México
Breves de seguridad
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Juez federal absuelve a ‘‘La Reina del Pacífico’’
CIUDAD DE MÉXICO (04/DIC/2010).- Sandra Ávila Beltrán, “La Reina del Pacífico” y Juan Diego Espinoza “El Tigre”, fueron absueltos de los cargos de narcotráfico y delincuencia organizada por un juez federal del Distrito Federal.
El fallo es todavía apelable por la PGR, que los acusó en su momento de ser los responsables de la introducción de más de 10 toneladas de cocaína que fueron aseguradas en el buque “Macel”, en diciembre de 2000. Sin embargo, Ávila Beltrán no podrá abandonar la prisión, ya que actualmente enfrenta una orden de extradición solicitada por el Gobierno de Estados Unidos cuyas autoridades la responsabilizan de los mismos cargos por los cuales fue absuelta en México.
‘‘El Ponchis’’ recuerda ejecuciones contra los Beltrán Leyva
CIUDAD DE MÉXICO.- El caso de Edgard “N”, “El Ponchis”, de 14 años de edad, acusado de degollar a los adversarios del cártel de los Beltrán Leyva en Morelos, recuerda los relatos de menores de edad reclutados por guerrillas o en las guerras por grupos armados, pero en México, su historia no es la primera.
CIUDAD DE MÉXICO (04/DIC/2010).- Sandra Ávila Beltrán, “La Reina del Pacífico” y Juan Diego Espinoza “El Tigre”, fueron absueltos de los cargos de narcotráfico y delincuencia organizada por un juez federal del Distrito Federal.
El fallo es todavía apelable por la PGR, que los acusó en su momento de ser los responsables de la introducción de más de 10 toneladas de cocaína que fueron aseguradas en el buque “Macel”, en diciembre de 2000. Sin embargo, Ávila Beltrán no podrá abandonar la prisión, ya que actualmente enfrenta una orden de extradición solicitada por el Gobierno de Estados Unidos cuyas autoridades la responsabilizan de los mismos cargos por los cuales fue absuelta en México.
‘‘El Ponchis’’ recuerda ejecuciones contra los Beltrán Leyva
CIUDAD DE MÉXICO.- El caso de Edgard “N”, “El Ponchis”, de 14 años de edad, acusado de degollar a los adversarios del cártel de los Beltrán Leyva en Morelos, recuerda los relatos de menores de edad reclutados por guerrillas o en las guerras por grupos armados, pero en México, su historia no es la primera.