al lugar de inmediato.
Días después los secuestradores enviaron un sobre a Isabel Miranda, en él había una fotografía de su hijo desnudo y maniatado, también le pedían rescate. Isabel lo entregó a las autoridades. En un segundo contacto los secuestradores reclamaron esa acción, lo que evidenció que las autoridades estaban coludidas.
(Con información de Alto al secuestro)
Brenda Quevedo fue extraditada de Estados Unidos el pasado viernes para ser procesada por los delitos de delincuencia organizada y privación ilegal de la libertad, en modalidad de secuestro.
La activista también presentó un video en el que Juana Hilda González, otra involucrada en el caso, detalla cómo se llevó a cabo el plagio y asesinato (ver detalles aparte).
La madre de Hugo Alberto dijo que el testimonio de Hilda le “desgarró el alma”.
“Narró con excepcional cinismo, desparpajo, e indolencia cómo planearon y ejecutaron el secuestro de Hugo Alberto y con lujo de detalle narra todo lo que sucedió en torno al plagio, desde el inicio hasta su fin. Pero de manera excepcional, lo ocurrido el 11 de julio de 2005 y las implicaciones que hace a la activa participación de Brenda Quevedo Cruz en el secuestro de Hugo Alberto Wallace”.
La Procuraduría General de la República (PGR) ubica como responsables del plagio de Hugo Alberto Wallace a seis personas, entre ellas Brenda Quevedo y Juana Hilda González Lomelí o Sandra Jiménez Gutiérrez. Los otros implicados son Jacobo Tagle, quien sigue prófugo, César Freyre o José Antonio Hernández, Alberto y “Tony” Castillo Cruz.
El 28 de noviembre de 2007, gracias al intercambio de información entre la PGR, la Policía Internacional (Interpol) y las autoridades de Estados Unidos, Brenda Quevedo Cruz fue detenida en Louisville, Kentucky, por autoridades de ese país.
Wallace llamó a promover la creación de la ley federal de víctimas, que permita que las personas afectadas por diferentes delitos tengan voz y sean escuchadas.
Señaló que para esta legislación creará un apartado importante para las víctimas de secuestro, delito que no sólo afecta al plagiado sino a toda su familia, que en ocasiones tienen que abandonar sus domicilios y hasta sus ciudades.
“Esta ley, entre otras medidas, propone que las viudas de las víctimas no se queden sin una pensión, que las personas secuestradas no pierdan su trabajo y, en algunos casos, que ésta no tenga que seguir pagando impuestos”.
Señaló que en un futuro próximo hará la propuesta formal y confió que se formen las comisiones correspondientes en la Cámara de Diputados para presentar el anteproyecto de ley.
Detalló que entre las propuestas que contemplará la eventual nueva ley, será el amparo de los delincuentes, que hoy en día no cuenta con un tiempo perentorio.
“El delincuente puede recurrir al amparo después de cinco o 10 años y, en ocasiones, los familiares de las víctimas ni siquiera se enteran cuando los secuestradores promueven el documento”.
Telón de fondo
Seducido por su secuestradora
La vida de Hugo Alberto Wallace, cambió para siempre en junio de 2005. Acompañado de dos primos y un amigo, saludó al salir del cine en Perisur a Jacobo Tagle Dobin, a quien conocía porque su padre le había vendido un terreno.
Jacobo, quien iba acompañado de Brenda Quevedo Cruz, lo saludó y le pidió su teléfono: “Para presentarte a una amiga que está muy guapa” le dijo antes de despedirse. Hugo le dio su número telefónico sin inmutarse.
Ambos citaron al empresario, entonces de 36 años, el 2 de julio para que conociera a “Claudia”. Hugo Alberto quedó encantado, la mujer que le presentaron efectivamente era muy atractiva, rubia y voluptuosa.
Dos días después ambos quedaron de verse para ir a comer y conocerse mejor, la mujer subió a la camioneta y al percatarse que Hugo iba acompañado por su primo y un empleado, decidió abortar el secuestro que planeaban concretar ese día.
Una semana después, el lunes 11 de julio, Hugo Alberto volvió a salir con “Claudia”, esta vez a solas; ahí sí se consumó el secuestro.
Al parecer Hugo fue llevado al departamento de Claudia, y tras forcejear con sus captores, uno de ellos le dio un disparo.
Isabel Miranda de Wallace, madre de Hugo Alberto, intuyó que algo había pasado, su hijo no le respondía los teléfonos, algo inusual.
Preguntó a sus amigos por él pero éstos sólo sabían que un día antes había salido con “Claudia”. Su chofer llevó a Isabel donde habían ido a recoger a “Claudia” aquel 4 de julio. En los alrededores encontraron la camioneta, y después de preguntar con algunos vecinos, lograron saber que en el departamento número cuatro del edificio Perugio N°6 vivía la mujer.
Sin saberlo, Isabel estaba en el lugar donde horas antes su hijo había sido asesinado. Al tocar a la puerta una niña atinó a decir que no podía salir su mamá porque estaba muy cansada; también, recuerda Isabel, la niña dijo que un día antes bajaron a un hombre herido.
Isabel acudió a las autoridades del Distrito Federal y a la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) a levantar una denuncia, pero la respuesta no fue la esperada, ya que recuerda que a pesar de darles información sobre el edificio y el nombre de Jacobo Tagle ellos no acudieron al lugar de inmediato.
Días después los secuestradores enviaron un sobre a Isabel Miranda, en él había una fotografía de su hijo desnudo y maniatado, también le pedían rescate. Isabel lo entregó a las autoridades. En un segundo contacto los secuestradores reclamaron esa acción, lo que evidenció que las autoridades estaban coludidas.
(Con información de Alto al secuestro)