México
Hay decepción por el Seguro Popular
Ciudadanos integrados al programa de salud han tenido experiencias que ponen en entredicho lo que presumen las autoridades
CIUDAD DE MÉXICO.- Una cicatriz marca el rostro de Kevin. Es el mal recuerdo de las quemaduras de segundo grado que sufrió en noviembre de 2009. Tenía un año y dos meses. Jaló el mantel de la mesa y el caldo que recién habían retirado de la estufa le cayó encima. Cuando nació, Kevin fue inscrito al Seguro Popular en Chilapa de Álvarez, Guerrero.
El accidente ocurrió un viernes. Yanet Meza, madre de Kevin, lo llevó a la clínica más cercana pero “no estaba el pediatra”. Lo mismo sucedió en el Hospital General de Chilapa de Álvarez. “Nos dijeron que no había doctores. Que consiguiéramos dinero, para ir a la Ciudad de México, que teníamos que pagar la ambulancia”.
Kevin estuvo en el hospital desde las siete de la noche del viernes hasta las 11 de la mañana del siguiente día.
“Sólo le echaron agua”, cuenta Yanet, mientras atiende un puesto de dulces en la plaza de Chilapa.
Yanet consiguió cinco mil pesos: dos mil 500 para la ambulancia y el resto para pagar a un médico que sólo viajó como copiloto durante las cinco horas que tardaron en llegar al Hospital de Pediatría de Tacubaya. Por la tardanza en la atención, Kevin presentó una infección y estuvo internado una semana. Su mamá aún debe parte de los cinco mil pesos que le prestaron sus familiares.
Un diario capitalino visitó clínicas y hospitales en Guerrero, Chiapas, Estado de México y el Distrito Federal. En todos los sitios encontró historias de personas decepcionadas porque el Seguro Popular no cumplió con las promesas que pregona: servicios médicos de calidad, así como atención y medicamentos gratuitos para sus afiliados.
La falta de presupuesto no provoca las fallas. En varias ocasiones, funcionarios del Gobierno federal han destacado que los recursos para el Seguro Popular se triplicaron. Si en 2006 recibió 18 mil millones de pesos, para 2010 fueron 52 mil millones. Incluso, a finales de marzo, el Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo por mil 250 millones de dólares a México para que el Seguro Popular “sea más eficiente en su administración” y llegue a más población.
Incluso, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que México aumentó su gasto en salud. en 2000 destinaba 4.4% del Productor Interno Bruto (PIB) y en 2007 el porcentaje fue de 5.9%. Países como Polonia invierten 6.4% de su PIB.
John Scott, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), resalta que aunque sí ha existido un aumento en el gasto de salud, parte del presupuesto del Seguro Popular ya se gastaba como parte del Ramo 12.
Especialistas y organizaciones no gubernamentales coinciden en que aunque se tenga más presupuesto la falta de eficacia del Seguro Popular seguiría, porque los problemas están en su diseño y en la administración de recursos.
En 2008, la evaluación elaborada por Investigación en Salud y Demografía, encargada por el Coneval, enumeró las “debilidades y amenazas” del Seguro Popular: “La diversidad de las áreas responsables de la operación, carencia de planes estratégicos, falta de sistemas para medir impacto y una infraestructura con deficiencias y baja calidad”.
Es preciso señalar que el Seguro Popular es un sistema de financiamiento creado para otorgar cobertura de servicios de salud a las personas de bajos recursos que no cuentan con empleo, trabajan por cuenta propia o no son derechohabientes de alguna institución de seguridad social. Para su funcionamiento se crearon Regímenes Estatales de Protección Social en Salud.
Los especialistas coinciden en que este diseño fracciona aún más el sistema de salud, lo que provoca que los recursos no se aprovechen en forma adecuada y se diluyan responsabilidades.
Salomón Chertorivski, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), instancia que administra los recursos del Seguro Popular, asegura que el diseño es “fantástico”. “Lo envidiaría cualquier país desarrollado”, dice.
Sin embargo, también informa que este año impulsarán una “segunda generación” de reformas al sistema de financiamiento a la salud.
LOS PENDIENTES
Deudas con los pacientes
•Especialistas y organizaciones coinciden en que los compromisos del Seguro Popular no se han cumplido en su totalidad, y que, incluso, profundiza el desigual acceso a servicios de salud.
•Un informe de la Auditoría Superior de la Federación muestra que en entidades como Chiapas, 60.7% del total de los afiliados tuvo que comprar sus medicamentos.
•En 2007, una evaluación elaborada por el INSP reveló que el Seguro Popular no cumplía con el objetivo de evitar que los asegurados realizaran “gastos de bolsillo”.
•El presupuesto para medicamentos disminuyó: en 2004 representó 22.7% del total de recursos, mientras que en 2005 disminuyó a 12.7%, y en 2006 fue de 11.4 por ciento.
•La organización CEIDAS destaca que se ha distorsionado el significado de “afiliación” porque se utiliza como analogía de acceso a la salud, pero eso no significa calidad y atención.
•La ASF señaló en un informe que el programa muestra deficiencias que atentan contra el derecho a la salud, y que la población de zonas de alta marginación no está siendo beneficiada
LAS CIFRAS DE LA ATENCIÓN
Diagnóstico en números
31 millones de afiliados había al cierre de 2009.
49 millones de mexicanos se busca afiliar para 2011.
78% es la media nacional de surtido de recetas según autoridades.
31% de los afiliados no obtiene medicamentos según el INSP.
65% de recursos a estados no se pudieron comprobar en 2008.
5,940 millones para infraestructura no se utilizaron de 2004 a 2009.
El accidente ocurrió un viernes. Yanet Meza, madre de Kevin, lo llevó a la clínica más cercana pero “no estaba el pediatra”. Lo mismo sucedió en el Hospital General de Chilapa de Álvarez. “Nos dijeron que no había doctores. Que consiguiéramos dinero, para ir a la Ciudad de México, que teníamos que pagar la ambulancia”.
Kevin estuvo en el hospital desde las siete de la noche del viernes hasta las 11 de la mañana del siguiente día.
“Sólo le echaron agua”, cuenta Yanet, mientras atiende un puesto de dulces en la plaza de Chilapa.
Yanet consiguió cinco mil pesos: dos mil 500 para la ambulancia y el resto para pagar a un médico que sólo viajó como copiloto durante las cinco horas que tardaron en llegar al Hospital de Pediatría de Tacubaya. Por la tardanza en la atención, Kevin presentó una infección y estuvo internado una semana. Su mamá aún debe parte de los cinco mil pesos que le prestaron sus familiares.
Un diario capitalino visitó clínicas y hospitales en Guerrero, Chiapas, Estado de México y el Distrito Federal. En todos los sitios encontró historias de personas decepcionadas porque el Seguro Popular no cumplió con las promesas que pregona: servicios médicos de calidad, así como atención y medicamentos gratuitos para sus afiliados.
La falta de presupuesto no provoca las fallas. En varias ocasiones, funcionarios del Gobierno federal han destacado que los recursos para el Seguro Popular se triplicaron. Si en 2006 recibió 18 mil millones de pesos, para 2010 fueron 52 mil millones. Incluso, a finales de marzo, el Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo por mil 250 millones de dólares a México para que el Seguro Popular “sea más eficiente en su administración” y llegue a más población.
Incluso, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que México aumentó su gasto en salud. en 2000 destinaba 4.4% del Productor Interno Bruto (PIB) y en 2007 el porcentaje fue de 5.9%. Países como Polonia invierten 6.4% de su PIB.
John Scott, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), resalta que aunque sí ha existido un aumento en el gasto de salud, parte del presupuesto del Seguro Popular ya se gastaba como parte del Ramo 12.
Especialistas y organizaciones no gubernamentales coinciden en que aunque se tenga más presupuesto la falta de eficacia del Seguro Popular seguiría, porque los problemas están en su diseño y en la administración de recursos.
En 2008, la evaluación elaborada por Investigación en Salud y Demografía, encargada por el Coneval, enumeró las “debilidades y amenazas” del Seguro Popular: “La diversidad de las áreas responsables de la operación, carencia de planes estratégicos, falta de sistemas para medir impacto y una infraestructura con deficiencias y baja calidad”.
Es preciso señalar que el Seguro Popular es un sistema de financiamiento creado para otorgar cobertura de servicios de salud a las personas de bajos recursos que no cuentan con empleo, trabajan por cuenta propia o no son derechohabientes de alguna institución de seguridad social. Para su funcionamiento se crearon Regímenes Estatales de Protección Social en Salud.
Los especialistas coinciden en que este diseño fracciona aún más el sistema de salud, lo que provoca que los recursos no se aprovechen en forma adecuada y se diluyan responsabilidades.
Salomón Chertorivski, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), instancia que administra los recursos del Seguro Popular, asegura que el diseño es “fantástico”. “Lo envidiaría cualquier país desarrollado”, dice.
Sin embargo, también informa que este año impulsarán una “segunda generación” de reformas al sistema de financiamiento a la salud.
LOS PENDIENTES
Deudas con los pacientes
•Especialistas y organizaciones coinciden en que los compromisos del Seguro Popular no se han cumplido en su totalidad, y que, incluso, profundiza el desigual acceso a servicios de salud.
•Un informe de la Auditoría Superior de la Federación muestra que en entidades como Chiapas, 60.7% del total de los afiliados tuvo que comprar sus medicamentos.
•En 2007, una evaluación elaborada por el INSP reveló que el Seguro Popular no cumplía con el objetivo de evitar que los asegurados realizaran “gastos de bolsillo”.
•El presupuesto para medicamentos disminuyó: en 2004 representó 22.7% del total de recursos, mientras que en 2005 disminuyó a 12.7%, y en 2006 fue de 11.4 por ciento.
•La organización CEIDAS destaca que se ha distorsionado el significado de “afiliación” porque se utiliza como analogía de acceso a la salud, pero eso no significa calidad y atención.
•La ASF señaló en un informe que el programa muestra deficiencias que atentan contra el derecho a la salud, y que la población de zonas de alta marginación no está siendo beneficiada
LAS CIFRAS DE LA ATENCIÓN
Diagnóstico en números
31 millones de afiliados había al cierre de 2009.
49 millones de mexicanos se busca afiliar para 2011.
78% es la media nacional de surtido de recetas según autoridades.
31% de los afiliados no obtiene medicamentos según el INSP.
65% de recursos a estados no se pudieron comprobar en 2008.
5,940 millones para infraestructura no se utilizaron de 2004 a 2009.