Jalisco

''Yo vengo a llorar...''

Desde temprano, habitantes del propio poblado, visitantes de Guadalajara y hasta de otros puntos de la República, comenzaron a llegar a Tlaquepaque para presencia la Judea

GUADALAJARA, JALISCO (06/ABR/2012).- Llora. Cada año, sus ojos no resisten ante los azotes que le dan a Jesús, aún cuando sabe que Jesús no es Jesús, sino un actor; que los golpes son falsos, y que la sangre no es sangre, sino pintura de color rojo.

Sin embargo, irremediablemente, llora. Recuerda lo que sufrió Jesucristo por la humanidad, y trata de acompañarlo en su dolor, al menos cada viernes Santo, en la Judea en Vivo, de San Martín de las Flores.

De la mano de su esposo, Soledad Sánchez llegó a la plaza principal del pueblo. No encontraron un buen lugar para presenciar la pasión de Cristo.

No les importó. Como pudo, el amable señor ayudó a su Soledad a subir a una pequeña barda para que, al menos ella, pudiera ver las escenas un poco más cerca.

Sus arrugas y la falta de piezas dentales revelan una edad mayor. Pero Soledad tiene 59 años; y en 40 de ellos, el Viernes Santo no ha hecho otra cosa que acudir a la Judea.

"Yo vengo a llorar, me da tristeza ver cómo hicieron sufrir a Jesús", dice la señora, quien viste una blusa de manga larga a cuadros y una gorra que tapa su cabeza llena de cabellos color plata.

No es cualquier espectadora. Cada año, Soledad, madre de seis hijos, acompaña a Jesús en su agonía hacia el Cerro de la Cruz, donde finalmente es crucificado.

No recorre todo el camino, sólo hasta donde sus piernas le permiten llegar. Ya es una costumbre de cada Semana Santa: Subir el cerro, aguantar los rayos de sol y el cansancio. Lo hace a manera de sacrificio hacia Dios.

"Soy bien católica, es un sacrificio que hago hacia Dios y le pido que me dé más vida para poder seguir viniendo aquí", dice Soledad, al mismo tiempo que se para de puntas para alcanzar a ver a Jesús, mientras es presentado ante Poncio Pilatos.

Voces de la Judea


"Vengo cada año, me vengo sola desde la zona del Estadio Jalisco en un camión y me paseo, estoy desde temprano y ya me voy en la tarde, voy a ver si primeramente Dios puedo subir el cerro", María Berenica Gutiérrez.

"Vivo aquí en San Martín toda la vida, a mi no me gusta venir, pero pues vine a traer a mis hijas y mis nietas, casi no me gusta lo de aquí, me gusta más lo que se hace en mi pueblo, en Mezcala, por Chapala", Rita Fernández.

"Está muy bien para los católicos, ya es el tercer año que venimos la familia aquí, hoy es el primer año que traemos a nuestra hija; siempre preferimos no quedarnos en la casa y venir", José Chávez.

EL INFORMADOR /THAMARA VILLASEÑOR

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