Jalisco

Quieren prevenir la sobrepoblación

Se sugiere revisar el MOET, un instrumento de planeación para el crecimiento sustentable de la Entidad

GUADALAJARA, JALISCO.- La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de la Villa Panamericana advierte que de las alrededor de mil 200 hectáreas que representa El Bajío (otros cálculos sobre su superficie hablan de 956 hectáreas), 672.6 fueron declaradas zonas de reserva urbana hace cuatro años por la autoridad municipal, y “si bien al momento la mayoría de ella está sin ocupación, existirán serias presiones para su urbanización”.

Por ello, incluye un llamado a las autoridades para que elaboren un plan de gestión integral para el aprovechamiento urbanístico de la zona, no sólo por sus cualidades hidrológicas, sino por su colindancia con el Bosque La Primavera, plan inexistente en estos momentos y que puede ser de gran utilidad en muy poco tiempo, pues “el proyecto de la Villa Panamericana 2011 puede exacerbar los deseos inmobiliarios”.

“Es claro que la atención que ahora brinda este proyecto provocará el mayor cuidado en el diseño y las medidas de mitigación y compensación, cosa que no ha ocurrido en las diversas intervenciones de que ha sido objeto (El Bajío)”, dice la MIA.

El Bajío, considerado en el estudio como una zona de fragilidad ambiental media, no podrá soportar la urbanización de 672.6 hectáreas de su territorio, apunta el documento: “De ninguna manera será posible utilizar toda la reserva decretada, so pena de convertir ese medio en un desastre, con altos costos para la ciudad, pero, sobre todo, para los posibles habitantes”.

Incluso, se sugiere la conveniencia de revisar el Modelo de Ordenamiento Territorial del Estado de Jalisco (MOET), un instrumento de planeación para el crecimiento sustentable de la Entidad, pues con sus directrices actuales para El Bajío daría lugar a una población de 13 mil habitantes en su interior, lo cual se considera inviable ambientalmente.

“La baja densidad en el MOET es peligrosa, de seguirse al pie de la letra significaría que podríamos tener más de 13 mil habitantes dentro de El Bajío, con una dispersión tal que requeriría obras de infraestructura y conectividad que terminaría haciendo un desastre. Esta situación requiere de replanteamientos que exceden a este trabajo, pero quedan apuntados para su solución futura”.

La MIA informa que ya en estos momentos, además de la Villa Panamericana, hay cuatro proyectos que “están tomando forma”. Se refiere a Ayamonte, El Bosque, Campo Lago y Frondas Residencial, que ofrecerán 629 lotes, más los mil 200 de la Villa. Para el año 2020, cuando estén consolidados estos desarrollos, la Villa tendrá una población de tres mil 884 personas, y el resto de los desarrollos mil 905, para un total de cinco mil 789 habitantes.

“Esto significa un llamado de atención ante la necesidad de realizar una gestión integral de El Bajío en su conjunto, ya que las presiones inmobiliarias seguirán presentes, lo cual debería obligar a una decidida intervención gubernamental para establecer cuotas precisas en cuanto a densidades y usos que no continúen comprometiendo la estabilidad y los servicios ambientales que el sitio provee a la ciudad”.

En estos momentos El Bajío contiene menos de 800 habitantes como residentes permanentes. Los retos que se avecinan: “Prever la demanda de agua, manejo y confinamiento de los residuos sólidos, las avenidas provocadas por lluvias torrenciales, pero, sobre todo, respetar el Bosque La Primavera, serán entre otros los temas sensibles del manejo sustentable del área. La participación activa de los usuarios de El Bajío, el compromiso de las autoridades, junto con el respeto de las disposiciones, serán clave para una interacción armoniosa de la gente con el medio ambiente”.

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