México

Más de un millón de mujeres sin acceso a la tierra: CNC

En México más de un millón de mujeres incorporadas a las actividades agrícolas carecen de acceso a la tierra, a educación y servicios de salud

CIUDAD DE MÉXICO.- En México más de un millón de mujeres incorporadas a las actividades agrícolas carecen de acceso a la tierra, a educación y servicios de salud, y a diario se enfrentan a la violación de sus derechos humanos, afirmó Luis Alán Pérez Escudero.  

El líder de la Federación de Profesionistas y Técnicos, de la Confederación Nacional Campesina lamentó que en pleno siglo XXI la pobreza y la falta de oportunidades que enfrenta la población rural del país se expresan de manera más profunda en el caso de las mujeres.  

En el marco del Foro sobre el Financiamiento Rural para Proyectos de Mujeres y su Derecho Social, en el auditorio "Emiliano Zapata" de la CNC, aseveró que la creciente crisis en el campo ha aumentado los índices de pobreza y la migración de la población mayoritariamente masculina y obligado a la mujer a cuidar y trabajar la parcela.  

Con la asistencia de la instructora de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Claudia Vargas Palencia, y de la profesora María Magdalena Sánchez Conejo, directora de Servicio Social de la CNC, se rindió homenaje a la mujer rural mexicana.  

En vísperas del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se lamentó que son el grupo humano que menos acceso tiene a la educación, a los servicios del Estado y a las oportunidades, siendo víctimas de una paradoja que es necesario revertir.  

El dirigente cenecista indicó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha señalado que las mujeres rurales son las 'trabajadoras invisibles en el mundo', a pesar que su función es una de las más importantes.  

De acuerdo con datos del INEGI, agregó, en los hogares rurales habitan 24 millones 266 mil 896 personas, la mitad son mujeres, quienes generalmente están al margen de la toma de decisiones, así como del disfrute pleno de derechos básicos, como la alimentación, la salud, la educación, la vivienda y el trabajo digno, entre otros.  

A su vez, Sánchez Conejo indicó que en el ámbito rural lo común es que las mujeres están más ligadas a las tareas del hogar, labor que en su mayoría no es valorada o remunerada ni por la sociedad en general, ni por el sistema económico en particular.  

Esta situación, acotó, las ha forzado a buscar actividades complementarias e incorporarse al mercado laboral remunerado para solucionar los problemas por la falta de ingreso en el hogar.  

No obstante, su trabajo no es remunerado de la misma manera que el del hombre, ya que seis de cada 10 mujeres perciben hasta dos salarios mínimos por su trabajo, y cerca de la mitad labora jornadas inferiores a 35 horas semanales.  

Aseveró que las reformas han aumentado el nivel de desprotección del sector femenino y sus familias, al establecer barreras adicionales para su acceso a la tierra y la media producción agrícola (el crédito, la asistencia técnica, la capacitación y la infraestructura para la transformación y la comercialización de los productos).  

Todo esto, concluyó, les impide una mayor y mejor incorporación a las actividades agropecuarias, que no sean las de subsistencia o traspatio.  

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