México

La Caravana por la Paz cierra su viaje por EU

Sicilia confirma que planea retirarse temporalmente del movimiento en un lapso de dos meses para recuperar su vida personal

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (12/SEP/2012).- Con la sorpresiva aparición de la legendaria líder de los derechos de los trabajadores Dolores Huerta, el activista mexicano Javier Sicilia se despidió la noche del miércoles de Estados Unidos con un mensaje de esperanza y optimismo por un cambio en la lucha antidrogas.
 
Al cabo de una marcha desde la Iglesia St. Stephen en el noroeste de Washington al Parque Malcolm X al frente de un contingente de unas 200 personas, Sicilia refrendó su expectativa de un cambio en la "política del Estado hacia la drogas, porque estamos perdiendo la democracia y las libertades".
 
"Si no tuviéramos esperanza las víctimas, dónde quedaría la esperanza. A mí, mi hijo nadie me lo va a devolver, pero estoy aquí porque tengo la apertura a la esperanza", dijo el líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en el acto final de su periplo de más de 10 mil kilómetros por 25 ciudades estadunidenses.
 
Antes, la líder histórica del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW) junto con César Chávez, Dolores Huerta, exaltó lo que consideró como el legado que la caravana dejará en la conciencia de los estadunidenses.
 
"Su mensaje de ustedes en realidad alcanzó a millones de personas porque sus acciones fueron una apuesta espiritual muy grande: la fuerza de la no violencia", dijo Huerta desde el templete.
 
"Esto es un empiezo, no es un fin, tenemos que seguir el mensaje que ustedes han traido, con valor, sin miedo", remató la sindicalista.
 
Sicilia escuchó a Huerta sentado sobre el pasto del parque, antes de incorporarse y dar una entrevista a la televisión.
 
Su comida había sido un "hot dog" que comió de pie en el edificio Rayburn de la Cámara de Representantes, donde caminó por los corredores sin ser reconocido, a pesar de su conocido sombrero de explorador y chaleco kaki.
 
Allí confirmó que planea retirarse temporalmente del movimiento en un lapso de dos meses para recuperar su vida personal, aunque dejó claro que volverá.
 
"Estoy muy cansado, tengo que estar conmigo mismo, estar con mi familia. No estoy hecho para esto, me cuesta mucho trabajo", explicó.
 
Pero a pesar del cansancio y de la cobertura relativamente modesta de los mayores medios impresos y electrónicos de Estados Unidos, el poeta se declaró satisfecho.
 
"Nos regresamos con el deber cumplido, hemos hecho lo que teníamos que hacer, hemos sembrado ben y ahora sí que el que tenga oídos que oiga", enfatizó.
 
Previamente, Sicilia pudo hablar hoy por teléfono con la directora adjunta para asuntos hispanos de la Casa Blanca, Julie Chávez.

Los miembros de la caravana habían pedido un encuentro en persona con la funcionaria, nieta del famoso activista César Chávez, pero finalmente tuvieron que conformarse con la llamada, según explicó Sicilia a periodistas tras un acto en el Senado de Estados Unidos.

"Ahora es un momento muy difícil para ellos con las elecciones, y nosotros traemos una agenda muy dura, muy espinosa para ellos, que muestra que no están tomando en serio el problema, pero saben que es problemático, y que tarde o temprano tendrán que responder a él", apuntó Sicilia, que describió a Chávez como "muy sensible" al tema.

"Para nosotros es un buen mensaje, si gana (el presidente Barack) Obama (la reelección en las elecciones del 6 de noviembre) esperamos poder empujar más esta agenda. Son gente muy sensible a lo que traemos nosotros", agregó.

En Washington, última parada de la Caravana por la Paz, los activistas también se han reunido con los equipos de 27 congresistas, aunque con ningún legislador en persona, y con la subsecretaria de Estado de EE.UU. para Democracia, María Otero.

En la reunión con Otero, que tuvo lugar el martes, la funcionaria "tomó nota" de la preocupación de los activistas respecto al estancamiento de la Ley de Víctimas, devuelta al Congreso mexicano por el presidente Felipe Calderón, y les "pidió más documentación para poder presionar" a ese Gobierno al respecto, según Sicilia.

La vigilia por la paz en el parque cerró el recorrido en el que la caravana ha defendido la legalización de la droga, la lucha contra el lavado de dinero y el control de armas como alternativas al Plan Mérida y la "guerra contra la droga".

La ruta ha sido "muy dura", ha costado cuatro millones de pesos y se ha completado sólo gracias "a la solidaridad de la gente", explicó el poeta mexicano.

Su figura se ha convertido en clave para los familiares de víctimas y desaparecidos que le han acompañado en la caravana, como Olga Reyes Salazar, miembro de una familia de activistas de Ciudad Juárez a la que los carteles han arrebatado a dos hermanos, una cuñada y un sobrino.

"Javier nos ha ayudado a unirnos. Gracias a él estamos levantando la voz no nada más por lo nuestro, sino por los miles de madres e hijos que siguen buscándose", dijo hoy Reyes en una conferencia de prensa en el Senado.

En el mismo acto, Sicilia quiso recordar que "la primera revolución del mundo fue aquí, en Estados Unidos, y trajo la democracia", algo que hoy "se está perdiendo con la paranoia de las drogas".

"Debajo de nuestros muertos y las cárceles de Estados Unidos, los únicos beneficiados son mafias, basura, negocios contraproductivos que se basan en la sangre y el dolor de otros", sentenció.

Temas

Sigue navegando